domingo, 28 de marzo de 2021

Aurora

Cuando entré en la habitación, ayer por la mañana, ella seguía durmiendo. Abrí las cortinas  y entonces se movió. Abrió los ojos despacio, parpadeando. Después me miró con una mirada clara, profunda, que me desconcertó.

Las otras siempre se despertaban muy alteradas, y al verme me gritaban o lloraban, preguntando dónde estaban, qué les había hecho, quién era yo y qué quería de ellas. Era el peor momento, y tenía que calmarlas otra vez. En cambio, con ella fue diferente. No gritó, no lloró. Sólo preguntó dónde estaba. Parecía que sabía todo lo demás. Sin duda ella es distinta. Le pregunté su nombre: Aurora. Ese nombre es una metáfora, una promesa. Creo que me quedaré con ella.

Cada vez entiendo mejor la importancia que tienen algunas personas para el funcionamiento del universo. Por lo general, unos somos los técnicos, los que movemos las palancas, pulsamos las teclas y giramos los volantes; pero necesitamos de los otros, que son las  piezas, los engranajes, los cilindros y las válvulas que hacen que el mecanismo se mueva y nunca se detenga. La diferencia con otros técnicos es que yo soy consciente de esto, de lo importantes que son las piezas, hasta las más diminutas, para que todo funcione bien. 

Y por eso las traigo, para cuidar de ellas, para protegerlas.  Aunque hasta ahora ninguna lo ha comprendido. 

Pero lo que vi ayer y  he visto hoy en Aurora es mucho más profundo que lo que había visto hasta ahora en las otras. Las otras no eran conscientes de su importancia. Sólo les preocupaba su integridad, su hambre, su miedo y su deseo de escapar. Pero no tenían ninguna conexión con su alma, con su esencia. Aurora en cambio sólo mira hacia dentro. No habla, no pide, sólo espera. Ella se conoce y está conectada con su verdadera entidad.

Ha sido una suerte encontrarla, porque ya estaba harto de piezas vulgares, materialistas, que me ofrecían dinero para que las dejara marchar. Qué simples, qué superficiales. No servían para el papel que les otorgó el universo. Por eso hay tantos fallos.

Pero ahora, con Aurora como inspiración y como motor verdadero, las personas dejarán de ser esos simples instrumentos que funcionan sin saber por qué, sin conciencia de la maquinaria a la que dan vida. Empezaré por salvarlos a todos de su degradación, de su envilecimiento, y entonces Aurora y yo haremos que el mundo funcione como debe.


Dreamstime steampunk


15 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Aurora es un nombre muy importante para mí.
Me ha gustado mucho el relato.
Quizás ella nos salve del caos al que estamos abocados.

Besos.

Anónimo dijo...

¡Jo, eres una experta mecánica...ya una colega de mi gremio jajaja
A ver... cómo no capto el simbolismo...¡pues que casi parece esto una justificación de un depredador sexual como el coleccionista ése de la peli. A ver si lo explicas
carlos

José A. García dijo...

Cuando olvidamos cuál es nuestro propósito en la vida no convertimos en "simples instrumentos que funcionan sin saber por qué".

Saludos,

J.

Albada Dos dijo...

Fabricar a esa personitas, las imaginé niñas, ha sido un acierto, seguro. Un buen texto.

Por la mecánica. Un abrazo

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Toro, me alegro de que te haya gustado, y de que el nombre tenga significado para ti.

No sé si esta Aurora va a poder hacer mucho por salvarnos, teniendo en cuenta que ella misma ha caído en manos de un pretendido "salvador" que no parece muy fiable.

Besos.


Pues no, Carlos, de experta nada, y mucho menos en mecánica, jaja. Eso te lo dejo a ti.

Y en cuanto al simbolismo, lo has captado perfectamente. Sí, es un personaje de ese estilo, del coleccionista, de John Fowles. He pretendido dibujar a un personaje trastornado con delirios de "salvador", que anda en busca de la compañera ideal con la que llevar a cabo sus disparatados planes de arreglar el mundo.

Gracias.


Sí, José A. García, así creo yo que es.

Gracias. Un saludo.


Gracias, Albada.

