Como dijo Abraham Lincoln, los libros "nos hacen ver que esas ideas tan
originales que tenemos no son en realidad nada nuevo”, y en
la Biblia leemos que “no hay nada nuevo bajo el sol”. Por eso no debería sorprendernos lo
bien que encajan en nuestro presente ideas y observaciones escritas hace
ochenta, cien, doscientos o dos mil años.
Sin embargo yo me sorprendí, aunque sólo un poco, cuando leí hace unos días algo que Dostoieveski escribió en 1863, refieriéndose a los políticos franceses:
“Desde luego, sabe muy bien que sólo
habrá elocuencia y nada más, que habrá palabras, palabras y palabras, y que de
esas palabras no saldrá decididamente nada. Pero con eso ya está muy muy
contento […], él mismo está convencido de que de su discurso no saldrá nada […]
pero sin embargo habla, habla varios años seguidos, y habla hermosamente, hasta
con gran placer. Y a todos los miembros que lo escuchan se les cae la baba de
placer.”
No es de extrañar que los analistas y críticos de esta obra la consideren “actual” , pues pareciera que
el autor hubiera estado viendo los telediarios de nuestra televisión antes de
escribir sus reflexiones.
Cada época y cada sociedad tienen problemas y conflictos comunes y específicos, pero lo que parece que nunca varía son las actitudes de las personas y los comportamientos humanos en general, sea en la época, el lugar y el problema que sea.
Por ejemplo, Nancy Brysson Morrison señalaba en los
años treinta dos debilidades del ser humano que siguen vigentes más de ochenta
años después: por un lado el afán por los bienes materiales, y por otro el vicio de la
queja, en el convencimiento de que las cosas están peor que nunca:
“No necesitamos todo lo que creemos que
necesitamos; no necesitamos casi nada. Las cosas no son ahora más difíciles que
antes y nada debilita más a los hombres que compadecerse de sí mismos.”
A pesar de la experiencia acumulada por la humanidad, esos vicios no sólo siguen existiendo, sino que se han acentuado. Del mismo modo, problemas que ya se detectaron hace décadas, no han hecho más que agravarse, como ocurre con la cuestión medioambiental, sobre lo que escribió Isaac Asimov en 1992:
“La Tierra se enfrenta en la actualidad
a problemas mediambientales que amenazan con la inminente destrucción de la
civilización y con el final del planeta como lugar habitable. La humanidad no
se puede permitir desperdiciar sus recursos financieros y emocionales en peleas
interminables y sin sentido entre los diversos grupos. Debe haber un sentido de
lo global en el que todo el mundo se una para resolver los problemas reales a
los que nos enfrentamos todos.”
Parece que el maestro, como buen visionario, previó lo que está ocurriendo ahora, o empieza a ocurrir: las manifestaciones, marchas y protestas que el ciudadano anónimo (los políticos siguen con sus “palabras, palabras y palabras”) y los investigadores de diversos campos están llevando a cabo en muchos paises, y que demuestran un grado de
concienciación que es nuevo y que sin duda a Asimov le habría gustado presenciar.
Por cierto, Stefan Zweig también escribió, mucho antes, sobre la necesidad de
unión de la gente honrada y desinteresada, y volvió a
demostrar su agudeza y perspicacia con unas palabras que pueden pronunciarse
hoy sin delatar sus ochenta años de antigüedad:
“Sólo la gente pequeña, los silenciosos,
los carentes de ambición, no están unidos, y ésa es la desgracia del mundo en
que vivimos. Los que no quieren nada unos de otros, los que se contentan con
saber que hay gente honrada tanto en un lado como en el otro, y se consideran
afortunados si gozan de buena salud […], ésos permanecen en el anonimato. Las
personas que comparten intereses están unidas en todo el mundo. ¿Cómo sería si,
alguna vez, los anónimos se unieran como los únicos que no tienen otro interés
que vivir en paz y tranquilidad? Sería la fuerza más poderosa del mundo."
