sábado, 19 de febrero de 2022

Lenguaje tecnoflash

Ya en otras ocasiones hemos dedicado espacio en este modesto blog a ese lenguaje superchuli y megaguay que utilizan algunos para darle lustre y realce a su discurso. Sobre todo cuando ese discurso es un poquito simplón.

Quizá algunos de ustedes recuerden aquellos casos de lenguaje memotécnico que tanto deleite proporciona al oyente atento; o ese lenguaje ténico cuya utilización queda sólo al alcance de los más expertos y sofisticados hablantes.

Lo mejor del asunto es que estas palabras y expresiones tan pintureras y campanudas no dejan de aparecer y prosperar como florecillas regadas con el agua de la modernidad y la innovación. Y, para remate del tomate, estas florecillas reciben cada vez con más frecuencia el abono de la lengua anglosajona, lo que, sin duda alguna, fortalece su carácter rutilante y mentecato.

Como ejemplo de lo que estamos diciendo, valga el caso de las personas que, al ser amantes de estas expresiones técnicas y novedosas, no van al médico, sino al "proveedor de atención médica"; o el de aquellos que intentan venderte un "centro de fregado", mientras te ofrecen un simple cubo y una fregona.

Otros, amigos del extranjerismo, dicen que hay que cuidar "lo que es el fitting de los vestidos", o sea, que hay que procurar que el vestido que te vayas a poner sea el adecuado. Qué gran idea.

Y otros, dedicados al mundo empresarial, nos dicen que tienen intención de "convertir Barcelona en un hub", que por suerte significa "eje" o "centro". Menos mal. Por otro lado, nos dicen también que las empresas "están poniendo el target en los jóvenes". Esto puede ser más preocupante, ya que, entre otras cosas, el target puede ser el blanco o la diana. Pero cabe pensar que se refieren a que el público al que se dirigen las empresas son los jóvenes. Es lo malo del lenguaje tecnoflash, que nos deja a muchos atribulados y cariacontecidos.

Pero claro, cuando un organismo oficial dedicado a la gestión de la enseñanza, a velar por la formación académica de la muchachada, dice que a partir de ahora no se hablará de "alumnos suspensos" sino "en proceso de logro", ya debemos ir preparándonos para cualquier cosa.

En fin, son las consecuencias de la modernidad a toda costa; de las ganas de no dejar nada como estaba, por muy bien que estuviera; de la pasión por la innovación tontorrona y de las ínfulas creativas que tienen muchos que probablemente no tienen mucho que hacer.  


 

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20 comentarios:

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles creo que otras veces ya has comentado sobre este apasionante tema de las jergas y usos de palabras que teniendo su palabra en castellano parece que es mucho más interesante si se usa en inglés o un "palabro" técnico.

A veces da la sensación que lo importante es que no te entiendan, así que en una conversación cuanto más enredes, más sabio pareces y así los vendehumos profesionales cada vez parecen más sabios y aquellos que explican sus palabras con claridad y sencillez parece que son menos sabios. Es un poco el mundo al revés.
Y ya un mundo aparte es el de las locuciones deportivas, yo alucino escuchando neologismos inventados por ellos y palabras que para mi significaban otra cosa pero igual es que no estoy a la moda.
Un abrazo enorme

Albada Dos dijo...

Hay jergas muy curiosas, en medicina y derecho se dan en cantidad. Pero sí, a veces es para enumbrar algo muy simplón.

Un abrazo y buen finde

TORO SALVAJE dijo...

Lo primero, la gente que utiliza este tipo de expresiones me parecen unos catetos.
Creo que, por ejemplo en política, este tipo de expresiones hace que la gente se aleje de quienes las utilizan.
Sin ir más lejos yo hace tiempo que me niego, sea en radio o televisión, a escuchar a ningún político, sea del partido que sea, y lo hago porque sé que van a mentir, y que además me van a aburrir y finalmente a avergonzar de vivir en este país... porque estos caraduras y a la vez mentirosos y deshonestos están ahí porque la gente los ha votado, y si sigo con el razonamiento la conclusión es deprimente. Mejor no sigo.

