domingo, 1 de octubre de 2023

Onomaturgia

Onomaturgia. Suena a algo solemne, trascendente, metafísico. Y en realidad lo es, porque, como quizá sepan ustedes, el término onomaturgia se refiere nada menos que a la creación de palabras, y más específicamente a las "palabras de autor". Es decir, neologismos creados conscientemente por alguien, por personas concretas y reconocidas como creadoras de las palabras en cuestión.  Son palabras con partida de nacimiento, como quien dice.

Claro que todos podemos crear palabras y hemos creado palabras alguna vez, pero para que se considere un caso de onomaturgia, es necesario que la palabra inventada se popularice, llegue a formar parte del habla común y quede constancia de ella en el diccionario, libros, prensa... 

Un caso clásico de onomaturgia es, por ejemplo, la palabra "perogrullada", creada por Francisco de Quevedo en 1622 e incluida en su obra Los sueños.

Como es sabido, la perogrullada es un dicho propio de Pero Grullo, personaje de la tradición oral que se caracterizaba por expresar de manera solemne lo que no eran más que obviedades.

Curiosamente, la palabra onomaturgia es en sí misma un ejemplo de onomaturgia, ya que sabemos quién la acuñó, cuándo y dónde. En efecto, el término es creación del filólogo italiano Bruno Migliorini, que la incluyó en su libro Parole de autore en 1975.

Para acuñar el término, Migliorini utilizó el prefijo griego onoma-  que significa "nombre" y el sufijo -urgia, que procede del griego érgon e indica oficio, obra, técnica, arte. Lo tenemos en siderurgia, liturgia, dramaturgia, taumaturgia...

Hace tiempo, cuando conocí la palabra onomaturgia, me resultó imponente, y sin pararme a pensarlo empecé a tomar nota de cada neologismo "con partida de nacimiento" que me salía al paso.

En esa colección mía figuran algunos muy populares, que todos usamos con frecuencia, aun sin ser conscientes de que se trata de casos de onomaturgia.  Uno de ellos es "mileurista", palabra que al parecer fue acuñada por una ciudadana, la señora Carolina Alguacil, que la utilizó en una carta que escribió al diario El País en agosto de 2005.

Otro ejemplo de onomaturgia también muy popular es "conspiranoia" (y de ahí "conspiranoico") que el diccionario define como la "tendencia a interpretar determinados acontecimientos como producto de una conspiración", y que es una fusión de "conspiración" y "paranoia". El autor de esta palabra es el sociólogo Enrique de Vicente, que la creó en 1989.

También utilizamos con frecuencia la palabra "meme" (y los propios memes, claro), que fue ideada en 1976 por  el científico británico Richard Dawkins en su libro El gen egoísta, combinando la forma de "gene" (gen) y el  término griego mímēma, que significa "cosa que se imita".

Tengo también en mi colección una palabra que me gusta mucho, tanto por su sonido como por su significado y por su origen. La palabra es  nostalgia.

Esta palabra tan espiritual, tan melancólica y emotiva se la debemos a un estudiante de medicina suizo llamado Johannes Hofer, que la acuñó en 1688. El joven científico había observado que las personas que estaban lejos de su patria, como los soldados o quienes trabajaban en el extranjero, sentían a veces un pesar, un trastorno psicológico tan intenso que podía llegar incluso a causar la muerte. Cuando Hofer escribió su tesis le dio a este trastorno el nombre de "nostalgia", utilizando las voces griegas nóstos (regreso al hogar) y algos (dolor). Por lo tanto, como nos dice Corominas, el término nostalgia significaría propiamente "deseo doloroso de regresar".

En fin, esto sólo es una muy pequeña muestra de este concepto lingüístico, la onomaturgia, que nos ofrece el origen delimitado y preciso de determinadas palabras. De esta manera esas palabras aparecen no como algo originado en el nebuloso pasado de los tiempos, en el infinito ayer de la humanidad, sino como creaciones de una mente individual en un momento concreto. Y esto  a su vez nos permite vislumbrar por un instante, un destello de los misteriosos mecanismos del lenguaje.

