martes, 22 de abril de 2014

Otras dos



He añadido dos nuevas adquisiciones a mi colección de palabras fastuosas. Dos palabras colosales que resonarían con perfecta musicalidad en una imaginaria orquesta fonética.
La primera suena como campanillas tubulares de metal: inconsútil.
La primera vez que supe de esta palabra quedé prendada de ella por su sonoridad y quise entonces saber qué se escondía detrás de tal melodía.
Me pareció una palabra suave y delicada, y precisamente se utiliza en ocasiones como sinónimo de sutil, vaporoso, delicado. Pero esto no es lo correcto, pues en realidad inconsútil significa “sin costuras”, “no cosido”, y suele usarse para referirse a la túnica de Cristo: “los soldados se llevaron la vestidura inconsútil”; “la Virgen María elaboró la túnica inconsútil de Jesús”.
 
Pero supongo que puede aplicarse a todo aquello que se presenta firme, uniforme, sin añadidos y sin fisuras. Como el amor verdadero.
 
Ah, y le pregunté al sabio Corominas por el origen de esta bella palabra, y me dijo que es  un derivado negativo del latin consutilis, “que se puede coser”, que deriva a su vez de consuere, “coser”.
 
 La segunda suena, me parece a mí,  como un xilófono soprano: pignoraticio.
Cuando me encontré con esta palabra, inesperadamente, de sopetón, me alteré un poco, lo reconozco. Me pareció tan extraña y curiosa, tan sorprendente y sonora, que por un momento me quedé perpleja:  me fascinó esta palabra tan vibrátil y eufónica y lamenté que hubiera pasado desapercibida para mí hasta entonces.
Pero nunca es tarde si la dicha es buena, dicen los refraneros, así que me puse manos a la obra a aprender lo que pudiera sobre ella, para usarla con convicción en cuanto tuviera la menor oportunidad.
Y así me enteré, por ejemplo,  de que tiene dos amigas igualmente estrafalarias: pignoración y pignorar. Y todas ellas se refieren a la idea de empeño, hipoteca, cesión, traspaso.
Es decir, que si vamos a una casa de empeños y dejamos allí algún objeto en prenda, podremos decir que hemos hecho una pignoración o una transacción pignoraticia.
Eso es hablar con propiedad.
 
-Buenas, venía a pignorar el reloj de mi tatarabuelo.
-Pues pignorado queda, buen hombre.
 
Y todo esto se debe, según he aprendido, a que en latín pignus significa garantía o prenda, y por lo tanto dejar en garantía o en prenda es dejar in pignus de donde tenemos empeño. Y el plural de pignus es pignora.
 
Supongo que en sus respectivos ámbitos naturales (el religioso y el financiero o mercantil), estas palabras serán de uso común y no llamarán la atención. Pero vistas desde fuera resultan muy exóticas y llamativas. Y es muy emocionante encontrar, cuando menos se espera, una palabra nueva, una sorpresa léxica.
Es algo parecido a recuperar por un momento la alegría de cuando éramos pequeños y aprendíamos palabras nuevas constantememente, y con cada palabra nueva el mundo se hacía un poco más abarcable, un poco más comprensible.
Y cuando además las palabras nos revelan su esencia y su por qué, a mí me da la sensación de que ya cualquier cosa se puede explicar. Y eso tranquiliza mucho.

 
 

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Ángeles.
Esta entrada me ha gustado especialmente porque me recuerda la satisfacción de haber descubierto los talleres de lectura, poder compartir y comentar con otros lectores, descubrir tantos puntos de vista... Y es que la primera vez que tengo conciencia de haber visto la palabra inconsútil, fue cuando leí Punto Omega, en una descripción de ese vasto desierto que se veía desde el porche de la casa.
Espero que nos veamos pronto.
Un beso.
Inma.

Anónimo dijo...

¿Y de verdad que ninguna de los dos palabros estos es un insulto?. Mira, que parecen muy adecuados para tratar con alguien al que tienes manía.
Y ya seriamente, el hecho de que la túnica de Jesús no tuviera costuras, ¿acaso tiene un significado metafórico religioso o qué?

carlos

Sara dijo...

¡Jamás me había topado con semejantes palabrejas! Me gusta mucho "inconsútil", tanto por la forma como por su precioso significado.

Muy interesante la entrada.

Ángeles dijo...

Hola, Inma, y gracias.
Es verdad lo que dices del taller de lectura, y también es verdad que los libros son la mejor fuente para descubrir no solo ideas sino también palabras sorprendentes.

Ya mismo nos vemos.
Besos.


Ja, ja, no, Carlos, creo que ninguna de las palabras es insulto. Pero, ahora que lo dices...
-¡Oiga, es usted un pignoraticio, sobre todo por lo de pig!
-¡Y usted un inconsútil de tomo y lomo, ea!

Y ya seriamente, sí, lo de la túnica sin costuras sí que tiene un sentido simbólico: simboliza, por lo que yo sé, la unidad y continuidad del cristianismo.


