lunes, 23 de octubre de 2023

Onomaturgia II

Como dijimos en la entrada anterior, la onomaturgia es el concepto lingüístico que se refiere a la creación de palabras por parte de personas concretas. Es decir, palabras acuñadas por alguien en particular en un momento determinado.

Entre los ejemplos que mencionamos estaba la palabra "conspiranoia", que se relaciona estrechamente con otra de las palabras que, como ya dije, guardo en mi colección onomatúrgica.

Esa otra palabra es magufo, creada por Xoán M. Carreira en 1997, mediante la combinación de "mago" y "ufólogo", para referirse a los profesionales del ocultismo. Después su significado se ha ampliado y se usa para denominar a aquellas personas que propagan  pseudociencias y teorías conspiranoicas y a quienes creen en ellas.

Otra palabra que guarda relación con lo oculto, lo misterioso y lo mágico es numinoso, a la que le dedicamos una entrada en su momento.

El término "numinoso" fue creado por el teólogo y filósofo alemán Rudolf Otto (1869-1937) para  denominar la oposición entre lo terrenal y lo sobrenatural, ese  “misterium tremendum que inspira temor y veneración”. 

Y a mí es que eso de "misterium tremendum" me chifla, la verdad.

También me chifla una palabra muy simpática que acuñó don Miguel de Unamuno para referirse nada menos que al arte de hacer pajaritas de papel, al que él mismo era aficionado. A esta poética ocupación la denominó cocotología, a partir del francés cocotte, que significa justamente "pajarito", "pájaro joven". Unamuno dejó constancia de su creación en un ensayo titulado Apuntes para un tratado de cocotología (1902).

No sería justo hablar de onomaturgos, es decir, de creadores de palabras, y no mencionar a John Koenig, a quien también le dedicamos una entrada tiempo ha.

Como probablemente sepan ustedes, Koenig es el creador del Dictionary of Obscure Sorrows, en el que recoge numerosas palabras acuñadas por él mismo para denominar emociones, sensaciones y sentimientos que en la mayoría de los idiomas no tienen un término específico que las denomine.

Entre sus creaciones está, por ejemplo, la palabra agnosthesia, que denomina el "estado de no saber cómo nos sentimos respecto a algo", y está formada a partir del griego agnostos ("desconocido") y diathesis ("estado de ánimo"). Otro ejemplo es adomania, que es la sensación de que el futuro está llegando antes de tiempo.

No creo que las palabras de Koenig lleguen a ser de uso común en algún idioma como para entrar en los diccionarios generales, porque suelen ser complejas en su significado  y requerirían adaptaciones ortográficas,  pero como puro  ejercicio de creación  intelectual son admirables.

Por último, para terminar con unas risas, permítanme incluir aquí unas tontas palabras acuñadas por mí misma, como mero divertimento léxico-semántico.

Una de esas palabras tontas es pelibro, que se refiere a un libro que, por la razón que sea, resulta peligroso.

Otra, sumamente tonta, es cacturado, que denominaría a alguien que ha quedado atrapado en un cactus.

Igual de tonta es tabernícola, que no es otra cosa que un habitante de las tabernas.

Y por último tenemos el tonto término bibliotez, que sería un libro que es una idiotez.

Ya ven, la onomaturgia, que tiene un nombre tan serio y solemne, también se presta al juego, la broma y el esparcimiento.  


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20 comentarios:

Beauséant dijo...

Me encantan estas entradas, en serio. Son muy cortazianas, es de exprimir las palabras, de tomarlas tan en serio, que las usas para jugar :)

Lo de magufo tiene mucho más sentido que lo mío, lo anoto... cocotología me ha encantado y también me quedo con bibliotez, una etiqueta que merecen muchos libros. Con un poco de suerte, a base de usarla, la acabas acuñando :)

Macondo dijo...

Tu amena e interesante entrada me lleva al Diccionario de Coll, de José Luis Coll, que fue el que me dio la idea de crear mi Diccionario en tono de humor, aunque yo no suelo inventar palabras nuevas, sino que redefino las ya existentes sin modificarlas.

Albada Dos dijo...

Son muchísimas, y es muy interesante conocerlas, su origen y razón.

