domingo, 10 de abril de 2011

Premios Gamba 2011. ¿No hay esperanza?

A mí ya no me extraña  que en la tele, con demasiada frecuencia, se hable mal; que el nivel de exigencia vaya para abajo que corta; que la falta de rigor y de conocimiento se imponga sobre el cuidado, el esmero y la buena formación.
 
Como tampoco me extraña que este avance de la desidia y el desinterés por las cosas bien hechas afecte igualmente a la prensa escrita, a la publicidad, a los textos oficiales… en fin, a todo.
 
Pero, pensaba yo, por lo menos nos queda la literatura para darnos el gusto de leer un texto bien elaborado, con un lenguaje simplemente correcto, sin expresiones ni palabras mal empleadas, fuera de lugar o innecesariamente vulgares.
 
Pero qué va. Mi gozo en un pozo, pues ya  he podido comprobar, con gran pesar, que la falta de cuidado, de celo y atención no se detiene ante nada.
 
De todas formas, empezaremos por los casos clásicos, que no faltan.
Por ejemplo, en el telediario de Antena 3, del 7 de marzo, una reportera que informa sobre el caso de una mujer muerta a manos de su marido, dice que la mujer lo había denunciado previamente, pero que “no preveyó” el fatal desenlace.
 
Claro, preveyó, del verbo preveyer: yo preveyo, tu preveyas, el preveye…
 
Hace unos días, mando en ristre, pasando de un canal a otro, llegué a una emisora que no sabía que estaba sintonizada en mi tele: la conocida PTV, que yo creía que solo se veía si estabas abonado. El caso es que la sorpresa me hizo detenerme un momento para ver qué programa había. Era una entrevista a un actor de teatro, que estaba en Málaga actuando en esos días. Y como una de sus compañeras de reparto es natural de la ciudad, el entrevistador le dijo al actor que tenía “una buena cicerona”.
Yo no sé qué diccionario maneja dicho entrevistador, pero en los que consulto yo (RAE, Larousse, Espasa Calpe…), la palabra 'cicerona' no viene. Y se ve que tampoco viene en el diccionario de mi ordenador, que cada vez que pongo 'cicerona' me lo cambia automáticamente a 'cicerone'.
Porque claro, cicerone es palabra del género epiceno, es decir, que se refiere tanto al sexo masculino como al femenino.
Es lo mismo que ocurre, por ejemplo, con 'víctima' o 'criatura'. Y si a nadie se le ocurre decir víctimo ni criaturo cuando el referente es de sexo masculino, ¿por qué a algunos se les ocurre decir miembra y cicerona?
Y, como curiosidad, la actriz de la que hablaban, ¿qué personaja interpretaría?
 
Pero, como decíamos, lo más triste viene ahora.
He leído recientemente dos novelas de  Mathias Malzieu.
Las dos me han gustado muchísimo, pero, para mi asombro, las ediciones, que estéticamente son preciosas, abundan en errores léxicos y sintácticos.
 
Por ejemplo, en las páginas 36-37, se lee “… y da la sensación que les cosquillean el cerebro…”, es decir, un clásico caso de queísmo, vicio de redacción tan feo como el dequeísmo. Para evitar caer en lo uno se cae en lo otro. Ayyyy…

En la página 55, otro fallo inexplicable: “… solo un epitafio gravado en el árbol.” Obviamente, el epitafio debería estar grabado, del verbo grabar, que es hacer una incisión, labrar letras o figuras en una superficie. No gravar, que es imponer o cargar algo sobre algo o alguien.

Hay más, hay más. Página 87: “Su voz recuerda a los gritos que pudiera dar una avestruz…”.
Y mira lo que dice el DPD:
"avestruz. ‘Ave corredora de gran tamaño’. Es voz masculina: «Me acordé de Óscar, el pequeño avestruz de peluche que mi padre me regaló» (Montero Tú [Cuba 1995]). Por influjo del género de la palabra ave, se comete a menudo el error de usarla en femenino: la avestruz."


Voy a terminar con un ejemplo de sintaxis rarita que hace bizquear y preguntarse en qué idioma está escrita la oración. Está en la página 91: “Aunque me hubiera encantado hacerle ni que fuera un poquito de miedo…”

Y que yo termine con este ejemplo no significa que no haya más errores en el libro, sino que me da corte seguir.