Gracias, Sara. Yo también creo que inconsútil es una palabra muy bella en todos los sentidos. Me alegro mucho de que te haya gustado.

JuanRa Diablo dijo...

Se me estaba ocurriendo algo mientras te leía, sobre todo al llegar a pignotaricio.

"Cuando me encontré con esta palabra, inesperadamente, de sopetón, me alteré un poco, lo reconozco"

He imaginado una historia al estilo de Alicia en el País de mas Maravillas, pero variando algunos aspectos.
Sería Ángeles en Lexicolandia y versaría sobre las andanzas de una curiosa niña (con una madalena en la mano, por ejemplo, jajaja) que va encontrándose con palabras hasta el momento desconocidas. Y hablando con ellas descubre su significado y sus orígenes.
Y es que hay una magia especial en esta forma de contarnos las cosas que creo que habría que aprovechar de algun modo, ¡vaya que sí!

Y centrándome en la pareja protagonista de hoy: ¡encantado de conocerlas!, porque no las había oído JAMÁS.

El reloj pignorado ¿era ignífugo? ¿y proporcionó pingües beneficios?

¿Pignorado no sería un cerdo al que no hacen caso? :p

JuanRa Diablo dijo...

Anda, le acabo de sacar otro derivado. He escrito "pignotaricio" y es pignoraticio. Si es que...

Cada vez me suena más a dinosaurio.

"En Cuenca se han encontrado, después de mucho empeño, los huesos fosilizados de un pignoraticio" :p

MJ dijo...

No conocía ninguna de las dos palabras a las que dedicas la entrada. Gracias por las presentaciones :-) No sé yo si en el gremio mercantil "pignoraticio" es muy empleada, me imagino al señor que iba a empeñar el reloj del tatarabuelo soltando la fracesita y a la chica del "vendo oro" respondiendo "¿Mande?" ;-)
¡Qué buena idea ha tenido JuanRa! Me encanta "Ángeles en Lexicolandia". Estoy deseando leerlo :-)

Ángeles dijo...


JuanRa, querido, eso no vale. No vale que tus comentarios sean mejores que mis entradas...
Es que eso de “pignorado, un cerdo al que no le hacen caso” es buenísimo, ja,ja!
Y la idea de Ángeles en Lexicolandia es genial! Escríbemelo, porfi :D Y la magdalena que no falte, por supuesto :D

No, no es pignotaricio, es pigtonaric… pignatoci… pingota… oich, qué difíciles son los nombres de los dinosaurios, ¿eh?


Pues sí, MJ, el término es rarito, pero seguro que los profesionales no lo (p)ignoran :D Es vocabulario específico, como lo hay en todas las profesiones.

Estamos de acuerdo: la idea de JuanRa es buenísima y yo también quiero leerlo :)

Lan dijo...

A nosotros también, los del norte de Europa, nos meten en el grupo de los PIGS que, claro, no tiene que ver con esa bonita raíz que tú mencionas porque hay poca gente del norte que sepa latín. :-)
Saludos.

Marisa C dijo...

Me ha encantado "pignoraticio", tengo que buscar la forma de usarla, como sea, ya... Voy a ver que encuentro entre los cajones para "pignorarlo" ya mismo. ;D. Genial entrada Ángeles, como siempre. Abrazos.

Marisa C dijo...

Por cierto, doy mi voto al proyecto de Ángeles en Lexicolandia, :D. Más abrazos.

Zazou dijo...

Inconsútil, bella palabra, tanto por el sonido como por el significado. Jamás la había oído y la atesoraré, en serio.
Pignoraticio, en cambio, sí la había oído y en su medio natural, en cierta ocasión en que me dijeron "haber pedido un préstamo pignoraticio, mujer". Y me quedé boquiabierta y ojiplática.
Pignotaricio me ha gustado, por cierto, y eso que yo estaba leyendo pingotaricio al principio... si es que de todo se puede sacar :-)
En cuanto esté ese "Ángeles en Lexicolandia" me apunto a leerlo, sin duda.
Besucos y me voy de pingo...

Ángeles dijo...

Yo diría, Lan, que en el norte hay tanta gente que sepa latín como en el sur. Peor para todos.


Ja,ja, qué bueno, Marisa . Espero que hayas encontrado ya algo que pignorar, je,je.

Y en cuanto al proyecto de Lexicolandia, a ver si entre todos ponemos a JuanRa en un aprieto -o en un brete- y se ve obligado...

Gracias y abrazos.


Qué bien, Zazou, que te haya gustado inconsútil y que conocieras pignarocitio o como se diga, ja,ja.

Y seguimos reuniendo peticiones para el "proyecto Lexicolandia". Me encanta!

Besucos y besitos.

loquemeahorro dijo...

La pignoración la conocía, no te creas, pero la otra palabra me ha dejado ojiplática.

