Esta entrada fue publicada originalmente en Juguetes del viento el 22 de octubre de 2012.
Terminaba la entrada anterior con una referencia a ciertas expresiones que se utilizan en español directamente, es decir, no en textos traducidos, sino elaborados originalmente en español. Son frases que en algún momento fueron traducidas de forma inexacta y que así se siguen reproduciendo.
Una de ellas es “más grande que la vida”, traducción literal de “bigger than life”, expresión que equivale a extraordinario.
Se utiliza con frecuencia en críticas y comentarios sobre obras artísticas, por ejemplo películas y videojuegos, en frases como “Un cine más grande que la vida”.
Y siempre con ese sentido de extraordinario, magnífico, sensacional, superior, excelente, sobresaliente, maravilloso, fuera de lo común, grandioso...
¡Anda!, cuántas formas tenemos en español para decir bigger than life sin tener que calcar la expresión inglesa…
Bueno, yo estoy segura de que las personas que han utilizado la expresión en estos textos saben perfectamente que es un ‘transplante’ lingüístico innecesario y tontorrón, pero a lo mejor les parece que queda muy chuli y moderno.
Nuestra segunda expresión del día es “truco o trato”, que, como todo el mundo sabe, es la versión española de “trick or treat”, la famosa fórmula que caracteriza la fiesta americana de Halloween.
Yo tengo dos teorías con las que me intento explicar por qué en un momento dado “trick or treat” se convirtió en “truco o trato”.
Porque al fin y al cabo de eso se trata: de dar golosinas o regalitos a los niños para que no te hagan una trastada.
Segunda teoría: se eligió esta forma a sabiendas de que “truco o trato” es una traducción muy poco atinada, para mejor imitar el ritmo y la sonoridad de la expresión original.
A colación de esto –y permítanme la tontería- intento yo imaginarme qué pasaría si los americanos nos copiaran a nosotros alguna de nuestras celebraciones tradicionales, propias y arraigadas en la tierra de los siglos. Por ejemplo, los desfiles procesionales de la Semana Santa, o la Feria de Sevilla, los Carnavales de Cádiz, las Fallas de Valencia…
Tendrían que transplantar al inglés expresiones propias de dichas fiestas, con el ridículo resultado de “To the heaven with her!” (¡Al cielo con ella!), cuando levantaran el trono o paso de la Virgen; o “Long live the Captive!” (¡Viva el Cautivo!), cuando pasa por las calles la figura del Cristo hecho preso; o “Excellent there, my soul! (¡Ole ahí, mi arma!); “What a salt-shaker you have!” (¡Qué salero tienes!).
Y cosas así.
La última expresión de hoy es “simpatía por el diablo” ("sympathy for the devil"), locución muy famosa y popular porque es el título de una canción de The Rolling Stones.
Pero, como muchos saben y algunos desconocen, sympathy no significa simpatía, sino compasión.
De hecho, en los diccionarios aparecen sympathy y compassion como sinónimos.
Una vez más, estamos ante una “fotocopia”, una traducción palabra por palabra, de esas que tanto nos dejan en evidencia.
La expresión “sympathy for the devil” se usa en inglés cuando alguien manifiesta compasión o pena por alguien que no merece esa condolencia.
Si nos compadecemos de un canalla por el castigo que le impone la ley, alguien nos podrá decir que eso es “sympathy for the devil”.
Por otro lado, también se usa esta expresión para referirse a una narración que está planteada desde el punto de vista del malo.
The Rolling Stones, en su canción Sympathy for the Devil, juegan precisamente con los dos usos de la expresión: por un lado, la canción está escrita en primera persona y es el diablo el que se expresa (“Permitan que me presente/ soy un hombre que…”), y por otro, nos pide, él mismo, que tengamos compasión de él, pues quiere que le pongamos freno después de todas las maldades que ha cometido a través de los siglos: “Necesito un poco de control/ así que si se encuentran conmigo/ tengan la amabilidad/ muestren un poco de compasión…”
Como se ve, ni la expresión en sí ni la canción tienen que ver con que el diablo nos resulte simpático ni nos caiga bien.
