miércoles, 4 de diciembre de 2024

Invitados

La Navidad es tiempo de tradiciones, y en este blog somos afectos a las tradiciones. Al menos a algunas, y en concreto a las que hemos creado aquí nosotros y para nosotros.

Así que en estos días decembrinos en los que vamos despidiendo un año y nos preparamos para recibir otro, cumplimos con nuestra tradición de invitar a unos cuantos sabios para que nos dejen un regalo en forma de palabras.

Y en esta ocasión se han puesto de acuerdo para hablarnos precisamente de las palabras; de las que pensamos y de las que pronunciamos, ya sea por escrito o en conversación, y de la importancia de usarlas bien; de la dificultad de encontrar a veces las que necesitamos; de cómo pueden ser el sustento de una amistad; del poder que tienen para cambiar nuestro estado, para bien o para mal. Y de los males que las aquejan, como las dictatoriales restricciones a la expresión que a veces algunos imponen. Y de cómo las palabras, las palabras solas, pueden ser una fuente de felicidad.  

Esto es lo que, a través de los años y los siglos, nos dicen hoy y con la misma vigencia que cuando las pensaron por primera vez:

 

Es posible que le hubiera gustado hacerle esas confidencias a alguien. Pero ¿cómo referir un malestar indefinible que cambia de aspecto como las nubes y gira en torbellinos como el viento? Así que le faltaban las palabras y la ocasión y el atreverse.

 Flaubert. La señora Bovary (1856)

Pero nosotros hemos experimentado lo que hace indisolubles las amistades: hay entre nosotros ese intercambio constante de impresiones felices de una y otra parte que tal vez haga de la amistad, bajo este aspecto, algo más rico que el amor.

 Balzac. La falsa amante (1843)

 *

Soy, por vocación, traficante de palabras, y las palabras son, sin duda, la droga más potente utilizada por la humanidad. Las palabras no sólo contagian, infectan, envenenan, narcotizan y paralizan, sino que entran y cambian las células más ínfimas del cerebro.

 Rudyard Kipling. «Los cirujanos y el alma» (1923)

 *

Las únicas condiciones en que tales conversaciones especulativas pueden resultar agradables son la libertad para bromear, la posibilidad de cuestionar cualquier cosa siempre que no se use un lenguaje insultante, y la licencia para socavar o refutar cualquier argumentación sin ofensa al argumentador. Y a decir verdad, conversar se ha convertido en una actividad penosa para la mayoría de la gente a causa de las estrictas leyes que se imponen a las conversaciones, y de la pedantería y beatería dominantes entre quienes se alzan en dictadores de esas jurisdicciones.

---------------------------------------------------Shaftesbury. Sensus communis. Ensayo sobre la libertad de ingenio y el humor en una carta a un amigo (1709)

*

Así que las palabras me servían, acaso más los adjetivos que los sustantivos, para contrastar la osificación del mundo […] Como ya de niño, cuando las buscaba en el diccionario y cada una de ellas parecía una diosa que nace del mar. Palabras inventadas y tiempo detenido: ésta es mi receta para ser felices.

 Gesualdo Bufalino. Argos el ciego (1984)

*

Cuando estaba escribiendo me olvidaba de estar triste. Me olvidaba de preocuparme por el futuro. Me olvidaba de dónde estaba. […] ¿Sabías que puedes sentarte delante de una pantalla o de un bloc de papel y cambiar el mundo? El cambio no dura mucho, el mundo siempre vuelve, pero mientras dura, es alucinante. Lo es todo. Porque puedes hacer que las cosas sean como tú quieras.

Stephen King. Billy Summers (2021)


***

Para todos ustedes, mis mejores deseos para lo que queda de este año y para todo el siguiente.


Vecteezy.com Vintage letter

Las citas corresponden a las siguientes ediciones:

Gustave Flaubert. La señora Bovary (Alba editorial, 2012). Traducción de María Teresa Gallego Urrutia.

Honoré de Balzac. La falsa amante (Ediciones Invisibles, 2019). Traducción de José Ramón Monreal.

Rudyard Kipling. Discursos (La Dragona, 2018). Traducción de Marta Gámez.

Shaftesbury. Sensus communis. Ensayo sobre la libertad de ingenio y el humor en una carta a un amigo (Acantilado, 2017). Traducción de Eduardo Gil Bera.

Gesualdo Bufalino. Argos el ciego (Anagrama, 2006). Traducción de Joaquín Jorda.

Stephen King. Billy Summers (Scribner, 2021). El párrafo utilizado es traducción propia.


25 comentarios:

Beauséant dijo...

Veo que sigues apegada a los clásicos :)

Muy apropiadas las palabras de Shaftesbury para estos tiempos, aunque a mi me han gustado mucho las de la amistad, otra palabra un poco maltratada también.

Quizás los clásicos tengan las respuestas para todo, ¿verdad?