 (Continuará)

pixabay.com old wooden door


19 comentarios:

Alfred dijo...

Muy interesante aportación, para conocer las palabras con derecho de autor.

Saludos.

Cabrónidas dijo...

Yo creí que la palabra "fistro" iba a ser un caso de onomaturgia. Pero al final parece que se quedó a medio camino. Además, todavía no sé qué hostias significa.

José A. García dijo...

Siendo sincero, no conocía esta expresión, ni su historia, así que doblemente gracias. O gracias al cuadrado, para inventar una expresión.

Saludos,
J.

Macondo dijo...

No conocía la palabra en cuestión. Lo que me sorprende es que no la recoja el Diccionario de la RAE. Sin embargo si la he encontrado en este interesante artículo , aparecido en el Centro Virtual Cervantes.
Muchas gracias por traérnosla y explicárnosla.

TORO SALVAJE dijo...

Lo que aprendo aquí no tiene precio.
Tu blog es un tesoro.
Gracias por tanta luz.

Besos.

Beauséant dijo...

Sí, por favor, que continúe, me encantan las pequeñas perlitas de conocimiento que vas atesorando con tanto cariño :)

Me he acordado de la palabra magufo que, por desgracia, creo que no es muy popular. Es la mezcla de mago y de pufo, la típica pseudociencia, la dieta milagrosa de turno, ya sabes...

El artículo enlazado por Macondo es muy interesante.

Un abrazo

Ángeles dijo...


Muchas gracias, Alfred.
Un saludo.


Jeje, pues sí, Cabrónidas, yo también creo que Chiquito era un gran "onomaturgo", pero elaborar las definiciones de sus creaciones es un asunto complejo hasta para el más avezado lexicógrafo :D


Gracias a ti, José A. García, por venir siempre.

Saludos!


Así es, Macondo, el DRAE no recoge "onomaturgia", supongo que porque no es palabra de uso suficientemente extendido.

Gracias por el artículo.


Muchas gracias, Toro, cuánto me alegra que opines así. Eres muy amable.

Besos.


Gracias, Beauséant, me alegro mucho de que te gusten estas "perlitas" y de que aprecies el cariño con el que efectivamente las elaboro :)

Precisamente la palabra "magufo" la tengo también en mi colección, y pensaba incluirla en esa posible entrada de continuación, pero a mí me consta un origen diferente del que tú refieres. Ya lo comentaremos.

Abrazo!

Rick dijo...

"Neologismo de autor". No se me hubiera ocurrido nunca pensar que hasta esa rareza (en el sentido de "poco corriente") tuviese su palabra propia. Es asombrosa la amplitud del idioma... y en consecuencia lo poco que sabemos de él.

Como siempre, gracias por estas pequeñas perlas. De aquí siempre se sale con más riqueza de la que se traía.

Sanhoycal dijo...

Pues ya me has enseñado una palabra nueva. Gracias. Y pasa una estupenda semana. Un abrazo.

diego dijo...

Es un placer aprender contigo, Ángeles. Me sorprende que la palabra "onomaturgia" no esté aceptada por la RAEL. Y supongo que, entre los insultos que se lanzan nuestros politiquillos en el Congreso a diario, algunos se incluyan como posibles futuras onomaturgias :)

Ángeles dijo...

Es cierto, Rick, los idiomas son un mundo infinito y en constante movimiento -y por lo tanto inabarcable para los hablantes- y lleno de sorpresas.

Gracias!


Gracias a ti por venir, Sanhoycal.
Buena semana para ti también.


Muchas gracias, Diego :)

Supongo que la RAE considera que "onomaturgia" no está lo suficientemente extendida o asentada en el uso como para incluirla en el diccionario. Esas cosas llevan su tiempo.