Es que el fenómeno de los “falsos amigos” es ciertamente muy curioso e interesante, sobre todo porque parece un capricho lingüístico, una cuchufleta ideada por un duendecillo que se divirtiera trasteando con las palabras. Pero es en realidad una mera y lógica consecuencia de la evolución del lenguaje y de los vaivenes que experimentan los significados de las palabras, según el uso que los hablantes hacen de las distintas acepciones de las mismas.
Una cuestión apasionante, ¿a que sí?
20 comentarios:
En pleno Halloween cutre y ridículo que es lo que se hace en este país me parece muy apropiado que republiques este post.
En menos de una generación estamos perdiendo gran parte de nuestra cultura sustituyéndola por un remedo grotesco de celebraciones de otras culturas.
Esto no puede traer nada bueno.
Perdemos identidad, cultura, tradiciones y también la dignidad.
Me avergüenzo cuando veo a esos fantoches ridículos y patéticos que están destrozando nuestro acervo cultural.
Besos.
Vengo de comentar sobre lo mismo en el blog de Toro Salvaje. Cada vez tenemos menos respeto por nuestro idioma y, además, mola inundarlo de anglicismos que no necesitamos para nada. El resultado de que la evolución sea por la ignorancia y la estupidez de los hablantes, en vez de por necesidad, no creas que me apasiona tanto.
Un post muy acertado, válido en su día y por desgracia, aún mucho más en estos días, donde la tontería impera, desde los medios y la gente que se supone sabedora, nos destroza el idioma impunemente. Gracias.
Gracias por recuperar esta entrada para los que descubrimos tu blog más tarde, o para cualquiera, aunque te haya seguido desde el principio.
Los ''falsos amigos'' a veces causan vergüenza ajena, otra cosa son las traducciones libres, y ahí ya depende del caso, suenan mejor o peor. Así, ''más grande que la vida'' a mí me chirría también, pero me encanta el ''truco o trato''.
Sobre el ''truco o trato'', yo apostaría por tu segunda teoría. La sonoridad funciona bien y, aparte, tienen algo de misterioso esas palabras, como si fueran parte de un ancestral juego infantil o un código secreto. No sé si se usaron así a posta, para ello, la primera vez que se usaron en castellano, pero algo me dice que sí. Si en su lugar se usara el ''¿broma o chuchería?'' la cosa perdería su encanto. O así lo veo yo, al menos.
A diferencia de las otras, creo que nunca he escuchado la expresión ''simpatía por el diablo'', más allá de la canción de los Rolling Stones. Eso sí, confundir ''sympathy'' con ''simpatía'' es algo que nos ha pasado a todos cuando comenzábamos a estudiar inglés, es uno de esos errores clásicos que luego no se olvidan :)
Pues sí, una entrada para volver a publicar cada año :) Las expresiones de toda la vida nos suenan caducas y anticuadas, así que abrazamos expresiones forzadas que no significan nada... Me ha encantado la imagen de un americano celebrando la semana santa de la misma forma que aquí hemos adoptado el Halloween
Así es, Toro, entre las festividades postizas y los extranjerismos hasta en la sopa, estamos dejando nuestra identidad en las ultimas.
Besos.
Claro, Macondo, es que no es nada apasionante. Una cosa es el intercambio, la simbiosis, el enriquecimiento mutuo, y otra la "autocolonización" cultural.
Es verdad, Alfred, de unos años hasta ahora la cosa no ha hecho más que agravarse.
Gracias a ti.
Gracias, Rodión, me alegro, pues, de haberla rescatado :)
Yo también creo que la segunda teoría responde más a la realidad, pero lo de "truco o trato" a mí me sigue sonando muy forzado y poco natural. Pero claro, es que todo esto del Halloween hispano es poco o nada natural, y sí forzado, postizo y deslavazado.
Los falsos amigos son muy traidores, sí, y algunos, como sympathy/simpatía, son clásicos y perfectamente comprensibles en quienes empiezan a estudiar un idioma extranjero.
Otra cosa son los calcos sintácticos y las traducciones literales, que cuando son producto del esnobismo me resultan más cargantes que si son un mero error.
Pues nada, Beauséant, el año que viene la coloco otra vez :D
Yo misma también me río con la imagen de la "semana santa americana", y temo que los anglosajones se rían de nosotros cuando vean nuestro Halloween importado.