Bueno, me dejó hace tiempo cuando leí esta entrada y, por lo que se ve, se me olvidó dejar comentario.

JuanRa Diablo dijo...

¡Qué barbaridad! Solo era una idea y ya le están saliendo patas de proyecto!!
Yo me comprometo a hacer la portada, que la tengo nítida en la cabeza. Que alguien vaya buscando caseta en alguna feria del libro!! xD

Ángeles dijo...

Claro, loque, si te quedaste ojiplática es normal que se te olvidara el comentario. Es algo natural :D
Gracias por haber vuelto para dejarlo :)

A ver, JuanRa, ¿cómo que la portada? ¿Y lo de dentro? Que con dos ruedas no anda un carro. Es lo malo de ser tan ingenioso, que los demás nos hacemos ilusiones, y mira ahora la se ha liao :D

De todas formas, si la portada tomara ídem, me la pido :D

alp dijo...

Me dejas alucinado... Me encanta que pongas estas cosas... Desde peqyeño MU padre me ha enseñado a oír una palabra, y en casi de no saber su significado , buscarla en el diccionario... Un saludo desde Murcia.

Ángeles dijo...

Qué bien, alp, me encanta que te encante :)
Y espero que siempre hayas seguido el buen consejo de tu padre.

Un saludo desde Málaga.

Juan M de los Santos dijo...

Lo de inconsútil me ha dejado con las costuras abiertas. No la conocía. En cuanto a la pignoración, sí recuerdo haber encontrado esta palabra o alguno de sus derivados en alguna novela decimonónica. Sin llegar a enterarme del significado, intuí que era un término financiero relacionado con transacciones económicas. Pero no le hice mucho caso a la palabra en cuestión y así, la tenía más o menos olvidada.
Lo cual no me apena, ya que ahora, esta sobrevenida ignorancia me hace disfrutar plenamente de las expliciones contenidas en tu entrada. En fin que tienen mucho jugo estas nuevas palabritas que nos presentas. Por cierto, lo del cerdito ignorado de Juan Ra me ha encantado. Y yo también voto a favor de "Ángeles en Lexicolandia", que puede sugerir además la existencia de unos bondadosos seres alados que velan por la cosecha de palabras de ese léxico país. Quizá la joven protagonista podría ir enfrentándose a retorcidas y sugerentes palabras desconocidas, luchar contra malvadas parejas complejas y sobrevivir a un océano poblado de monstruosos "gambazos". En fin, algunas humildes ideas para incluir en esta futura superproducción que hará, no lo duden, las delicias de propios y extraños. Ah! en lugar de un sombrerero loco podría haber un bibliotecario bibliómano o algo así...
Ya me he extendido otra vez, qué pesao!

Ángeles dijo...

Gracias, Juan M, como siempre, y me alegro mucho de que te haya resultado interesante.

Y gracias por tus ideas para el "Lexicolandia Project". Son muy bonitas, pero -ahora que no me oye- me parece que el promotor de la idea se ha acobardado ante la expectación creada, je,je. De todas formas, nada cae en saco roto...
Y lo del pobre cerdito también ha cosechado mucho éxito, por lo que veo. Mmm, quizá podríamos darle un papel en Lexicolandia...

Saluditos!

Conxita C. dijo...

No había escuchado ni leído ninguna de estas palabras y me encanta. Me ha gustado mucho a esa referencia de la emoción que sentíamos de niños al descubrir una nueva palabra, es verdad que el mundo se hace mucho más grande y nos sentimos tan bien. Ahora el problema es que me encanta descubrirlas, imaginar qué significan y equivocarme en algunos casos pero después...¡¡¡horror!!! me olvido.
Me gusta este señor Corominas. Me lo apunto. Hace poco he descubierto el diccionario de ideas afines de Corripio que me parece también muy interesante.

Gracias por compartirme de nuevo esta entrada que desconocía.

Por cierto, tengo una pregunta que igual no toca aquí, ¿cómo consigues enlazar en las respuestas a los comentarios y en los comentarios con otras entradas de tu blog? Es algo que he intentado y como con esto del blog no soy demasiado habilidoso no consigo, ni siquiera poner un enlace en el comentario (a pesar de haber hecho lo que se indica en algunos tutoriales) ni mucho menos en las respuestas a los comentarios. Lo siento, no tocaba pero es que es algo con lo que batallo desde hace tiempo sin ningún resultado positivo.
Besos

Ángeles dijo...


Hola, Conxita, gracias por venir por aquí también.
Me alegro mucho de que te haya gustado esta entrada también, y de que te interesen las palabras y su historia.

En cuanto a tu pregunta sobre los enlaces, si quieres puedes escribirme a mi correo y te explicaré cómo hacerlo, porque si pongo aquí la “fórmula” que hay que usar, se convertirá en enlace cuando pulse para publicar y no la verás.

Besos.

Conxita C. dijo...

Ángeles, siempre es un placer aprender contigo.
Te envío un correo.
Besos