Macondo dijo...

Benditas palabras.
Gracias por las citas y tus buenos deseos, que son recíprocos.

TORO SALVAJE dijo...

Siempre he dicho que lo que aprendo aquí no tiene precio.
Te lo agradezco.

Las palabras son llaves que abren las emociones.
Bien usadas pueden elevar a los hombres... en cambio utilizadas con intenciones perversas pueden provocar hasta nuestra propia extinción.
Hay que saber usarlas, entenderlas y en muchos casos saber descontaminarlas.

Me uno a tus buenos deseos.

Besos.

JuanRa Diablo dijo...

Asomo por aquí como las nubes, girando en torbellinos, y también traigo palabras que contienen los mejores deseos en estas fechas para una amiga (cuyo blog y sus tradiciones me frislan) y con quien tengo la libertad para bromear en cualquier momento.

Si he copiado a alguno de estos sabios o he inventado alguna palabra... ha sido pura casualidad. O simplemente que puedo hacer que las cosas sean como yo quiero.

¡Felices fiestas a todos los jugueteros!

*entangled* dijo...

Excelentes citas. Me ha gustado la de Balzac, y más aún la de Stephen King.

Saludos.

Rodión dijo...

Qué buena tradición la que nos compartes cada año, Ángeles, y con un tema central de este blog, que es el poder de las palabras. Todas las citas que dejas merecen leerse, y ponen el acento en una u otra potencialidad del lenguaje, pero quizá me han gustado especialmente la primera y la última.

La de King nos habla de la capacidad de quien escribe para imaginar una realidad diferente a la dada, y con ello de poder afectar a nuestro propio estado de ánimo. Lo he constatado muchas veces escribiendo humildes ficciones, destinadas a mí mismo o a dos o tres personas con quienes las comparto, o mismamente con lo que escribimos en el blog. Es la creación literaria como terapia.

El de Flaubert es el fragmento que me resulta más bello de todos los que has dejado. Es el juego del autor que describe con palabras precisas la incapacidad de su personaje para usar palabras precisas. No importa si Flaubert escribiera o no realmente aquella frase, porque nos sirve para dar sentido a cómo comprendía tan a fondo la insatisfacción y los sueños incumplidos de personas ''normales'', no de héroes ni de mentes preclaras que protagonizaban las novelas al uso, sacando así colores en la supuesta mediocridad: ''Madame Bovary soy yo''.

Muy de acuerdo con el gran Balzac al dignificar así el diálogo en una verdadera amistad, pero ya que nos ofreces dialogar de tú a tú con estos genios, me gustaría decirle algo que ya sabe: el amor ofrece asimismo una oportunidad única para el intercambio de impresiones, y es algo que no ofrece la amistad: la búsqueda siempre personal de las palabras adecuadas y sentidas para expresar algo difícil de expresar, que es lo que sentimos por alguien, cómo la vemos como una persona única que merece ser amada, y cómo lo daríamos todo por ella.

Un abrazo.

Rick dijo...

Cada una de esas frases es una pieza de un algo mucho mayor e inabarcable, que es el poder expresivo. Tan difícil a veces por no tener la maestría o el vocabulario (Flaubert lo resume muy bien). O porque no siempre se pueden intercambiar impresiones felices (y Balzac lo sabe).

En cambio esa cita de Shaftesbury, hablando sobre las leyes sobre las conversaciones anticipa en trescientos años la corrección política actual. La que puede impedir a alguien como Kipling "drogarnos" con la total potencia alucinógena que a él le hubiese gustado. Esa droga cuyos efectos ya se muestran en la infancia, como dice Bufalino, y pueden llevarnos a ser traficantes también nosotros, como asegura King.

Estupenda selección. Muchas gracias y suerte con el aluvión de fiestas que se acerca, guste o no.

Saludos mil.

Ángeles dijo...

Pues sí, Beauséant, tan apegada que ya no sé si soy clásica o directamente antigua :D
Pero sí que creo, como dices, que los clásicos tienen todas las respuestas. Al menos yo las he encontrado siempre ahí. Por algo quienes las dan son eso, clásicos.

Me alegra mucho que te hayan gustado las citas :)

Ángeles dijo...

Pues sí, Macondo, benditas palabras.
Gracias.

Ángeles dijo...

Muchas gracias a ti Toro, por tu inacabable amabilidad.

Me ha gustado eso de que las palabras son llaves que abren las emociones. Porque es verdad, pueden transformar nuestro estado de ánimo. Y en eso precisamente consiste la poesía, eh? ;)

Besos.

Ángeles dijo...

Gracias, JuanRa, me frislan tus palabras ;)

Ángeles dijo...

Gracias, entangled, me alegra mucho que te hayan gustado las citas, y me encanta que destaques la de SK :)

Saludos!

Ángeles dijo...

