domingo, 1 de septiembre de 2019

Tres historias


Distinto

Los retretes de los institutos son siempre iguales, dicen, pero yo no lo creo. 
En mi instituto había ocho, cuatro puertas a cada lado,  y yo siempre  entraba en  uno de los del fondo.
Un día escribí en las baldosas: “Te quiero, Yurelita”, y firmé con mi nombre. Sin disimulos. Me hacía falta decirlo. Y, total, ella nunca entraría al retrete de los chicos.
Unos días después volví a hacer uso del mismo retrete, y con sorpresa vi que mi mensaje tenía una respuesta: “Dice mi hermana que ella también te quiere.”
En ese momento aquel retrete dejó de ser igual que los demás.


🌼
 Las cosas cambian

Hasta hace poco los días eran un vacío completo, y por las noches me era imposible dormir. 
Me sentía sola y decepcionada. Estaba cansada de todo, de las personas y de la vida misma, y creía que siempre sería así, que siempre me sentiría igual.
Pero ahora todo es diferente. Cuando me acuesto pienso en ti y me duermo en seguida, tranquila y sonriendo.
Ojalá hubiera tenido antes el valor de acabar contigo. Tampoco ha sido tan difícil.


🌼 

Un campanario en el agua
  
Mario tenía cinco años cuando vio el mar por primera vez. Pero lo que más le sorprendió no fue el propio mar, sino algo que vio flotando en el agua y que le pareció un campanario, como el de la iglesia de su pueblo.

Su padre le dijo:
—Eso es una boya, y sirve para avisar a los pescadores. Cuando la campana suena fuerte es que hay olas peligrosas.

Pero a Mario no le gustó esta explicación. Él ya estaba convencido de que cuando sonaba la campanaba los peces iban a la misa del fondo del mar, a rezar para que no los pescaran.






14 comentarios:

Chaly Vera dijo...

El segundo lo viví de la misma manera, hasta me que me enseñaron que el remedio era perdonar, y en ese plan: la perdone y cada noche le pedía a dios que la cuide y proteja. Y comencé a dormir muy bien.

Besos

Ella nunca volvió, hoy somos amigos, tenemos algo en común: hijos y nietos

Macondo dijo...

Los retretes son, al fin y al cabo, aliviaderos. Por qué no, también, de incertidumbres.
Debe ser triste que una persona haya tenido que quedarse sola de ti para dejar de sentirse sola.
Qué empeño tiene muchas veces la realidad en estropear la ficción.
Tres historias deliciosas.

TORO SALVAJE dijo...

Muy buenos los tres.
Un aplauso para cada uno.

El primero, además de simpático, me ha hecho sospechar que gracias a los móviles hoy en día las puertas de los lavabos ya no tienen apenas mensajes... o quizá en los institutos aún sí...

El segundo es duro. Con sorpresa de esas que te dejan un poco K.O.

El tercero es casi de realismo mágico. Un relato donde la imaginación reina por encima de todas las cosas.

Echaba de menos leerte.

Gracias.

Un beso.

Sara dijo...

¡Tres historias excelentes! Mi interpretación –particularísima- es que, en el primer relato, has querido expresar que las cosas son poco objetivamente hablando, que son nuestros sentimientos las que les dan sentido. Igual que el paisaje, neutro a menos que nuestros ojos le otorguen un valor, esos lavabos de instituto anodinos en su mismidad se convierten en “algo” gracias al sentimiento.

El segundo –si esta mezcla es posible- es gracioso y profundo a un tiempo. Además (bribona, más que bribona), has utilizado, para confundir al lector, el verbo “acabar”, con lo cual, no sabemos si el que redacta quiere acabar con la relación o con la persona;)

Del tercero yo alabaría, sobre todo, su belleza formal. Es abrumadoramente poético.

Besos y feliz domingo.

guille dijo...

Eres una maestra del micro cuento. Una vez más los bordas de lujo.

Del primero voy a dar por sentado que el comentario de contestación lo hizo el gamberrete del cole. Lo que no le quita un gramo de ilusión al prota.....hasta que recuerde que su amada no tiene hermano. (Jejejejejejeje).

El final del segundo lo mejora exponencialmente. Y es una gran verdad. Hay que atreverse a apartarse de la gente tóxica.

En el tercero el enfrentamiento de la realidad y la imaginación creativa declara vencedora (de momento) a la imaginación. Lo que atestiguarían los peces reunidos para implorar el no ser pescados.

Ángeles dijo...


Me alegro mucho, Chaly de que tu historia acabara bien.
Besos.


Macondo, no se me había ocurrido ese concepto de “aliviadero”, pero está bien visto por tu parte, porque al protagonista del cuento le sirvió literalmente de alivio o desahogo sentimental.

Gracias, me alegro mucho de que te hayan gustado las tres historias.


Toro, me alegra mucho que el primero te haya parecido simpático, porque es su principal pretensión. No sé cómo andarán de mensajes los aseos de los institutos hoy día, pero creo que para esta clase de desahogos siguen cumpliendo una función que el wassap no permite, por extraño que parezca :D

El segundo, sí, tiene un carácter irónico, o sarcástico, pero en el fondo hay un drama. Y en el tercero, en efecto, manda la imaginación, el pensamiento mágico, o mítico, no científico, de la mente infantil.

Eres muy amable, muchas gracias.
Y besos, claro.


Muchas gracias, Sara :)

Veo que no se te escapa un detalle, sobre todo en el segundo, que sí que pretende tener esa mezcla que has observado; y, en efecto, lo de “acabar contigo” tiene un sentido ambiguo, jeje.