No obstante, hay que decir a favor de la editorial que en la segunda novela, solo hay un fallo.
No debería haber ninguno, por supuesto, pero después de lo visto, se agradece que solo confundan 'arroyo' con 'arrollo':
“El arrollo atraviesa el pueblo” (página 38) y “…por el fondo del arrollo…” (página 39).
Es un error propio de un alumno de Primaria. Pero del primer día de primero de Primaria.

Por último, y a riesgo de resultar cansina y policial, añadiré que en la página web del libro y en referencia al autor, se lee:

A parte de escritor, también es el cantante de uno de los grupos de pop más importantes de Francia, Dionysos. Con el proyecto de La Mecánica del Corazón, libro y sexto álbum de la banda, Malzieu a seducido al gran público.”


Qué pena que una editorial ponga tan poco cuidado en la elaboración y promoción de sus productos. Y qué pena que el lector tenga que ver entorpecido de este modo el disfrute de unas historias tan  bellas, graciosas y conmovedoras como las que cuenta Mathias Malzieu.

12 comentarios:

Sara dijo...

Me siguen haciendo mucha gracia los gambazos que mete la gente en los medios. Pero lo de los libros es triste y preocupante. No obstante, no me sorprende; yo misma he "cazado" más de un error en mis lecturas y, como tú, me he quedado pensando qué clase de iletrado sería el traductor.

Azote ortográfico dijo...

Mother of the beautiful love.

Como traductora, no sé si cortarme las venas o dejármelas largas, la verdad. Viendo lo que me exigen a mí, no sé cómo es posible que existan traductores y correctores con unos niveles de revisión y/o conocimiento tan sumamente laxos como para que se escapen, o cometer en primera persona, barrabasadas de ese tipo.

Por lo que respecta a los medios de comunicación, yo ya los doy como caso perdido. ¿No sabes tú que el estilo y la ortografía son la misma cosa y que no respetar la ortografía no interfiere en la labor comunicativa? Pues eso me soltaron a mí hace una semana y lo he tenido que vomitar en mi última entrada, que ya me estaba creando una úlcera.

Al final, y como dice el gran maestro Sabina, esto no es más que "mucho, mucho ruido".

Un abrazo.

Ángeles dijo...

Sara, hace poco un amigo me comentaba también que el libro que estaba leyendo estaba plagado de errores gramaticales. ¿Qué estará pasando? Me está entrando un susto...
Y en estos casos, ¿la culpa es del traductor, del corrector, del editor, o de todos juntos?

Azote, me parece que te quedas corta: esto no es ruido, esto es un escándalo ensordecedor.
Y eso de que la ortografía no afecta a la comunicación es una excusa muy socorrida y muy ignorante. Pero la propia ignorancia impide que se remedie.

Me alegra mucho verte de nuevo por aquí, que te echábamos de menos.

loquemeahorro dijo...

Yo tenía una compañera de piso, universitaria y listísima ella, que insistía en que en nuestro bello idioma jamás se puede decir "de" y "que" seguidos, nunca, en ningún contexto. No la convencí de lo contrario.

Ayer vi una película subtitulada en TCK "El diablo dijo no" (muy recomendable, por cierto).

En un momento dado aparece en pantalla.

- En Kansas hubiera ido a cavallo.

Sí, caVallo.

JuanRa Diablo dijo...

¿Sabes que siempre que leo un libro tengo a mano un lápiz? Cuando no estoy subrayando una frase que me gusta, estoy escribiendo notas al márgen o corrigiendo alguna errata, que es raro no encontrar alguna en los libros.
El libro con más fallos que he encontrado nunca es La estirpe del dragón, de Pearl S. Buck en Ediciones Orbis. Era uno tras otro sin parar. Me gustó la novela pero la lectura era un completo desaguisado.

Me gusta mucho que se cuide el lenguaje, que se eviten errores, sobre todo si son graves. Eso no quita que yo no los cometa, que en estas cosas nunca termina de aprender uno.

Un saludo ;)

MJ dijo...