Besos.

Anónimo dijo...

Y en el último párrafo te falta añadir: " y del buenismo eufemístico", en relación a lo que comentas sobre el "proceso de logro". Como dijo aquel político polémico, belicista, patriotero y castizo pero que aún hablaba en Español comprensible: "¡Manda huev...
carlos

José A. García dijo...

El lenguaje cambia todo el tiempo, el problema es cuando se lo quiere modificar a la fuerza, en esos casos las dificultades se vuelven patente.

Saludos,
J.

Macondo dijo...

Es que los viejunos tenemos la manía de seguir dándole importancia a la lengua de Cervantes, que al fin y al cabo no se habla en ningún sitio, teniendo la posibilidad de sustituir palabras o giros existentes pero trasnochados por otros ingleses o más molones.
Me he sentido muy identificado con tu entrada.

Ángeles dijo...

Así es, Conxita, este tema del lenguaje tontorrón y esnob es recurrente en este blog, porque cada vez que me encuentro con expresiones "técnicas" de esta clase me resulta imposible obviarlas. Y echar unas risas aquí en el blog, compartiendo estos "hallazgos" con vosotros me resulta inevitable :D

Claro que no estás a la moda, ni yo tampoco, porque si lo moderno es hablar de manera ridícula, yo prefiero quedarme anticuada ;)

Otro abrazo grande para ti.


Efectivamente, Albada, cada profesión tiene su lenguaje propio, su jerga, pero cuando en los medios de comunicación se habla de forma tan poco natural, y cuando algunos profesionales inventan expresiones que sólo buscan darse un aire moderno y exclusivo, el resultado suele ser bastante tontorrón.

Un abrazo y gracias.


Vaya, Toro, yo sólo pretendía que nos riéramos un poco con estas expresiones pretenciosas y catetas,como tú dices, no hacerte pensar en esos otros asuntos que mencionas y que, en efecto, resultan deprimentes.

Besos.


Pues sí, Carlos, eso del "buenismo lingüístico" es un asunto que genera expresiones ridículas pero que tiene implicaciones más profundas. Ése sería otro tema más complejo y que desde luego daría menos risa.

Gracias.


Exacto, José A. García, el lenguaje cambia constantemente, pero de manera natural y lenta, a lo largo de las décadas y los siglos. Cuando se pretende hacerlo cambiar de manera forzada se consigue justo lo contrario de lo que hace la evolución natural de las lenguas, que tiende a la economía de medios y la claridad.

Saludos.

Es cierto, Macondo, la lengua de Cervantes ya no se habla, y es bueno que sea así. Lo contrario significaría que el idioma estaría muerto e incapaz de evolucionar. También la lengua cervantina fue moderna en su momento y diferente del español de etapas anteriores.
Lo malo no es el cambio ni la introducción o adaptación de palabras nuevas. Los préstamos, los extranjerismos, enriquecen las lenguas, pero la manía moderna de recauchutar el español con palabras y expresiones inglesas (además mal utilizadas con mucha frecuencia) sólo lleva a la dificultad de comprensión (buscada intencionadamente, por supuesto) y al empobrecimiento del idioma. Además de resultar muchas veces sencillamente ridícula, como pretendo mostrar con los ejemplos que he traído.

Gracias!

Rodión dijo...

Yo diferencio los neologismos tontorrones (como buena parte de los ejemplos que pones) de los útiles o más establecidos. Por ejemplo, ''esnob'' comenzó como un anglicismo innecesario y ha terminado integrado en nuestro vocabulario. Aunque por lo general intento evitar los neologismos para no perder la riqueza de nuestro idioma, y sobre todo respetar la sintaxis, sí me descubro usando algunas palabras de nuevo cuño cuando apuntan a un significado concreto y voy a ser entendido en un contexto determinado, sin darle excesiva importancia.

Tema aparte lo de ''en proceso de logro'', de lo que también me he enterado. Ahí veo mayores implicaciones, porque es un cambio semántico que va más allá del eufemismo.