Gracias, Rodión, qué bien que te guste esta tradición y te hayan gustado estas citas en particular.

Ya suponía yo que sería fácil identificarse con la de SK, y debo decir que uno de los aspectos que más me gustan de sus novelas es precisamente que con frecuencia habla de eso, de la escritura, del hecho literario en sí, y sus reflexiones a este respecto son siempre emocionantes.

Respecto a la cita de Flaubert, en efecto, es curioso que hable de la incapacidad de encontrar las palabras necesarias precisamente quien buscaba siempre "le mot juste", y es justo por lo que dices, por su capacidad para "ver" al otro, por su comprensión del ser humano.
Por algo los grandes son los grandes, eh? ;)

Tú comentario sobre las palabras de Balzac es conmovedor, y me lleva a otra frase de SK que me causa cierto desasosiego: "Las cosas más importantes son las más difíciles de expresar porque las palabras las empequeñecen".

Gracias, como siempre, por tus reflexiones.

Un abrazo.

Ángeles dijo...

Rick, me encanta la forma en que has conectado y enlazado las citas, que adquieren así una dimensión más amplia aún.

Gracias a ti por tus ideas y por tus buenos deseos ;)

Otros mil.

José Antonio López Rastoll dijo...

Sugiero la escucha de la canción "Palabras" de la Orquesta Mondragón (Tómatelo con calma, 2000). Me han encantado todas la citas.
Saludos.

Ángeles dijo...

Muchas gracias por la sugerencia, José Antonio. La buscaré.
Y celebro que te hayan gustado las citas.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Es una bonita tradición traernos las palabras, siempre sabias, de los clásicos. Por algo son clásicos, claro.
Me gustan todas. Están muy bien escogidas.
Por lo que dice podríamos pensar que Balzac tenía unos amigos a los que les pasaban muchas cosas buenas y a él también y por eso sus conversaciones eran alegres. Sería la alegría de escribirse, escucharse o verse, porque Balzac sabe que solo los amigos de verdad saben escuchar también las penas.
¡Qué contemporánea es la cita de Shaftesbury! Sigue ocurriendo lo mismo hoy en día.
Pero creo que la cita que más me ha gustado es la de King. Cuando escribes creas tu mundo y estás en él, tú pones las reglas, pasa lo que tú quieres que pase y te olvidas del mundo real. Pero, cuando dejas de escribir o de leer, te devuelven al mundo... y, a veces, la bofetada de realidad es chocante.

Mis mejores deseos para estas fiestas, buena salida de año y feliz año nuevo para ti y los tuyos y para todos los lectores del blog.
Besos.

Anónimo dijo...

P D. Soy MJ

Ángeles dijo...

Gracias, MJ, me alegra mucho que te hayan gustado las citas. A mí me ha gustado lo que dices respecto a la de Balzac.

Y también es cierto que a veces la "bofetada de realidad" es dolorosa o desconcertante. Por eso siento yo tanta gratitud por esos grandes autores que nos ofrecen otros mundos, otras realidades alternativas en las que habitar.

Mis mejores deseos para ti también.

Conxita C. dijo...

Es un placer leerte de nuevo Ángeles y reencontrar esas tradiciones con las palabras de los sabios que nos regalas.
Yo me quedo con la última cita, la de Stephen King porque con frecuencia escribiendo he tenido esas sensaciones, ese poder casi mágico de olvidar la realidad, de crearse una distinta, de cambiar el mundo, de crear otros mundos, descubrir otras realidades . ¿Por qué no intentarlo con las letras? Ellas nos dan esa posibilidad, esa es su magia...La vida ya se encarga de volvernos a la realidad y a que no todo se puede cambiar.
Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.
Alejandra Pizarnik

Ángeles dijo...

Gracias, Conxita, me alegra mucho verte también por aquí. Parece que la cita de SK es la preferida por la mayoría, y es que creo que explica de forma muy sencilla un sentimiento o una sensación que todos compartimos, ¿verdad?
Y sin duda, como bien dices, la realidad no se puede cambiar, y a veces es muy antipática.
Un abrazo.

Ángeles dijo...

Gracias por tu visita, Pedro M. Martínez, y por esa cita tan oportuna de A. Pizarnik.

Chafardero dijo...

Muy interesantes todas las citas, pero me quedo con la de Kipling, las palabras son la droga más dura de que disponemos. Y lo que nos confiere humanidad. Sin ellas seríamos una especie más bregando con nuestros instintos primarios.
Saludos y feliz año

Ángeles dijo...

Totalmente de acuerdo, Chafardero. Las palabras tienen un efecto en nosotros, bueno o malo, del que con frecuencia no somos conscientes.
Y por supuesto, las palabras, el lenguaje, son lo que nos hace humanos. Esa idea ronda por todas las esquinas de este blog.

Gracias por tu comentario, y feliz año para ti también.