Y ahora que lo pienso, podríamos proponerla (si no está propuesta ya) y quizá al cabo de un tiempo, si se considera necesaria, la incluyan.

En los diccionarios italianos sí aparece, por cierto.

No sé si los políticos tienen imaginación y conocimiento suficiente como para crear palabras nuevas, la verdad, salvo que modifiquen por error o ignorancia alguna ya existente, pero eso no cuenta :D

Un saludo.

JuanRa Diablo dijo...

Para empezar voy a hacer un mímēma del comentario de TORO SALVAJE. Hago copia genética de sus palabras.

Me ha parecido muy interesante conocer el origen de mileurista, conspiranoia, nostalgia... Es curioso que alguien invente una palabra y que llegue a echar raíces de una forma tan duradera y universal.

Para mí que Chiquito de la Calzada fue un onomaturgista de tomo y lomo. Sin ser consciente de serlo.

PD. ¿"Continuará" con interrogantes? Mejor "¡continuará!" con signos de exclamación.
PD2. ¿Llamamos a la RAE para el bofetanding?

María dijo...

Es maravilloso y casi mágico este mundo en el que nos has introducido en esta preciosa entrada tuya Ángeles, jo! es verdad que eres una sabia jaja gracias por todo lo que nos enseñas aquí, a mi como a ti, siempre me han encantado las palabras, en mi caso más por su sonido que por su etimología, sabía de esta palabra tuya “onomaturgia” por un arículo de hace años en El País que hablaba de una palabra que se hizo muy famosa en redes ESCUTOIDE que creo es una figura poligonal y que hasta se tradujo al inglés, se usó hasta para insultar jajaja es más, apúntate dos más a tu colección porque “VIVENCIA” se la debemos a Ortega y Gasset y “QUIRÓFANO” a un médico llamado Andrés del Busto López, que no sé quien es pero que me quedé con su nombre cuando lo leí en un artículo… siempre recuerdo las cosas inservibles y olvido lo importante, me me memoria debe ser como una escombrera y por eso nunca encuentro nada cuando lo busco : )

Un placer volver a leerte, abrazo fuere!!

Ángeles dijo...

Muchas gracias, JuanRa, por copiarte del comentario de Toro :D

Y gracias por tu interés en la posible continuación de la entrada. Lo tengo en cuenta :)

Uno de los requisitos que debe cumplir una palabra para ser incluida en el diccionario de la RAE es que se demuestre necesaria para los hablantes. Y yo creo que "bofetanding" es necesaria :D

Saludos!


Muchas gracias por tus palabras, María, me alegra mucho que te haya gustado la entrada. Y gracias también por tus aportaciones. "Escutoide" no la conocía, pero desde luego suena a insulto :D

"Vivencia" y "quirófano" sí las tengo en mi colección, y por tanto eran candidatas, como la que menciona Beauséant, para esa posible segunda parte de esta entrada.

Un abrazo y felicidades por tu asombrosa memoria!

Rodión dijo...

Aquí otro que tampoco sabía de la existencia de este concepto, onomaturgia, y es un grato descubrimiento. Nada menos que el arte de la creación de palabras que consiguen establecerse... Tiene magia el asunto, y no uso la palabra alegremente.

Estudié en su día el libro de Richard Dawkins (aunque no llegué a leerlo de pe a pa) y sabía lo de 'meme', como también la de Quevedo. A bote pronto, me viene a la mente ahora mismo la 'intrahistoria' de Unamuno, aunque dudo de si podemos considerarlo onomaturgia al no haberse extendido su uso. Y en un orden más actual, una palabra a la que tengo algo de manía (no me preguntes por qué), 'postureo', que sí ha conseguido popularizarse mucho: su origen se conoce y está en la cuenta de una red social.

Por encima de todas, me quedo con 'nostalgia', preciosa y profunda palabra; no tenía ni idea de que hubiese sido creada por un autor.

