jueves, 2 de junio de 2011

Yo inventé los blogs



Bueno, no es eso exactamente.
En realidad debería decir, para ajustarme más a la verdad, que yo deseé los blogs antes de que estos se inventaran.
Porque cuando yo era adolescente, preadolescente incluso, imaginaba -o deseaba- un lugar donde uno pudiera escribir cosas y otras personas pudieran leerlo.
Sí, claro, existían los periódicos, las revistas y los libros, pero eso era inaccesible para la gente normal y corriente y sobre todo para los niños.

Lo que yo anhelaba era un lugar, un medio, donde pudiera escribir cualquiera, por ejemplo yo, y que fuera público. Un sitio donde hablar de lo que a uno le interesaba o le gustaba; de lo que uno pensaba sobre cualquier asunto, o contar algo interesante que nos hubiera pasado; algo que fuera importante para nosotros…

Y pensaba y pensaba qué sitio podría ser ese, cómo se podría llevar a cabo lo que yo imaginaba. Pero no se me ocurría nada que no fuera lo que ya existía, y que, efectivamente, no estaba a mi alcance.

Por aquel entonces yo me conformaba –qué remedio- con escribir para mí misma: un diario para las cositas personales, y una libreta donde apuntaba otras cosas que sí me hubiera gustado "publicar". Por ejemplo, juegos de palabras que se me ocurrían; cuentecillos y sobre todo, errores de expresión encontrados en diferentes medios o curiosidades lingüísticas escuchadas por aquí y por allá.

Recuerdo, por ejemplo,  haber anotado una frase que oí en una película, en la que unos amigos iban a un restaurante y decía uno de ellos: “Vamos a ordenar una pizza”. Y  continuación de la frase yo comentaba que deberían haber dicho “vamos a pedir una pizza”, y que sin duda se trataba de un error de traducción.
Ya se sabe: el repipi no se hace; nace.

De manera que para dar rienda suelta a mi vocación de correctora repelente, de cansina notaria de lo cotidiano y de narradora pretenciosa, lo único que podía hacer era esperar a ser mayor, estudiar periodismo y, cuando trabajara en un periódico o una revista, escribir artículos sobre esas cosas.
O, directamente, hacerme escritora (risas).

Por supuesto, estamos hablando de la era paleozoica, de modo que los ordenadores no eran todavía, ni mucho menos, de uso doméstico, y de internet no conocíamos ni el nombre.

Durante un breve espacio de tiempo, pude en cierto modo dar satisfacción a esos anhelos míos de escribir cosas y que aparecieran en algún sitio. Fue cuando algún profesor del instituto, con mucha voluntad y pocos medios, puso en marcha una revista. Y allá que fui yo a contribuir con articulillos y comentarios.
La experiencia no duró mucho, pero sirvió para que me diera cuenta de una cosa: aquello no era lo que yo buscaba.
No. Seguía sin saber qué era, en qué consistía lo que yo soñaba, pero no era una revista de instituto.
Era otra cosa. Tenía que haber otra cosa.

Y ahí me quedé, en ese anhelo, en ese echar de menos algo que no sabía qué era pero que, estaba segura, tarde o temprano tendría que aparecer.

Hasta que un buen día, ya en el siglo XXI, y ya con internet en nuestras vidas como elemento cotidiano, oí hablar de los “diarios online”, de los weblogs y de los blogs.
 Al principio no sabía muy bien qué eran realmente, pero cuando lo comprendí y empecé a ver algunos me dije: ¡Tate! Ahí está. Eso era.

Y efectivamente, eso era.
Lo que hoy llamamos blogs tan alegremente, que consideramos algo de lo más normal y que está al alcance de cualquiera, es aquello con lo que yo soñaba, lo que yo esperaba, aunque no supiera ni cómo denominarlo.

Y es que como todos somos humanos y todos tenemos los mismos sueños y las mismas necesidades, no hay más que esperar –con paciencia, eso sí- a que alguien invente o dé forma a lo que otros solo podemos intuir vagamente.
Y siempre ocurre. Siempre hay alguien que, tarde o temprano, es capaz de hacer realidad lo que para otros no es más que una mera fantasía, una ilusión sin sustento.

Demos gracias por ello.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué sorpresa, Ángeles, con esta nueva entrada!

Muy bonita y muy tierna tu experiencia de "anticipativa" bloggera. Mi enhorabuena por haber encontrado un hueco a tu medida.

Besos.

jaramos.g dijo...

¡Emocionante! ¡Y qué bien escrita! Una de las cosas que me hacen sentirme mejor e incluso conmoverme es oír o leer historias personales, emocionantes, reales, de las personas. Te agradezco esta y te pido más. Salud(os).

loquemeahorro dijo...

Es un poco alucinante, verdad? Que haya un sitio no dónde puedas escribir, no. ¡Que la gente te lea!

¡Y le interese! Incluso algún psicópata a veces te pregunta por una entrada nueva.

A mí me sigue pareciendo como algo que no es verdad del todo.

Ángeles dijo...

Sara, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado mi 'experiencia anticipativa', que a mí me sorprende más que a nadie.

jaramos, una vez más, muchísimas gracias por tus amables palabras. A mí me conmueven comentarios como el tuyo. Y desde luego me animan a seguir escribiendo más cosillas.
Saludos.

Efectivamente, loque, me alucina que haya personas tan generosas que dedican un rato de su valioso tiempo para venir a leer lo que yo escribo. Y además se toman la molestia de decir que les gusta. Es fabuloso.