Las frases hechas y expresiones son todo un mundo y muy difícil de trasladar de un idioma a otro. Creo recordar que había un libro que traducía de manera literal expresiones castellanas al inglés y el resultado era muy gracioso. Speaking in Silver por hablando en plata. Imagina frases como Echa el freno, Magdaleno o Donde dije digo, digo Diego . Son juegos que no se pueden llevar a otra lengua, o frases con significados absurdos fuera de su contexto original.
What a salt-shaker you have!!! (Aún me estoy riendo)
Lo del trick or treat me ha dejado pensando. Me inclino más por la segunda teoría, que buscaban una sonoridad, pero el resultado no me convence ¿A qué truco te refieres? ¿De qué trato me hablas?
Yo propongo "¡Caramelo o te muelo! " (presentándose los niños con palos)
0 tal vez, mostrando las palmas de la mano "¡O me das o verás!
Son expresiones algo malvadas, pero en esa noche son apropiadas :D
Pues yo creo que no hay nada mas español que apropiarse de una fiesta. No es mi debilidad Halloween y prefiero el Día de Difuntos de siempre pero me apunto a San Patricio y a lo que haga falta.
Imagino que la primera teoría es la acertada, tal y como va el mundo. Por cierto, que el propio nombre de la festividad ya es directamente un anuncio del El Corte Inglés: ¿Por qué Halloween, si antes nos defendíamos perfectamente en nuestro idioma?
Lo malo son las generaciones que vienen detrás, que ya resultan muy difíciles de "reprogramar": con mis hijas, cuando eran pequeñas, intenté que se mentalizasen de que lo más español, en el asunto del "Trick or treat" podría ser "¡O susto o chuche!", pero no hubo manera. Y ahora mi nieto, de seis años, me lo ha dejado claro: "Es que nadie dice eso en el cole, y me miran raro...". O sea, que no hay nada que hacer.
Por cierto, que para enriquecer esta mini serie que vas publicando de vez en cuando, te sugiero una nueva chorradita que ya están usando nuestros queridos periodistas traduciendo a su bola: "enfrentar" por "afrontar". Es lo último en modernura.
Saludos mil.
Sí, Chafardero, yo también recuerdo aquel libro y algunas de las expresiones, como "from lost to the river" :D
Es verdad que las frases idiomáticas no se pueden traducir literalmente, salvo que se busque hacer una gracia. Pero lo curioso es que con mucha frecuencia esas expresiones tienen sus equivalentes en otros idiomas. Con otras palabras pero con el mismo sentido. Por ejemplo, en español decimos " llevarse el gato al agua", y en inglés se dice " to bring home the bacon". En la frase inglesa no hay gato ni agua, pero el sentido es el mismo. Y en eso, efectivamente, consiste traducir, en trasladar sentidos, no palabras.
Gracias por tu comentario.
A mí tampoco me convence, Juanra, porque no tiene sentido. Sabemos qué quiere decir porque conocemos el contexto en que se usa, pero la frase en sí no tiene sentido. Las que tú propones sí lo tienen, pero es verdad que suenan un poco " diabólicas", jeje.
Gracias, tú también tienes mucho saltshaker :D
Así es, Rick, hay cosas que no tienen vuelta atrás. Para las nuevas generaciones, que no han conocido las cosas como eran antes, esas "novedades" resultan naturales, de modo que ya quedan totalmente asentadas en la lengua y la cultura propias, aunque sean algo postizo y sin mucho sentido. Como lo del " spoiler" que decíamos hace un par de entradas.
No sabes la alegría que me has dado al mencionar esa nueva "chorradita" de "enfrentar" por "afrontar", porque creía que nadie más se había fijado en ello. A mí me chirrían las entretelas cada vez que lo oigo, pero cada vez es más frecuente, sí, como ocurre siempre con este tipo de incorrecciones, que se propagan como una plaga.
En fin, ya ves que la tengo en mi lista mental de bobadas lingüísticas modernas, junto con otras de semejante calibre. Igual les dedico un ratito dentro de poco ;)
Saludos!
Deleitas enseñando.
Saludos.
Muchas gracias, José Antonio López Rastoll.
Un saludo.
Por supuesto, Bubo, de eso se trata justamente, de que es muy español apropiarse de celebraciones ajenas. Se ve que no tenemos bastante con las propias.
Publicar un comentario