Como en otras ocasiones, les traigo hoy unas cuantas
citas extraídas de libros que he estado repasando en los últimos días.
Y como las veces anteriores, algunas de esas citas,
frases, ideas o reflexiones que me voy encontrado señaladas en las páginas, me
traen al pensamiento a personas determinadas.
En efecto, me resulta inevitable relacionar pasajes
concretos con personas concretas, incluidas las que amablemente visitan este
blog, aunque es muy posible que para algunas de esas relaciones no haya una
razón particular. Puede que ni siquiera conozca mucho a la personas a la que
asocio con una determinada idea, con un determinado pensamiento; y puede que me
equivoque por completo en algunos casos, claro está.
Por eso, tanto si acierto como si me equivoco, lo que me resulta verdaderamente interesante es que ustedes mismos me digan, si les parece bien,
cuál o cuáles de las citas que les propongo les gusta más, o, si se da el caso,
con cuál se sienten más identificados.
En cualquier caso, a mí me gustan tanto y me parecen
tan interesantes todas, que me complace compartirlas aquí, porque
creo que a ustedes también pueden gustarles. Y espero que así sea:
Lo que todas las generaciones olvidan es que, mientras
las palabras que se usan para describir ideas siempre están cambiando, las
ideas en sí mismas no cambian tan rápido, ni esas ideas son nuevas en modo
alguno […] Si confinamos toda nuestra atención a la jerga actual —es decir, si
nos dedicamos tan solo a la literatura moderna— creeremos que el mundo está
progresando cuando tan solo se está repitiendo.
Rudyard Kipling. “Los propósitos de la lectura” (1912)
El señor Hamil me decía a menudo que el tiempo viene
lentamente del desierto, con sus caravanas de camellos, y que no tiene prisa
porque transporta la eternidad. Pero siempre resulta más bonito cuando se
cuenta que cuando se ve en la cara de un viejo que se deja robar cada día un
poco más, y si quieren mi opinión, al tiempo hay que buscarlo entre los
ladrones.
Romain Gary. La vida ante sí (1975)
*
Todo en este mundo viene a parar en simple nimiedad, y
el hombre que por voluntad de otros, sin seguir sus inclinaciones o su propia
necesidad, se consume trabajando por el dinero o por los honores, será siempre
un loco.
J. W. Goethe. Werther (1774)
El día y la noche, el día y la noche siempre. ¿No
habrá nunca nada más? Acaso me volvía el mismo confuso deseo de que alguna vez,
al despertarme, no hallara solamente el día y la noche, sino algo nuevo,
deslumbrante y doloroso. Algo como un agujero por donde escapar de la vida.
Ana María Matute. Primera memoria (1959)
Una regadera, un rastrillo abandonado en el campo, un
perro tumbado al sol, un cementerio pobre, un lisiado, una granja pequeña, todo
eso puede convertirse en el recipiente de mi revelación. Cada uno de esos
objetos y los otros mil similares sobre los que suele vagar un ojo con natural
indiferencia, puede de pronto adoptar para mí, en cualquier momento que de
ningún modo soy capaz de propiciar, una singularidad sublime y conmovedora;
para expresarla, todas las palabras me parecen demasiado pobres.
Hugo von Hofmannsthal. Carta de Lord Chandos (1902)
[…] empecé a comprender la importancia que tenía ser
capaz de entusiasmarse por algo en esta vida. Él me enseñó que si te interesas
por alguna cosa, sea cual sea, debes volcarte sobre ella con todas tus fuerzas.
Abrazarla con ambos brazos, apretujarla, amarla, y sobre todo apasionarte por
ella. Si no hay entusiasmo nada vale la pena.
Roal Dahl. Mi tío Oswald (1979)
En cierto momento de mi vida me hice mis cuentas: si
salgo de casa para disfrutar de la compañía de una persona inteligente, de una
persona honrada, me encuentro afrontando, por término medio, el riesgo de
tropezar con doce ladrones y siete imbéciles que están ahí, dispuestos a
comunicarme sus opiniones sobre la humanidad, sobre el gobierno, sobre la
administración municipal, sobre Moravia… ¿Le parece que vale la pena? […] Y
además en casa estoy tan a gusto, y especialmente aquí dentro —alzó las manos
para indicar y englobar todos los libros de alrededor.
Leonardo Sciascia. A cada cual lo suyo (1966)
Laura Muntz Lyall. "Interesting Story" (1898) |
Las citas corresponden a las
siguientes ediciones:
-Rudyard Kipling. Discursos.
La Dragona, 2018. Traducción de Marta Gámez.
-Romain Gary. La vida ante
sí. Debolsillo, 2018. Traducción de Ana María de la Fuente.
-J. W. Goethe. Werther.
Cátedra, 2013. Traducción de Manuel José González.
-Ana María Matute. Primera
memoria. Austral, 2010.
-Hugo von Hofmannsthal. Carta
de Lord Chandos. Alba Editorial, 2001. Traducción de Antón Dieterich.
-Roal Dahl. Mi tío Oswald. Anagrama,
2017. Traducción de Enrique Hegewicz.
-Leonardo Sciascia. A cada
cual lo suyo. Alianza Editorial, 1992. Traducción de Ester Benítez.