Soros dijo...

Veo que también tú te fías de la literatura, incluso si ésta viene metida en un blog. Tal vez, alguna vez, la literatura más pura y más genuina pueda encontrarse en Internet, pues en este medio los cradores no necesitarán pelearse con editoriales, ni libreros y se dedicarán simplemente a escribir sin esperar a cambio otra cosa que no sean lectores.
¿Quién sabe? ¿Desbancará alguna vez la literatura al negocio editorial? ¿O es que la misma literarura es ya una empresa cultural?
Saludos y, como otras veces, me agrada lo que escribes.

Ángeles dijo...

Gracias, Soros.
Me gusta la distinción que haces entre la literatura y el negocio editorial.
Me imagino que pasará como pasa ya con la industria discográfica: enfados, exigencias, reivindicaciones, para al final encontrar cada uno su parcela y cada uno sacar el partido que pueda o le dejen.
Digo yo, que no soy experta en nada.
Un saludo.

MJ dijo...

Una entrada estupenda... y me alegra saber que no soy la única que echa de menos cosas que aún no existen o que no sabemos qué son, algo que estamos esperando. Lo malo de eso es que no se sabe a ciencia cierta si llegará eso que echamos de menos. Son sentimientos extraños para muchos, pero muy reales, como tu "visión" del blog antes de que existiera.
Yo también me alegro mucho de que existan los blogs, y en concreto, uno tan bueno como el tuyo.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, MJ, guapa.
En efecto, son sensaciones muy reales, lo suficiente para convencernos de que ese algo está ahí, en algún lugar del futuro.
Y lo suyo, por cierto, es que aparezca en buen momento, ni demasiado pronto ni demasiado tarde.

JuanRa Diablo dijo...

Es verdad, es algo grande. Y el otro día decía yo que la fuerza de la costumbre está haciendo que nos parezca ya hasta normal algo que es increíble.

Me pregunto cómo habrían utilizado este invento algunos escritores de antaño que ni siquiera soñaron con internet.

Esta entrada me ha recordado mucho a otra que escribí hace tiempo, en la que también expresé esa inquietud que tenía de joven por mostrar a los demás aquellas cosas que más me gustaban y que necesitaba compartir.
Hemos coincidido a la hora de decir que nosotros ya soñábamos con este mundo de los blogs. :)

http://miescribania.blogspot.com/2009/05/mis-blogs-de-adolescente.html

Ángeles dijo...

JuanRa, ¡no me digas que coincidimos en algo! No me lo puedo creer ;-)

Voy rauda a leer tu entrada. Thank you.

Anónimo dijo...

Almas gemelas sois vosotros...los dos inventores del Blog sin saberlo.
Es fascinante cómo ese sueño larvado un día tomó vida. MEnos mal que era sueño y no pesadilla.
Bueno, si hay que dar gracias a los listos que lo inventaron, también hay que dárselo a las mentes iluminadas que los utilizan para fines tan bonitos como éste.

carlos

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Carlos, qué amable eres. :)

guille dijo...

Los blogs son una de esas maravillas que nos regala internet cuando usamos bien esta red.

Lo de ordenar comidas también me repateaba a mi de pequeño en el cine.

He leído lo de hacerte escritora y no me he reído ¡que lo sepas!
En realidad lo eres y muy buena a mi gusto (extrañamente el único que sigo)...ahí arriba ya se habla de la diferencia entre literatura y negocio editorial (que puestos a decir me parece mas positivo que algunos otros). Algunas de las cosas mas interesantes que han llegado a mis ojos en los últimos tiempos están en blogs.

Como inventora de los blogs te haces merecedora a la candidatura al invento del siglo...
...ese invento que ha conseguido que me obligue a actualizar algo cada día. A veces una broma, a veces una frase y a veces algo original. Pero cada día.

Me encanta como escribes lo que escribes que además suma a que también me gusta lo que escribes.

Si. Yo soy uno de esos psicópatas que siempre te preguntaran ¿para cuando una entrada nueva?

Ángeles dijo...

Guille, muchas gracias por no reírte :D y por todo lo que dices. Eres amabilísimo.

Es verdad, en los blogs hay cosas muy interesantes, mucho más que algunos libros que se publican. Pero sí, aunque en ocasiones el negocio editorial tenga poco que ver con la literatura, lo cierto es que tenemos que dar gracias por su existencia, al igual que por la existencia de los blogs.

Gracias de nuevo por todo. Y si no fuera porque lo sé de antemano, yo también te preguntaría siempre por tu próxima entrada :)

Conxita C. dijo...

Pues sí que eres una inventora de los blogs, ya lo creo, iba a poner una iluminada pero últimamente no se mira muy bien a aquellos a los que se llama iluminados, así que me voy a quedar con que tú ya sabías lo que querías y para qué lo querías. Desde luego hubo quienes lo pusieron a nuestro alcance con una tecnología accesible y fácil para los no profesionales pero aparte de eso también se necesita llenar de contenido y a ser posible de calidad y eso tú sí lo haces y muy bien.

Y respecto a ese ordenar me ha entrado una duda porque en repetidas ocasiones he escuchado al maître de algún restaurante hablar de ordenar la comanda y también marchar el pedido aunque me sonaba raro al principio, de tanto escucharlo se me ha hecho habitual y según lo que comentas es del todo incorrecto. Ya dirás.

Gracias por mostrarme esta entrada, la he disfrutado.

Besos