Empecé diciendo que la literatura nos enseña que no
hay nada nuevo, que lo que nos atañe hoy es
lo mismo que afectó a nuestros antepasados. Y que aunque los problemas varíen
en forma o en intensidad, nuestras emociones y reacciones son las mismas que las de ellos.
Pero ahora creo que hay que añadir además que los libros también nos enseñan que tanto el origen de los problemas como las soluciones son los mismos que han sido siempre.
Los fragmentos corresponden a
las siguientes ediciones:
-Fiodor Dostoievski. Apuntes
de invierno sobre impresiones de verano. Hermida Editores, 2017. Traducción
de Alejandro Ariel González.
-Isaac Asimov. Memorias.
Ediciones B, 1994. Traducción de Teresa de León.
-Stefan Zweig. Clarissa.
Acantilado, 2017. Traducción de Marina Bornas Montaña.
-Nancy B. Morrison. The
Gowk Storm, aún no publicado en español.
16 comentarios:
Una entrada muy reflexiva, muy lúcida y muy ensayística; pero yo, que estoy siguiendo como una boba la serie de National Geograhic sobre la figura de Picasso, pienso que sí hay cosas nuevas bajo el sol, por lo menos en arte. En literatura, habrá diversas formas de acercarse a la realidad o la fantasía, pero aquél que lo haga con una mirada verdaderamente propia, será un genio, y aunque diga lo mismo que muchos, será único.
La cita de Stefan Zweig es maravillosa, aunque presumo por qué no se unen esos hombres sin intereses. Porque no tienen “interés” en llevar al mundo hacia ninguna parte. Demasiadas veces han visto que el mundo solo se mueve en la misma dirección.
Muy buen texto, Ángeles. Te felicito.
El problema de los políticos es que, aunque siguen hablando sin decir nada (igual que siempre), cada vez tienen menos preparación para enganchar con su discurso a quien los escucha. Resultan charlatanes de poca monta, con dificultades para que no se les vea el plumero.
Sobre la búsqueda de la felicidad a través de los bienes materiales, seguimos tan desorientados y tan frustrados como siempre.
Los vaticinios sobre el futuro nuestro planeta se confirman, pero cada vez con menos tiempo para tomárnoslos en serio y reaccionar.
El problema que tenemos los anónimos es que, aunque nos demos cuenta de las cosas, cada vez estamos más acomodados. Preferimos quedarnos en la protesta pasiva y que sea otro el que reaccione.
Me han gustado mucho todas esas citas.
Dan que pensar eh...
A ver, yo creo que hoy tenemos un problema añadido y grave y es que la gente cada vez lee menos y se informa también menos.
Ahora todo es Twitter y redes sociales similares, un me gusta o un no me gusta y ya no hay matices ni profundidad en los temas de actualidad.
Yo mismo lo he notado, antes cuando leía prensa escrita, todo y estar más o menos manipulada, me informaba mejor de las cosas, hoy con la prensa digital no me informo apenas de nada... titulares y poco más porque este tipo de prensa ya sabe que la gente no lee los artículos largos.
La consecuencia de todo esto es que cada vez somos más manipulables... y además hay que tener en cuenta que toda la prensa, toda... vive de subvenciones y anuncios patrocinados por lo que no pueden ejercer como periodistas sino como lacayos.
En fin, no sigo porque me enfado...
Besos.
Brillante.
Es cierto, no hay nada nuevo, por eso hay cosas universales, reflexiones de hace 200 años que parecen hechas hoy.
Cuando algo parece nuevo es solo porque se ha cambiado el punto de vista o la perspectiva.
Me temo que los anónimos no se unirán en gran número, ni con fuerza suficiente. Si lo hicieran de verdad, el mundo cambiaría. Pero están acomodados, cansados o manipulados. Solo importa el dinero y el que lo tiene quiere amasar más. No hara nada que le suponga menos beneficios, ni por el planeta, ni por la humanidad. De hecho, los profesores de economía explican en sus clases que la multa por contaminar es menor que el beneficio al hacerlo... Por lo tanto que contaminen. Eso intentan (y consiguen) inculcar...