Y me encanta que el tercero te haya parecido poético :)

Besos y gracias de nuevo.


Gille, tu interpretación del primer relato tiene gracia y también un poquito de mala idea, eh? :D Vamos a dejar que el hermano sea verdadero y que el protagonista disfrute de la sorpresa (y del corte, jeje).

Por supuesto, hay que librarse de las personas tóxicas, cosa que no siempre es fácil pero tampoco imposible.

Yo estoy segura de que quien tiene razón es Mario, por supuesto. Como bien dices, ahí están los peces rezando para demostrarlo :D

Muchas gracias por tus palabras :)




Albada Dos dijo...

Me han encantado, los tres. Ese retrete con mensaje de ida y vuelta es espectacular.

Un abrazo

JuanRa Diablo dijo...

Estoy con Guille, el microcuento es la pequeña celda de tu blog donde siempre encontramos gotas de miel. Unas veces dulces, otras más amargas, pero siempre con ese poso especial que le hace a uno reflexionar.

PD. Has escrito Mario, pero yo he leído Pascualito :p

Beauséant dijo...

Me gusta cuando nos traes historias sueltas..

Ya que estamos eligiendo, a mi me ha encantado el tercero, por el realismo mágico y por imaginarme a los peces rezando para nos ser pescados al mismo dios al que rezan los pescadores para tener una pesca abundante :)

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Albada, me encanta que te hayan gustado y que te refieras al primero en particular.
Un abrazo!


JuanRa, decir que los relatos hacen reflexionar es un elogio magnífico. Gracias.

PD: es que Mario es un amigo de Pascualito. Ya ha aparecido por aquí con anterioridad, y quién sabe si en alguna otra ocasión vendrán juntos ;)


Gracias, Beauséant, me alegra una barbaridad que te gusten estas "historias sueltas" (también me gusta esa denominación).

Es verdad: cuántos mensajes contradictorios recibirán los dioses a los que rezan quienes son rivales entre sí. Tienen que estar hechos un lío ;)

Anónimo dijo...

Me han gustado los tres, pero, de elegir uno, sería el primero. Quién no ha pensado revelar (o incluso lo ha hecho) algo íntimo con el miedo y la esperanza de que alguien lo descubra.

El protagonista del tercero podría ser el mismo que el del primero, pero en la infancia (cuando aún el pensamiento y la imaginación es totalmente libre).

En el segundo la pareja o parejo me temo que está criando malvas, ese "tampoco ha sido tan difícil" parece el epitafio.

Ángeles, muchas gracias por la entrada.

Ángeles dijo...

Muy atinado, Anónimo Javier, eso del miedo y al mismo tiempo la esperanza.

En cambio creo que nunca se me habría ocurrido que el protagonista del primero y el tercero fuesen el mismo personaje a distintas edades. Interesante...

Y tampoco había pensado que la frase "tampoco ha sido tan difícil" pudiese servir como epitafio, pero me parece genial :D

Gracias a ti, por supuesto.

MJ dijo...

Muy buenos los tres cuentos. Ya sabes que me gusta encontrarme tus historias, nunca dejan indiferente.

El primero me ha hecho preguntarme si esas puertas de los baños seguirán con sus mensajitos (ojalá que sean tan bonitos como este). Me ha encantado que lo escribiera a la desesperada seguro de que ella no lo iba a leer... que lo leyera el hermano y se lo contara ¡Bien! Buen giro. Una sorpresa muy agradable... Pero ¿el nombre de la chica? No lo conozco.

El segundo me ha parecido, al principio, como la letra de una canción, pero el giro lo ha cambiado todo. Yo no he notado ambigüedad, no he dudado de que lo ha matado.

Y el tercero es mi preferido ¡Qué bonito, qué bonito! Al principio he pensado en esa imagen tan romántica (pero que esconde tanto drama) de ver un pantano del que sobresale el campanario del antiguo pueblo que se "sacrificó" para que la zona tuviera agua. Pero siendo el mar me ha parecido muy poético que Mario lo haya visto como un campanario y muy imaginativo que los peces vayan a misa para rogar que no lo pesquen. Precioso, como he dicho. Tienes una imaginación maravillosa y la capacidad de volver a sentir como una niña, con toda su ilusión, fantasía e inocencia cuando quieres.

Ángeles dijo...

Gracias, MJ, me alegra mucho lo que dices.

Respecto al primer cuento, yo no creo que el protagonista esperase que el mensaje lo leyera el hermano de su amada. Yo me imagino que eso no se le había ocurrido, porque si no, a lo mejor no se hubiese atrevido a ser tan claro. Puede que ni siquiera supiera que ella tenía un hermano.
Y el nombre de la chica es medio inventado por mí, una variación sobre otros similares. Necesitaba un nombre que sonara femenino y muy peculiar, para que fuese prácticamente imposible que en el instituto hubiera otra chica con el mismo nombre. No podía haber duda sobre a quién se refería el enamorado.

En el segundo yo pretendía que las dos interpretaciones fuesen posibles, pero si tú estás segura de que lo ha matado, pues matado está para ti, ea :D

Y respecto al tercero, me ha llamado la atención que hayas pensado en esos pueblos sumergidos por un pantano, porque yo también tenía en mente esa idea, y en concreto, otro micro que hay por el blog. Te lo dejo aquí por si quieres verlo.

Gracias de nuevo :)