Gracias por compartir. Un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

De todas las palabras que has mencionado son las tuyas las que más me gustan.
Además de muy culta eres ingeniosa y divertida.

Oye, algún defecto tendrás, no?... es que yo no te veo ninguno.

Besos admirados.

Rick dijo...

Una bonita remesa de palabras que en su mayor parte desconocía. Aunque ya ves, me hacen más gracia las que has inventado tú: lo de tabernícola es genial, por ejemplo.

El caso es que con la mayor parte de estos nuevos términos que nos traes hoy se confirma que también los idiomas son "clasistas": el uso de una mayor o menor cantidad de vocabulario denota el entorno cultural y social en el que nos movemos, y en la explicación que nos das sobre palabras como "numinoso" queda claro ese hecho.

Un ejemplo radicalmente distinto: la "ostentórea" creación del inmarcesible Gil y Gil aún hoy se escucha por ahí. Todos -o casi todos- sabemos que es un adefesio lingüístico, que ese palabro es hijo de un Frankenstein del idioma (y de más cosas) como era él, pero lo usamos porque, probablemente sin él haberlo querido, resume muy bien y con mucha sorna las cualidades de las dos palabras originales. Seguro que al final acaba en el DRAE, y todo.

Así que, siguiendo el comentario de Macondo, reivindico los diccionarios de Coll como una contribución impagable al rico acervo del castellano. Que los reediten ya.

Bil: dos veces mil
Galopar: pareja de franceses
Guirigay: extranjero homosexual

... Y así sucesivamente.

Cabrónidas dijo...

En un mundo como el nuestro, el significado de adomanía es un tanto perturbador.

diego dijo...

Yo también me apunto "magufo", la incluiré en cuanto pueda en algún texto :)
Como te dicen, hay que reivindicar el diccionario de Coll. Y otros, como el "Petit dictionnaire des mots retrouvés", de varios autores, en el que aparecen muchas de estas palabras inventadas. Y, como no, el "lenguaje glíglico" de Cortázar del capítulo 68 de Rayuela :)
Un placer aprender contigo, Ángeles.

Ángeles dijo...

Qué bien, Beauséant, cuánto me alegra lo que dices.
Y yo también creo que "bibliotez" resultaría muy útil :D

Gracias


Ya sabía yo, Macondo, que tú también tienes tu propio diccionario. Me imagino que debe de ser un trabajo colosal, de mucho mérito.

Gracias por tu comentario.


Gracias a ti, Albada, por venir siempre.

Un abrazo.


Toro, me encanta que las palabras que más te gusten sean las mías, para qué nos vamos a engañar :D

Jo, eres extraordinariamente amable, y como dicen algunos para quedar bien, mi mayor defecto es que soy muy perfeccionista :D

Besos agradecidos.


Rick, me encanta que mis palabrejas te hayan hecho gracia, porque esa era la intención. A mí me han hecho mucha gracia las definiciones de "galopar" y "guirigay". Creo que el juego léxico en que se basan esas definiciones se denomina calambur, por cierto.

En cuanto al clasismo del lenguaje, no sé qué pensar. Yo creo que el lenguaje está al alcance de todos, y que su conocimiento no depende de condiciones sociales más favorecedoras (como sí puede depender, por ejemplo, el acceso a determinados estudios). Es cierto que el entorno social influye, pero también creo que si hay interés por parte del hablante, es fácil adquirir un vocabulario abundante y variado.

Gracias.

PD: lo de "ostentóreo" es digno de un Premio Gamba, ¿eh? :D

Ángeles dijo...


Pues sí, Cabrónidas, perturbador porque tiene mucho de verdad.
Gracias.


Ya veo, Diego, que tú también eres admirador del Diccionario de Coll. Yo no lo conozco, pero me lo apunto para echarle un vistazo.

Tampoco conozco el "Petit" que mencionas, así que gracias por la aportación.

Y no nos olvidemos del Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce, en el que el autor también redefine las palabras, en su caso con su consabida ironía y sarcasmo.

Muchas gracias. Un placer verte por aquí.

María dijo...