“la gente honrada y desinteresada” existe porque jamás se unieron. Si se unirían serian igual que cualquier ciudadano que entiende que la “unión hace la fuerza” y en ese devenir se transforma en un movimiento de gentes que necesariamente deben elegir a su portavoz y a su directiva y allí acaba aquello de “gente honrada y desinteresada”
Dios en su sabiduría puso a la humanidad en el planeta para que lo destruyesen.
El mundo clama contra Bolsonaro por la destrucción del Amazonas y Balsonero con razón pregunta ¿Y dónde están los bosques europeos?
Citas que no tienen desperdicio. La manipulación actual es enorme. Al final leemos, o escuchamos todo un mundo de "paja", con fondos muy pequeños y a veces falsos.
Un abrazo
Muchas gracias, Sara, eres muy amable en tu apreciación.
Claro que en el arte sí hay cosas nuevas, pero es que el arte es diferente de la vida. Yo suelo decir que ya los griegos lo dijeron todo, y que si les faltó algo ya se encargó Shakespeare :D, pero sin duda y como también señalas, aunque los temas no sean nuevos, siempre puede haber una mirada nueva, un enfoque único, diferente. Y ahí es donde reside el genio, en efecto.
Yo entiendo que Stefan Zweig hace un elogio del el hombre sin pretensiones, del que no quiere nada para sí, pero señala la contradicción que eso produce, y es que esa misma falta de ambición se vuelve en su contra, porque para tener lo único que quiere, paz y tranquilidad, también tiene que pasar a la acción.
Muchas gracias por tus reflexiones. Un abrazo.
Macondo, estoy de acuerdo con todo lo que dices, y creo que lo que pasa con la política pasa con casi todo: ahora cualquiera se cree orador por repetir cuatro frases más o menos ingeniosas y cuatro ideas prefabricadas, del mismo modo que cualquiera canta, cualquiera escribe novelas, cualquiera es actor aunque no sepa ni vocalizar…
También dice Asimov que “el anti-intelectualismo se ha infiltrado en nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que democracia significa que mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento.”
Gracias por tu comentario.
Toro, me alegro mucho de que te hayan gustado las citas. Y estoy de acuerdo en que la falta de lectura es un problema grave, sobre todo porque se combina con un exceso de información en píldoras para tragar sin masticar.
Como bien dices, no hay matices ni profundidad, porque todo se hace a la carrera; es la sociedad del momento, del instante, de la impaciencia, de la novedad constante. Y luego nos dicen que el estrés es muy malo...
En fin, es muy interesante todo lo que dices, pero no te enfades, ¿eh? ;)
Gracias y Besos
Muchas gracias, David, y me alegro un montón de verte de nuevo por aquí :)
MJ, no sabía lo que cuentas sobre las multas por contaminar, que les sale a cuenta. Es asombroso, o debería serlo. Por desgracia estamos acostumbrados a que el dinero, los beneficios económicos, sean lo que manda, y quizá estamos resignados y sufrimos una especie de “indefensión aprendida”, que nos lleva a no hacer nada en la convicción de que de nada servirá. Triste destino el de la humanidad si eso es así.
Pero yo, ya me conoces, tengo esperanza, y siempre creo que se pondrá remedio a los problemas antes de que sea demasiado tarde.
Gracias por tu comentario.
Chaly, creo que tienes toda la razón en tu primer párrafo, has dibujado el panorama con todo acierto.
Lo que no entiendo es por qué Dios iba a poner a una especie en un planeta para que lo destruyesen poco a poco.
Así es, Albada, tenemos en teoría mucha información, pero o es información inútil, o sólo es útil para confundirnos.
Me alegra que te hayan gustado las citas.
Un abrazo.
Creo que no se ha guardado mi comentario. Por si acaso, lo repito.
Decía que es cierto eso de que no hay nada nuevo bajo el sol, sobre todo la estupidez humana. También creo que siempre surge alguien brillante que nos da esperanza. Y que nunca es un político, por cierto. Abrazos.
