Sin duda habrán observado ustedes que cada vez resulta más difícil entender lo que se oye en nuestra televisión.
No me refiero a que se digan incoherencias, que se dicen, desde luego; ni a que se den explicaciones deslavazadas que no significan nada, ni a que en la verborrea de algunos haya sólo palabras que son como un huevo roto: una cáscara sin nada dentro.
Todo esto ocurre, en efecto, pero ahora me refiero a esa otra manía de los parlanchines televisivos que consiste en adornar sus intervenciones con palabras en inglés, en incrustar términos de la lengua británica en sus discursitos, para, supongo yo, darse una pátina de modernidad y cosmopolitismo. Con resultado siempre ridículo, por cierto.
Comprendo que en algunos casos hay un estudiado afán de no llamar a las cosas por su nombre para hacerlas pasar por algo chuli. Es obvio, por ejemplo, en el caso de los minijobs, que suena mucho más simpático que "contrato basura"; o rider, que queda mucho más cool que "repartidor".
Pero no me explico qué necesidad puede tener un periodista de decir, por ejemplo, que habría que hacer "un test de antígenos antes del inside y cuando se acabe el inside cada uno a su casa". O que "Reino Unido ha hecho un lock-down total".
También me cuesta entender qué lleva a personas de habla española a decir que hay que mutear el micrófono, topar el precio del gas, o "tranquilizar a la gente en cuanto al timing". Bueno, tranquilíceme usted primero explicándome qué es eso del "timing", hágame el favor.
Yo me pregunto si quien habla así es simplemente un cursi o un pedante, o si es que en realidad no sabe que esas palabras extranjeras tienen su forma correspondiente en nuestra propia lengua. A veces, sinceramente, creo que es lo segundo, que la ignorancia del propio idioma lleva a algunas personas a pensar que en español no tenemos términos o expresiones equivalentes a timing, smoothie, tip, outfit , fake news, trending topic..., y quizá por eso se dicen cosas tales como que "esto es un preprint" o que "se va publicar un nuevo paper".
Me imagino la confusión y el desconcierto de muchas personas, sobre todo personas mayores, cuando oyen esa sarta de anglicismos, esa retahíla de términos ajenos a nuestro idioma que adornan las frases de quienes hablan en la tele, ya sea en una tertulia, en un concurso, en la publidad, etc.
Esta forma de complicar el discurso, de dificultar la comprensión llenendo nuestra lengua de palabras extranjeras me parece una falta de consideración y de respeto, no sólo a la propia lengua sino también a las personas que no entienden ni tienen por qué entender otro idioma.
Creo que eso es lo que más me molesta de esta tendencia tontaina. O trending foolishness.