Jajaja "Magufo" la conocía, me gusta “cocotología”, que en lugar de referirse a la papiroflexia, debería referirse al estudio de los cocos ( con pelos y se supone que sesera : ) pero claro, Unamuno que era un absoluto erudito, no iba a caer en semejante obviedad ; ) tb me gusta mucho tu blbliotez y tabernícola jajaja ¡ buenísimas ) Mi abuelo inventó una que hemos mantenido todos en la familia a lo largo del tiempo, “gilfa” algo así como brujilla, escocida, protestona, a la que todo le molesta y que por ello se hace insufrible.. sí, solo se usa en femenino, mi abuelo no era nada feminista ; )

Muchas gracias por este ratito, un abrazo fuerte ÁNGELES.

*entangled* dijo...

Supongo que conocerías aquel compendio de onomaturgias que era NUESTRO DICCIONARIO, y hasta puede que colaboraras en él. Una pena que aquel blog, que pudo ser la Wikipedia de las onomaturgias, quedase un día hibernado y no tuviese continuidad.

Ángeles dijo...

María, me alegra mucho que te hayan gustado estas palabras y que te hayas divertido :D
La palabra de tu abuelo es muy curiosa, y es estupendo que la sigais usando en la familia.

Muchas gracias a ti por tu comentario y tus risas.

Un abrazo.


Pues no, entangled, nunca tuve noticia de ese blog onomatúrgico, así que gracias por el enlace. Acabo de hacerle una visita y me ha resultado muy interesante, hay palabras estupendísimas.
Qué pena que, como dices, quedase hibernado. Pero en fin, ahí está para quien tenga la curiosidad, o la ventura, de llegar e él.

Saludos!

JuanRa Diablo dijo...

¡Maravilloso todo!
Me ha perecido de un ludicum tremendum


Tienes mucha razón en que habrá muchísimas palabras creadas que jamás entrarán a formar parte de un idioma, pero para algunos es una verdadera necesidad inventarlas porque jugar con el lenguaje es una sensación muy placentera. Por lo menos para mí.

Qué bonito hubiera sido que lo pájaros se llamaran pelícanos para que existiera la técnica del papelicanismo, porque hay que ser muy francés para entender cocotología, que parece el arte de hacer zumo de coco.

Y tras reírme con tus verbobadas quiero añadir alguna a la colección:
Una novela que se torna insufrible se convierte en noverla
El frío que recorre la espalda cuando un ángel atraviesa la habitación se llama angelidez
Cuando me siento a escribir y no me vienen las ideas sufro un diabloqueo

PD. Me he sentido muy identificado con "adomania" El futuro era lejano, pero ahora lejanotanto

José A. García dijo...

En una época utilizaba mucho el término creado por Rudolf Otto, supongo que deberé darle las gracias de alguna ominosa manera.

Saludos,
J.

Rodión dijo...

Conocía las dos primeras, pero no sabía nada del origen de 'magufo', y eso que es una palabra que uso de tanto en tanto; 'numinoso' me encanta.

Las demás no las conocía, ni la de Unamuno ni las de Koenig (primera noticia de este señor, que me ha resultado interesante, y sus palabras muy bien traídas) ni por supuesto las tuyas, que no desmerecen a las de los otros autores ni son nada tontas, como dices desde la humildad; salvando 'cacturado', que es de un humor muy imaginativo :)

Unamuno era muy aficionado a la creación de palabras (te comenté otra suya en la anterior entrada, aunque fuese una creación más para la academia que para el uso popular, pero creo que se te escapó el comentario). Y vuelvo a decir que las palabras de Koenig merecían mejor suerte, con o sin actualización ortográfica.

Saludos.

Ángeles dijo...

Muchas gracias por tu entusiasmo, JuanRa :)

Es verdad que jugar con el lenguaje es un placer muy divertido, y para quienes tenemos esta inclinación resulta inevitable. No creo que haya un hobby más económico :D
Oye, me ha encantado lo del papelicanismo, las verbobadas y todas esas palabras que has acuñado en un pispás. Y lo del diabloqueo es genial :D

Ah, sí, la adomania es muy inquietante, sobre todo porque es verdad. ¿Ves? Esta palabra es muy necesaria, porque creo que todos le daríamos mucho uso. Por ejemplo:

“-¡Ya mismo es Navidad otra vez! Jopé, qué adomania me está entrando”. :D


José A. García, está muy bien ser agradecido, desde luego, ¡pero ominoso no! Mejor numinoso ;)

Saludos!