Saludos.

Anónimo dijo...

Apúntame en la lista de los que no conocían esta palabra y de los que quieren continuación y más continuación de una entrada tan interesante, bonita y sabia... ¡Quiero hasta un diccionario con los palabras con "partida de nacimiento"!
No me esperaba "nostalgia" ¿en serio los griegos no tenían ya nostalgia? Me resulta extraño que a algo que ha existido siempre no le hubiesen puesto nombre hasta el siglo XVII.
Lo de "meme" no lo termino de entender.
¡Menuda sorpresa me he llevado con conspiranoico! Esa palabra la uso siempre, dejé de usar "conspiración" y me pasé a conspiranoia, precisamente por escuchársela tanto a Enrique de Vicente, el "maestro", como lo llaman. Es la única de las palabras que mencionas que sabía quién la había creado. Pero no esperaba que la incluyeras en la lista. Estaba pensando en sugerirla y me la he encontrado en la lectura 😃
PD 1: No sabía que Enrique de Vicente era sociólogo. Creía que era periodista, investigador del misterio y, como él resalta siempre, vicepresidente ¿o presidente? de la Asociación Española de Parapsicología.
PD 2: yo también creo que Chiquito fue un gran inventor de palabras muy populares, incluso hoy en día (aunque puede que se pierdan), un gran humorista y un gran cantaor.
PD 3: creo que somos mayoría los que queremos continuación.

MJ dijo...

La anónima soy yo 😆. El móvil me ha puesto como anónima, no le ha debido gustar el comentario.
Mj

Ángeles dijo...

Anónima/MJ :D, muchas gracias por tus palabras.

Yo siempre digo que los griegos lo inventaron todo, jeje, pero ya ves que no se les ocurrió crear una palabra para el sentimiento que ahora denominamos "nostalgia". A mí no me extraña tanto, porque, como nos ha demostrado John Koenig, ese gran onomaturgo del que ya hablamos aquí hace tiempo, son muchas las emociones y los sentimientos que no tienen una palabra concreta que las identifique.

Lo de "meme" consiste, según las explicaciones de Dawkins, en una combinación de la palabra "mimema" con la estructura fónica de "gene", para referirse a una unidad de información que se repite por sí misma. Aunque lo cierto es que en francés existe la palabra "même", que significa "lo mismo" y que tal vez, supongo yo, proceda del griego "mimema".
El caso es que Dawkings ideó el concepto de meme para referirse a cuestiones genéticas (lo utilizó en su obra "El gen egoísta"), pero con el tiempo ha adquirido el significado que todos conocemos, referido a esas imágenes, chistes, etc, que se comparten en internet y que se repiten una y otra vez.

Y respecto a Enrique de Vicente, en Wikipedia y otras webs aparece como periodista y sociólogo.

Gracias por tu interés :)

Ángeles dijo...

Rodión, disculpa que no te respondiera en su momento. Con lo que me gustan tus comentarios :)

Me alegra que te haya interesado el concepto de onomaturgia y que le encuentres magia al asunto. Yo también creo que la tiene, como casi todo lo relacionado con el lenguaje, de hecho.

El ejemplo de “intrahistoria” es interesante. Quizá no sea un término extendido popularmente, pero sí lo es en ámbitos académicos, de crítica literaria, etc. Aunque está recogido en el DRAE, donde se especifica que es “voz creada por el escritor español Miguel de Unamuno”. Así que podemos considerarlo un caso de onomaturgia de pleno derecho :)

No sabía que “postureo” tiene un origen conocido, pero me imagino que hoy día, con las redes sociales, es más fácil seguirle la pista a las palabras que alguien concreto acuña en un momento concreto, ya que ahí queda registro de cada cosa que se dice y quién la dice.

Y estamos de acuerdo en la belleza y poesía de la palabra nostalgia, más aún después de conocer su origen.

Saludos!