Me dejas de piedra. Un error se le puede escapar a cualquiera, pero los casos que comentas en libros son tan graves que no se pueden admitir. ¡Yo confiaba en aprender en cada una de mis lecturas!
Me temo que esto va a peor y que cualquier día nos encontraremos estas cosas admitidas en los diccionarios. Mi sensación es que no están enseñando ortografía y gramática, están adecuando esta a lo "popular" en el mal sentido de la palabra.

Ángeles dijo...

Loque, ¿en qué gramática aprendió eso tu amiga? ¡Qué contundencia!
Gracias por la recomendación de la peli. La veré, ya que nunca he visto un 'cavallo' :D

JuanRa, lo de leer con el lápiz a mano también lo hago yo siempre(qué raro que coincidamos en algo, ¿eh?). Pero no sabía yo, según veo por vuestros comentarios,que fuera tan común lo de encontrar erratas o faltas gramaticales en los libros. Se ve que he tenido mucha suerte hasta ahora.

MJ, no perdamos la esperanza. Yo confío en que las editoriales seguirán cuidando las formas, y que los errores en los libros serán -como hasta ahora-la excepción.

*entangled* dijo...

En el pasado, escribir era oficio especializado, sólo algunos tenían acceso a ese arte. Y aún hoy en día, en algunos países, he visto «escribas» profesionales callejeros que, por unas monedas, escriben cartas o documentos oficiales a los ciudadanos analfabetos.

Actualmente y aquí, escribe más gente, cierto, pero también
escribe peor. Cualquier pelanas se hace periodista; cualquier periodista, novelista; y cualquier novelista, académico de la Lengua. ¿No es lógico que, al popularizar cualquier práctica disminuya su calidad? Siempre fue así. Quizá suene elitista, pero tengo por cierto que la expresión «cultura popular» es un oxímoron.

No, no hay esperanza.

Ángeles dijo...

Es verdad, entangled, parece que cualquiera es bueno para lo que sea.
Y es que una cosa es popularizar y otra vulgarizar.
Pero el problema mayor, creo yo, es la falta de conciencia de las propias limitaciones. Claro que ya se sabe lo atrevida que es la ignorancia.
Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

A ver, a ver...esto ya es una pregunta en serio, de alumno a profe: ¿cómo habría que haber expresado lo del cosquilleo en el cerebro si dices que el dequeísmo es un error?
carlos

Ángeles dijo...

Querido alumno Carlos: el dequeísmo es un error, sí, consistente en emplear la preposición 'de' antes de 'que' cuando no es de rigor.
Es decir, no siempre es incorrecto decir "de que".

El queísmo es precisamente el error de omitir 'de' cuando debe ir antes de 'que'.

Hay construcciones verbales que exigen la preposición 'de' y otras que no.
Para poner 'de' o no ponerlo no hay que fijarse en el 'que' sino en la forma verbal.

Ejemplos:

-Me he enterado de que te vas de viaje (correcto: la forma verbal es enterarse de algo).

-Me han dicho de que te vas de viaje (incorrecto: la forma verbal es decir algo).

En el ejemplo de la entrada, "dar la sensación" exige 'de'. Decimos "me da la sensación de algo", no "me da la sensación algo".
Sustitúyase "algo" por una frase que empiece por 'que' y tendremos la solución.
Ejemplo: "Me da la sensación de que me estoy enrollando mucho."

Dime por favor si lo he explicado bien, ¿quieres?
Gracias.

Anónimo dijo...

Entendido, seño.
Entonces, veo que yo no andaba desencaminado porque -en esto habría acertado- habría empleado la expresión correcta. Es que me lié con lo de "para evitar caer en el dequeísmo...".
Muhísimas gracias por tu amabilidad.
Como recompensa, un gambazo. No mío. Uno que escuché en el programa "Ochéntame otra vez", es de estos que mezclan frases hechas: Una periodista de modas hablaba de la carrera de Ágatha Ruiz de la Prada y dijo que la diseñadora "nunca bajaba el pistón..." Y un pistón está hecho precisamente para subir y bajar. Ja,ja,ja. Esto te lo cuento por hablar de algo porque yo entiendo que en una conversación lo más fácil es meter la pata.

carlos