Rodión, ante todo disculpa que pasara por alto tu comentario de la entrada anterior. No sé qué clase de despiste me atacó. Ya te he respondido debidamente.

A mí también me encanta “numinoso”, tanto que le dediqué, como has visto, una entrada para ella sola.

Me alegra que te haya interesado el trabajo de John Koenig, y yo también creo que merece más difusión. Algunas de sus palabras son verdaderamente útiles, y aunque es imposible que entren todas en el uso popular, algunas sí que podrían tener cabida en muchas conversaciones y pensamientos. Aun así, no creo que el objetivo de Koenig sea el uso generalizado, sino más bien la mera creación, intelectual y artística.

Jaja, sí, creo que de las mías, “cacturado” es la más tonta, la más intencionadamente humorística de todas :D

Gracias!

Rodión dijo...

Nada que disculpar... ¡Faltaría más! Te lo mencioné porque suponía que se te había escapado, pero no porque valore especialmente mi comentario ni porque demandase respuesta :)

Pues con esa misma motivación de Koenig que comentas se han dejado aportaciones duraderas. Y aun cuando no ha sido así, ¡qué falta hacen ese tipo de trabajos! Más aún en nuestra época, ensombrecida por ciertas amenazas de la inteligencia digital en relación a la creación de textos. Y siento sonar pesimista con este tema, porque en general me considero optimista, o intento serlo.

Gracias a ti por entradas como esta.

Anónimo dijo...

Os deseo un 2024
que acabe poderoso
con los días muertos
de limbos y pozos
que llene las bocas
de besos sonrojados
de palabras alborozadas
de suspiros atrevidos
que vista los ojos
de colores vivaces
de miradas tiernas
de fuego apasionado
os deseo un 2008
donde podamos volar
con una gran sonrisa
iluminando el futuro
de la mierda

MJ dijo...

Leí la entrada en su momento pero no pude responder debidamente.
Primero decir que me encanta que la Onomaturgia haya tenido segunda parte y, a juzgar por el éxito, debería ser un "apartado fijo" como "los premios gamba", por ejemplo, porque son de lo más interesantes :-) De vez en cuando nos podías regalar algunas palabras más.

De las que mencionas, conocía alguna, como "magufo" que he oído en televisión tirarse a la cara como insulto a algunas personas, pero no sabía el origen ni que fuera tan reciente (fíjate, hubiese apostado que era más antigua) y "cocotología" por el ensayo de Unamuno, pero a mí me ha hecho siempre mucha gracia porque, eso de hacer pajaritos de papel está muy bonito, pero a mí me suena a la facilidad que tenían algunos de dar "cosquis" a los chiquillos cuando decían una impertinencia o no se sabían la lección.

Me parece que más de uno aquí nos sentimos muy identificados con "adomania". La desconocía y espero recordarla y usarla porque me parece muy acertada. ¿Hay alguna para decir que lo que se esperaba del futuro ha resultado decepcionante? ¿Dónde está ese año 2000 con coches voladores? Si no hay palabra para ello, nos la inventamos.

Las palabras de tu cosecha, todas estupendas. Sigue con esa graciosa costumbre de inventarte palabras. Mi profesor de griego en el instituto decía que le encantaba que dijéramos las palabras mal porque él pensaban que todas estaban ya intentadas y siempre los alumnos "aportábamos" alguna más al griego clásico :-)

Ángeles dijo...

Hola, MJ. Nuevamente, disculpa que me saltara tu comentario.

No había pensado en hacer de estas entradas una serie, al estilo de los Premios Gamba, jeje. No sé si mi colección de palabras daría para tanto, pero lo tendré encuanta, ya que parece que os ha gustado el asunto. De lo cual me alegro muchísimo, claro está.

No sé si Koenig tiene también una palabra para expresar esa decepción por el futuro a la que te refieres. Pero es muy probable que sí. Sería cuestión de indagar en su diccionario.

Me alegro mucho de que te hayan gustado mis palabrillas, jeje. Inventármelas no es problema, el problema es que tengan alguna gracia como para atreverme a decirlas en público, jaja.

Muchas gracias por tu amable comentario.
Un beso.