''Jaimito, ¡has suspendido ocho asignaturas!
No, mamá...
¡Pero si el profesor dice que has dejado los exámenes en blanco...
Sí, mamá...
¡Y encima has faltado a clase la mitad el trimestre!
Sí, mamá...
¡Y has vendido los libros y no llevas ni cuaderno al colegio!
Que no te enteras, mamá, que estoy en proceso de logro...''

MJ dijo...

No conocía ni uno solo de los palabros que has puesto de ejemplo. No los entiendo, ni entiendo por qué los utilizan ... Bueno, sí. Los utilizan para dar importancia y aires de modernidad a un discurso vacío, como ya comentabas en la entrada. Si el discurso ya me parecía vacío en español, imagínate lo que me puede parecer si no entiendo los anglicismos o los palabros inventados que meten con calzador. Conmigo les sale el tiro por la culata porque, en lugar de atraer mi atención, hacen que deje de escucharles. Enredan para parecer que dicen algo y no decir nada.
Es estupendo que sepas transmitirnos estos mensajes con humor, porque, a veces el humor, es una de las pocas salidas que nos quedan ante esos pretenciosos.
Gracias por tu buen hacer.
Besos.

Rick dijo...

"En proceso de logro", de momento, ya tenemos a tres "colectivos": los malos traductores de inglés, los periodistas modernos y la caterva de políticos también modernos (sean del partido que sean). Y lo triste del asunto es que, como bien dices, en la gran mayoría de los casos el orden de aparición de las tonterías lingüísticas es exactamente ese. También es cierto que los políticos por su cuenta son un no parar de expresiones "campanudas y mentacatas": ahora visualizan, perciben, audicionan y cosas así.

Pero lo de los traductores me anda en la cabeza: hoy, que tienen muchos más recursos que hace cincuenta años (tanto por publicaciones impresas como por Internet), parece que se hayan empeñado en jibarizar las lenguas a base de fusionarlas. O crear nuevas formas expresivas: del inglés "I used to love her" traducen literalmente "Yo solía quererla mucho" y se quedan tan panchos. Esa expresión, en vez de usar el pretérito imperfecto, ya la he escuchado en algunas series de televisión. Y no les importa que suene un poco raro eso de que unos días la quería y otros no.

En fin, paciencia.

Ángeles dijo...

Claro, Rodión, los neologismos no son malos, al contrario; no sólo es que sean buenos porque enriquecen el idioma (y por lo tanto nuestro pensamiento y nuestra comunicación), sino que son necesarios e inevitables.

Lo malo es esa manera de hablar forzada, complicada, pretenciosa, y hasta retorcida que tanto se lleva. Es lógico que al principio cueste aceptar una palabra nueva, lo mismo que nos cuesta adaptarnos a cualquier cambio o novedad del tipo que sea. Pero si poco a poco el hablante va percibiendo la utilidad y la comodidad de expresión que ese neologismo proporciona, acabará utilizándolo con naturalidad. Pero ese es justamente el problema de este lenguaje "tecnoflash" del que hacemos guasa aquí: la falta de naturalidad y de comodidad expresiva.

Y para unirme a tu parodia, se me ocurre:
-Pepe, voy con el niño al proveedor de atención médica.
-Vale, yo mientras haré uso del centro de fregado, que el salón necesita atención a nivel suelo.

Gracias.


Yo siempre pienso en eso, MJ, en las personas que se quedarán sin entender la mitad de los que dicen algunos, cuando empiezan a "adornar" su discurso con el fitting, el default, el hub, el target, etc. O cuando inventan nombres estrambóticos para que parezca que están diciendo algo muy moderno y muy técnico. Para no llamar a las cosas por su nombre, vamos.

Me alegra que hayas visto el humor que he intentado transmitir en la entrada, porque, en efecto, hay cosas que es mejor tomárselas a risa.