Muy buenas reflexiones Ángeles y qué grandes maestros nos has citado. Estoy de acuerdo contigo que los griegos ya trataron todos los grandes temas universales, el matiz de Shakespeare totalmente adecuado, y que a partir de ellos todo son versiones y por desgracia, algunas no mejoran como esos políticos que no aportan nada y que se convierten en loros repitiendo discursos vacíos que no dicen nada. Pero también vivimos en una época en la que la superficialidad y la frivolidad parecen los valores que más destacan e igual ya toca que nos desinformen porque parece que justo lo que no queremos es informarnos demasiado ni por supuesto pensar.
En fin menos mal que también hay excepciones, aunque ahora en política me está costando encontrar a alguien...
Un abrazo
Ya lo dijeron, ¡y con gran acierto! Y el hecho de que tú recojas algunas de aquellas citas y las expongas, ha hecho que la entrada resulte muy interesante.
Aplaudo con fuerza lo que dijo Stefan Zweig; hay una mayoría aplastante de gente consciente de los más serios problemas del mundo, y de que no se solucionarán nunca por haber grandes intereses económicos detrás de ellos. ¿Qué ocurriría si hubiera una verdadera unión de todos los que prefieren salvar el planeta por encima de todo lo demás?
Los libros siempre ayudan.
Y los problemas de la sociedad , algunos de ellos si están muy arraigados difícil solución les veo, anónimos o no, es imposible solucionar ciertas cosas si no se extirpan de raíz.
Un abrazo.
Marisa, me alegra que tú también tengas esperanza en el ser humano, en que siempre surgirá alguien que nos traiga un rayo de luz. Y yo también creo que nunca será un político, no.
Abrazos.
Gracias, Conxita, y encantada de verte de nuevo por aquí.
Es cierto que con la avalancha de información ( o supuesta información) que nos cae encima cada día, a veces preferimos no saber nada. Todos los extremos son malos, pero creo que por nuestro propio bien, es bueno que nos alejemos un poco de ese empacho de información y de noticias constantes que nos embota y hasta nos va insensibilizando.
Un abrazo.
Gracias, JuanRa, me encanta que os gusten las citas que he traído.
Yo no sé si es posible esa unión que soñaba Stefan Zweig, pero quiero pensar que sí. Lo que temo es que después esas organizaciones más o menos espontáneas y bienintencionadas, terminaran en rivalidades, ambiciones y absorbidas por intereses que acaban dejando de lado el motivo que les dio origen.
Una vez leí que los verdaderos cambios sociales no los han logrado las masas, sino personas que han actuado en solitario (con todo el respaldo necesario después), como Martin Luther King, la madre Teresa, Nelson Mandela… Quizá lo que necesitamos de verdad es un líder auténtico, una persona inspiradora, incansable e incorruptible. Pero cuántos puede haber de esos?
Tienes razón, Amapola, para algunos problemas hace falta algo más que buena voluntad y buenas intenciones, y esos remedios definitivos no creo que estén al alcance de los anónimos.
Un abrazo.
me has dejado masticando un buen rato la entrada... a veces la vida es un cansancio, ¿verdad? Siempre estamos pensando que recorremos caminos nuevos, que vemos paisajes que nadie ha visto y, de repente, en un recodo del camino, nos encontramos la basura dejada por unos, un árbol con un corazón grabado a navaja en la corteza y nos damos cuenta no sólo que el camino no era nuevo, es que además otros se han encargado de estropearlo antes...
eso cuando no somos nosotros quiénes lo estropeamos, claro ;)
Beauséant, supongo que haber estado "rumiando" la entrada es buena señal, ¿no? ;)
La vida es un cansancio si no variamos nuestra forma de ver las cosas. Aunque vayamos siempre por el mismo camino, quizá encontremos detalles nuevos de vez en cuando que nos sorprendan. Pero sin duda, por más buena predisposición que llevemos, si lo que encontramos son las huellas más indeseables del paso de la humanidad, eso le rebaja la moral a cualquiera.
Claro, lo ideal sería que cada uno procurásemos no estropear nada, o lo menos posible. Es lo que me propuse yo hace años y en ello sigo.
Gracias.
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