-¿Si?
-Sí, buenos días. ¿Es ahí el piso que se vende?
-Sí, sí, aquí es.
-Pues es que yo estaría interesado… ¿Cuándo podría venir a verlo?
-Bueno, ya que está usted ahí, ¿por qué no sube ahora?
-Ah. Estupendo. Gracias.
…
-Hola, buenos días.
-Pase, pase.
-Gracias.
-Venga por aquí y le voy enseñando las habitaciones…
…
-Bueno, pues el piso es magnífico, señora. Y si el precio es lo que me ha dicho, nos podríamos poner de acuerdo…
-Pero me falta por enseñarle una habitación, la de los libros, ¿no quiere verla?
-Ah, tienen una habitación para libros…
-Sí, es que mi marido los devora. Aunque ya más bien los libros nos devoran a nosotros. Vamos, que no nos cabe ni uno más. Se reproducen yo no sé cómo.
-Sí, lo comprendo, porque a mí me gustan mucho también y tengo montones.
-Espere, que la abro. Es que la tengo cerrada con llave porque por las tardes vienen los nietos y mi marido no quiere ni que se acerquen.
-Claro… ¡Vaya! Menuda biblioteca tienen ustedes aquí. Y yo creía que yo tenía… ¿eh? Pero… ¡Señora!, ¡que me ha dejado usted encerrado! ¡Abra la p… aaahhh! ¡¿Pero qué es esto?! ¡Oiga, abra, abra! ¡Que me comen…aaggh… que me comen…!
-Ya, ya, si es lo que le vengo diciendo –murmuró la mujer al otro lado de la puerta.
Acto seguido, salió al balcón. Hacía viento y había que afianzar el letrero de SE VENDE.
Aunque no tenía la menor intención de vender.
24 comentarios:
¡Vaya divertimento de verano! Yo diría que más bien es del todo invernal, porque el humor es negro, negro, negro. De todas formas, sigue siendo imaginativo,cautivador e hilarante, como todos tus cuentos.
Un beso
¡Ohhhh! :-O
Me he quedado a cuadros. Ya sonaba sospechoso eso de que "nos devoran".
En este caso hay que comprender a la señora, es cuestión de supervivencia je, je, je.
Bueno, por lo menos ponen a salvo a los nietos, no son tan malas personas, un poco asesinillas, si eso.
Pues sí, a mí me devoran literalmente, de hecho te escribe el trocito de mí que ha sobrevivido y ha vuelto al trabajo.
Poco a poco me iré poniendo al día con los blogs, cuando deje de llorar porque se me hayan acabado las vacaciones.
Muchas gracias, Sara. Es que en verano el humor también se pone negro,o por lo menos tostao, de tanto darle el sol ;-)
Exacto, MJ, cuestión de superviviencia. Más de una vez me he oído pensar "¡los libros o yo!". Y acaban ganando los libros, of course.
Loque, bienvenida tras el descanso estival. Me gusta eso de "asesinillas", porque, es verdad, en todo hay niveles.
Simplemente decirte que tu relato me ha encantado. Seguro que vuelvo a pasar por aquí.
Un abrazo,
Rato Raro
Muchas gracias, Rato Raro. Bienvenido, y espero que en efecto vuelvas por aquí.
Un saludo.
Me he leído algún post de tu blog, y me encanta como escribes. Así que a partir de hoy ya tienes un seguidor más.
Un abrazo,
Rato Raro
Pues no sabes qué contenta estoy. Muchas gracias, Rato Raro, es un honor.
Libros caníbales! Cambias por completo el sentido a la frase de "he devorado tal libro" :)
Muy bueno!
Un saludo.
Muchas gracias, Metalsaurio , y encantada de verte por aquí.
Saludos.
Jaja, La verdad es que los libros se alimentan de lectores...Yo prefiero comerme los libros con los ojos antes de que me coman a mí. :P
Eso es amar los libros y lo demás son cuentos. Si se han de alimentar se les alimenta a toda costa!! xDD
Me pregunto qué parte de los humanos les gustará más a los libros. Los ojos, supongo.
Si alguna vez me ocurre esto (nunca se sabe), ojalá me devore una buena novela de aventuras, o un clásico de renombre. No puede haber nada más absurdo e inútil que ser comido por un tratado de matemáticas o un ensayo sobre ciencias políticas.
Pues sí, Mae Wom, los libros se alimentan de lectores, y ten cuidado, que algunos se lo toman al pie de la letra, je-je.
Gracias.
¿Has visto, JuanRa, hasta dónde puede llegar el amor por los libros?
La observación de que los ojos serán su parte favorita te ha quedado altamente siniestra, por cierto. Pero atinada.
Y tampoco me había yo parado a pensar en que fuera mejor ser devorado por un libro que por otro... Pero es verdad, ya que te comen, que te coma un Dickens, un Galdós, o, cómo no, un Stephen King.
Gracias y saludos postvacacionales
Ja,ja,ja... ¡pues que me ha salido la carcajada! Qué bueno...
Así que mayormente, por eso han inventado el libro electrónico. Para evitarse tener que alimentar a los de papel. Porque es cierto que ocupan mucho espacio y nos envuelven. Y se empolvan.
Y digo yo, que si comen, pues también habrán de hacer sus necesidades...y fíjate lo que supondría sacar a pasear a toda biblioteca como a los perritos.
Sí, si, por eso han inventado los digitales.
carlos
Me alegro mucho de que te hayas reído, Carlos :-D Yo también me he reído con eso de tener que sacar a pasear la biblioteca como a los perritos, ja,ja.
Oye, y tu teoría sobre el porqué de los e-books es muy razonable, ¿eh?
Una historia que nos devora y sentimos como propia todos cuantos llevamos algo de "bibliópata" y "bibliófago" en nuestras entrañas, con un buen acompañamiento de humor negro...
Gracias, Peter :)
Pues como los mios se vuelvan carnívoros no tengo escapatoria.
Bueno, quizá encargar una pizza cada día y que en la ciudad se cree la leyenda urbana de la desaparición de los pizzeros.
Ya veo, Guille, que tú también tienes tu lado siniestro :D
Y después dicen que “los libros no muerden”. Me ha encantado, Ángeles. Y claro, hay una conexión evidente. ¿Quién era él que decía que las ideas están ahí, flotando?
Saludos cordiales
Muchas gracias, Gabriel, me alegra muchísimo que te haya gustado.
Es cierto, parece que las ideas andan por ahí, flotando en el aire, esperando que las cacemos y les demos forma.
Saludos!
jajaja
excelente!!
Muy bueno! vengo de chusmear en los comentarios del blog de f, (soy una señora curiosa).
Me gustó el cuento, muy divertido.
Abrazos!
Jaja, muchas gracias, f!
Muchas gracias por la visita, Eme, y me alegro mucho de que te haya gustado el cuento.
Abrazos.
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