Me gusta mucho ver las diferentes interpretaciones que pueden surgir a partir de un texto (en particular de uno tan modesto como cualquiera de los que aparecen por aquí).

Viva la mecánica, sí ;) Un abrazo.

Rodión dijo...

Me ha parecido un cuento magnífico, sin exagerar. Cuando empecé a leerlo, pensé que era un posible relato de vampiros (a pesar de la luz del día, o quizá precisamente por resaltar ese nombre, 'aurora'), y hasta cierto punto no me equivocaba. Un depredador de este tipo, a fin de cuentas, tiene mucho que ver con los vampiros.

Me ha gustado que, a pesar de que la lectura principal esté clara, sean posible otras lecturas. Lo veo como un cuento de terror, y la forma en la que ocultas cualquier nota escabrosa, debajo de esa fantasía onírica del universo mecánico, con sus tuercas y palancas, lo hace aún más terrorífico. Como lectores, recibimos la imagen que nos da el narrador de Aurora, casi como un amor platónico o una amiga redentora, pero nos podemos imaginar una realidad más cruda.

No tiene mucho que ver, pero por alguna razón me ha venido a la mente un cuento de Cortázar: 'Circe'. Un cuento, para mí, de terror sin paliativos. Allí el título termina de perfilar la lectura en clave mitológica del relato, que nos habla de cómo el narrador se ve atrapado y al fin consigue escapar de una psicópata de manual; una segunda lectura vuelve terrorífico hasta el comentario más inocente. Aquí, 'Aurora' tiene un sentido aparte del nombre propio, claro que el narrador está haciendo partícipe al lector de su propia visión del asunto.

PS: Perdona el rollo. Debe ser un efecto secundario de la Astrazeneca, pues me he vacunado esta mañana.

Beauséant dijo...

No sé si era la intención, pero el mecánico que lleva la voz en el texto no me parece una persona con muy buenas intenciones. A veces quieren salvarte y con esa excusa se apoderan de tu vida. Quizás aurora debería ser lo que quiere ser, ¿no?

JuanRa Diablo dijo...

He aquí algún loco de los que piensan que el mundo es como una máquina perfecta que siempre ha de funcionar bien.
Me pregunto si Aurora no sabe bien lo que ocurre o es más lista que el hambre y espera un descuido para escapar.

PD Reconozco que ha sido Carlos el que me ha dado la pista para entender las pretensiones del "mecánico"

Ángeles dijo...


Muchas gracias, Rodión, eres muy amable, y me encanta que te haya gustado.

Tienes razón, desde luego, en que un depredador tiene mucho de vampiro. De hecho se habla de "vampiros emocionales" como otra forma de referirse a determinadas personas poco convenientes. Me parece interesante que el inicio del relato te llevara a pensar en eso.

Sí, esa era mi intención, que fuese un relato de terror, y de terror del que no mola, es decir, del real, del que puede producirse, y se produce, en cualquier momento, en cualquier calle. El personaje es un secuestrador de mujeres que se cree un salvador, un redentor. Me alegra que lo hayas visto.

Tampoco hubiera pensado en la Circe de Cortázar, aunque es un relato que me gusta mucho, y que considero de terror también, por supuesto.

Jaja, nada de rollo, al contrario, te agradezco mucho tu interesante análisis, que denota una lectura atenta de este modesto relato.

Muchas gracias de nuevo por tu apreciación, y enhorabuena por la vacuna :)

PD: si no conoces El coleccionista, te la recomiendo, tanto la novela de John Fowles como la película de William Wyler.


En efecto, Beauséant, eso pretendía yo, justamente. Las intenciones de este "mecánico" trastornado no son nada buenas: se cree con la misión de salvar el mundo, nada menos, y va secuestrando mujeres en busca de la compañera ideal para su misión.

Aurora simplemente ha tenido la desgracia de caer en sus manos, y su nombre, para colmo, reafirma al psicópata en que ella debe ser la elegida.

Gracias.


Lo malo de este "loco", JuanRa, no es que crea que el mundo debería funcionar mejor (creo que no es el único que piensa eso); lo malo es su forma de llevar a cabo lo que él, en su trastorno, considera que hay que hacer para solucionar esos fallos.