Gracias a ti, como siempre.
Besos


Pues sí, Rick, paciencia hay que poner mucha ante tanta tontería. Y también ante la incompetencia que, como señalas, muchas veces se observa en ciertas traducciones.
En un tiempo se hablaba de "español de traducción" para referirse a esas traducciones escritas en un español que no era natural, que usaban estructuras, coletillas y fórmulas fijas repetidas una y otra vez (como esos "yo solía..." que mencionas).

Hoy día las traducciones literarias se cuidan mucho más y la traducción está mucho más profesionalizada que hace sólo unas décadas.

Pero en los subtítulos de las películas se siguen leyendo barbaridades, que con mucha frecuencia no se deben a un traductor inepto, sino a que se trata de una traducción autómatica. Pero es que hay personas que siguen pensando que "da igual, si se entiende", o que la traducción es un proceso mecánico que puede hacer un traductor automático, que no es más que una base de datos, un diccionario que funciona solo, por así decir. Y otros que con el traductor de Google se apañan y así se ahorran el sueldo de un traductor. Bueno, seguramente no será eso :D

Gracias.

Beauséant dijo...

Ayer leí una de esas en una noticia sobre el ITER:

la ASN afirma que los dos sectores se cayeron al suelo en la fábrica y “sufrieron distorsión dimensional”

Teniendo en cuenta que el ITER se dedica a crear plasma de fusión pensaba que sería un agujero negro y que de repente había aparecido el abuelo de los ciéntificos para decirles que no siguiesen adelante con el experimento

Pero no, “sufrieron distorsión dimensional”, es lo que pasa cuando algo se te cae al suelo y se abolla :)


Ángeles dijo...

Jajaja, qué bueno, Beauséant. Me hubiera encantado que fuese lo del abuelo que imaginaste. Pero, hay que reconocerlo, el que se haya inventado lo de la "distorsión dimensional" es un poeta del absurdo, un surrealista, un dadaísta!

Gracias por traernos esta joya del lenguaje tecnoflash :D

Bubo dijo...

Puedo comprender el lenguaje técnico. El uso de anglicismos sin que sea un impedimento para entenderse con otros. Incluso el uso de lenguaje inclusivo con su todos todas, pero cuando se junta todo... Mejor matarlos.

JuanRa Diablo dijo...

¿Quién se apunta a las Cruzadas en defensa de nuestro idioma?
Se buscan hidalgos amantes de nuestra lengua que lleven adarga antigua y monten rocín flaco (el galgo corredor es opcional)

Iremos empujando anglicismos hasta que caigan por los acantilados al mar. Llevaremos estropajos con lejía para fregotear lenguas ampulosas y pedantes.

Y les cambiaremos el vestido a los extranjerismos para que tengan su aire castizo, su aroma castellano y su arsa y su gracejo.

Yo estoy dispuesto, ¿alguien me sigue?

Ángeles dijo...

Tienes razón, Bubo, son tantos los ataques que sufre nuestro pobre idioma por parte de unos y otros, que vistos por separado resultan casi soportables. Pero cuando se juntan la pamplina esnob, la hipócrita corrección política, la pedantería, la ignorancia, todo en uno, se hace en verdad una bola intragable.

Gracias.

JuanRa, te veo muy aguerrido y desfacedor de entuertos.
Pero ya sabes lo que dijo el sabio: "No pelearse" :D Así que en vez de pelear contra los enemigos del lenguaje (porque, reconozcámoslo, es una batalla perdida), yo abogo por la chufla y la cuchufleta, por poner de manifiesto las ridículas creaciones de estos artistas del lenguaje, y así nos reímos en vez de enfadarnos.
Aunque lo del estropajo con lejía no me disgusta... :D

Gracias!

Joaquin dijo...

Una forma de escribir muy interesante. Me han encantado expresiones como "y para remate del tomate" y "la pasión por la innovación tontorrona"

Ángeles dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Joaquín, que me alegran mucho :)

Saludos, y espero seguir viéndote por aquí.

Eme dijo...

Bueno, que te sigo leyendo y me gusta tanto.

Otro abrazo más.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Eme, cuánto me alegro :)

Abrazos para allá.