Yo creo que Aurora se ha dado cuenta de lo que pasa, por eso no llora ni patalea, porque sabe que eso no serviría de nada, o sólo serviría para empeorar su situación (como las víctimas anteriores, a las que el tipo tiene que "calmar"). Quizá, como tú sospechas, tiene la esperanza de escapar con bien, de algún modo, de esa trampa en la que ha caído. Ojalá.

PD: bien por Carlos y bien por ti ;)

Marisa C dijo...

Confieso que, al principio, he sentido un poco de desazón; veía algo truculento en ese despertar. Pero todo va cobrando esperanza. Así supongo que nos sentimos muchos ahora mismo, asustados cuando levantamos la cabeza hasta que vemos a alguien que nos echa una mano y nos da luz. Abrazos.

Marisa C dijo...

Hola de nuevo. Después de leer otros comentarios, veo que no he captado en absoluto tu mensaje. Y eso me preocupa, y mucho; creo que estoy esperando a que me salven en vez de salvarme yo... Madre mía, como están las cabezas con tanta pandemia. Abrazos.

MJ dijo...

Narras la historia de un modo sorprendente enfocado desde el punto de vista del depredador que, dentro de su lógica trastornada, se cree un salvador y que, encima, la reacción y el nombre de la chica le da alas... ¡Qué horror! Espero que Aurora encuentre una escapatoria y este "salvador" se lleve su merecido.
Me ha dado miedo. Pero ese era tu objetivo, claro. Conseguido.

Ángeles dijo...


Hola, Marisa.
No creo que deba ser motivo de preocupación el no captar lo que yo pretenda dar a entender con un relato. Entre otras razones porque es muy posible que el relato no esté bien hecho y mi intención no quede clara.

En cualquier caso, como ya he comentado otras veces, me parece muy interesante ver cómo un mismo texto puede dar pie a diferentes interpretaciones, dependa esto de lo que dependa.

Pero también es lógico que nos sintamos un poco desconcertados en estos tiempos, e incluso que vayamos predispuestos a leerlo todo bajo una luz determinada.

Un abrazo, y muchas gracias, como siempre, por tus comentarios.


Yo también, MJ, espero que Aurora encuentre el modo de escapar.

Mi objetivo no es tanto que el relato dé miedo como reflexionar un poco, mediante una modesta narración, sobre cómo una persona perturbada puede tener ideas lógicas, ideas que denotan inteligencia y hasta empatía (el mundo como un mecanismo donde cada persona importa), pero que resultan escalofriantes cuando llevan aparejadas otras ideas y comportamientos malsanos.
Lo más terrorífico para mí es saber que es imposible razonar con una persona así.

Aunque si has sentido algo de miedo, me "alegro", porque entonces algo funciona en el relato ;)

Gracias.

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles, ciertamente tu cuento inquietaba y cuando ha aparecido el salvador he entendido el motivo. El mundo no necesita de más salvadores que con sus "buenas intenciones" lo acaban complicando todo mucho más. En esta pandemia hemos visto ejemplos de salvadores que hacían desaparecer el virus y sus consecuencias sin ninguna base científica y lo peor es que tenían sus seguidores.
Al leer tu cuento y los comentarios de los compañeros he recordado las veces en que mientras se escribe se quiere contar algo y después los comentarios de los lectores te descubren otra historia que igual no habías pensado, en este caso parece que sí que nos has hecho reflexionar sobre esas personalidades que creen tener la razón y son capaces de cualquier cosa para conseguirlo, desde luego miedo sí que causa.

Un abrazo

Ángeles dijo...

Hola, Conxita.

Es cierto lo que dices: los lectores descubren o intuyen en los relatos ideas que no había visto quien lo escribió, y eso es bueno, porque le da nuevas dimensiones al relato, que dependen de la experiencia, los intereses, etc, de cada lector. Ya lo dijo el sabio: el escritor sólo empieza el libro; el lector lo termina.

En este caso, efectivamente, se trata de eso, de un personaje que solo ve el mundo desde su perturbado punto de vista. Alguien así da mucho miedo, sí.

Abrazos!