sábado, 30 de enero de 2010

Premios Gamba 2010. Se veía venir

Desde el mísmísmo día 1 de enero, para qué esperar, los candidatos a los Premios Gamba han empezado a hacer méritos con sus resbalones y patinazos, que van desde palabras mal utilizadas, hasta oraciones incongruentes, sin olvidar expresiones vulgares, incorreciones gramaticales, faltas de ortografía... En fin, de todo lo que se nos ocurra nuestros medios de comunicación nos proporcionan jugosos ejemplos.

Veamos sólo unos pocos.

Hay una serie de televisión titulada 'Águila Roja', a la que en un par de ocasiones he llegado por el camino del zapping. Resulta que la serie está ambientada en el siglo XVII, pero ello no es óbice para que los personajes hablen como si se encontraran hoy mismo entre nosotros. El lenguaje no sólo resulta completamente anacrónico, sino que se recrea en la vulgaridad. En uno de los capítulos escuché, en no más de diez minutos, expresiones como:
-Piense con la cabeza, que las cosas pensadas con las tripas suelen ser una cagada.
-¿Sabe lo que más me jode?
-Salga usted, que yo me voy a escoñar.
-Pa haberse matao.
-Vamos rapidito, que estamos de un liao...
-Usted no rije.
-La madre que lo parió.
-No se haga usted el tonto, que sabemos que se la está pegando con la marquesa.

Yo no soy ninguna experta en el habla del siglo XVII, ni mucho menos, pero me resulta difícil creer que se utilizaran entonces tales expresiones.
Y claro, cuando hace pocos días, de nuevo con el mando de la tele en la mano, volví a topar con la serie en cuestión, no pude resistir la tentación de esperar a ver qué nuevas sorpresas me deparaba. Y no me llevé ninguna decepción, no. Ahí estaban los personajes, en especial uno al que llaman ‘Satur’, con sus anacronismos lingüísticos al por mayor.
Así escuché, entre otras cosas:
-Os va a caer la del pulpo.
-Vosotros sois mu pipiolos todavía.
-Para el carro.
-Pa lo pequeñajo que eres, acojonas.

 
Estoy viendo que se podría hacer una entrada monográfica sobre esta serie, pero hay otros candidatos por ahí que también merecen un poco de atención. Por ejemplo:

-Un enviado de Antena 3 a Haití, se refiere a los trabajadores de la televisión del país, quienes, según el corresponsal, siguen emitiendo, “en una condiciones lamentables, pero no por ello realmente heróicas”.
Resbalón a la vista. Las condiciones son lamentables y por ello realmente heróicas.

-En el programa ‘Otros pueblos’ de TV2, el 24 de enero dedicaron un reportaje a la ciudad ecuatoriana de Guayaquil. Sobre imágenes de unas turistas en un mercado, dice el narrador que “por cuatro dólares las veraneantas se llevan pescado...”

Este tipo de adjetivos y sustantivos acabados en –ente, -ante o –iente, que tradicionalmente se consideran participios de presente por su origen latino, teóricamente no se deben acabar en –a, ya que se refieren tanto al masculino como al femenino.
Hay algunas formas, como presidenta, clienta o dependienta, que se han generalizado y popularizado tanto que ya dificilmente  se pueden considerar erróneas. Pero son casos concretos, así que lo de veraneantas es una exageración. Porque si decimos veraneantas, ¿qué esperamos para decir amanta, cantanta o prudenta? Y ya puestos, iremos al banco a abrir una cuenta corrienta y les contaremos a los niños el cuento de la Bella Durmienta.

-En el Diario Sur (28 de enero), se lee: “Raquetazo a De la Torre”. Y claro, parece que el pobre señor de la Torre ha recibido un golpe de raqueta por parte de algún tenista ofuscado. Mira lo que le pasó a Berlusconi.
Pero no. Es que el redactor tenía el día metafórico, y para referirse a un problema de gestión de unos torneos de tenis, recurrió a esa ambigua figura retórica.
Pero su inspiración da para mucho más, así que insiste:
"... el portavoz del grupo municipal socialista, está dispuesto hoy a dar un 'smash' al alcalde, Francisco de la Torre...”

Y sigue:

“El PSOE cree que la bola entró y que pueden haber «presuntas irregularidades».”

Además de la retórica absurda, obsérvese el patinazo de pueden haber, y obsérvese sobre todo el tono tan poco serio, tan poco profesional y tan de charanga carnavalesca que se emplea en la redacción de una noticia que es meramente política y donde no caben -en teoría- chascarrillos ni burlas.
Qué poca formalidad.

-Y para terminar, un traspiés raro y desconcertante.
En un programa de televisión, una juez habla de la forma en que hay que realizar determinadas actividades. Y dice: “A eso yo lo llamo ‘las tres efes’: eficacia, eficiencia y efectividad”.
¿Las tres efes? ¿Por qué se salta la e?
Y para que no cupiera duda, por si estábamos pensando que se había equivocado, o que habíamos oído mal, la señora lo vuelve a decir no una sino dos veces más.
Inexplicable.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces veo "Águila Roja" y siempre me ha llamado la atención lo que comentas del lenguaje. Al principio estaba más cuidado, pero si te fijas, verás que estas expresiones se oyen casi siempre en el personaje de "Satur". Él es el contrapunto humorístico del protagonista. Creo que, lamentablemente, el público no comprendía los chistes con palabras más "de la época" y han tenido que pasarse de lleno a las expresiones modernas y vulgares que suelen utilizarse en las series juveniles...
Como siempre, un montón de candidatos a premiso Gamba.
Hoy he visto, haciendo zapping, una escena de "Amar en tiempos revueltos" y un detective comentaba de una sospechosa que era "su clienta" y lo repitió varias veces. En mi modesta opinión, creo que esa clase de errores son actuales y que en los años 50 se cometerían otros, pero no esos. Vaya, que parece que TVE no cuida mucho el lenguaje.
MJ

Lan dijo...

Meditar sobre las palabras y expresiones que se usan es descorazonador. A veces me ha pasado como a ti, lo he intentado, pero he terminado cansado y aburrido por la abundancia de los ejemplos malos.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, MJ. Lo que comentas es interesante, pero me parece que si van a hacer una serie ambientada en una época determinada, que la hagan del todo. Saltarse a la torera algo tan fundamental en la ambientación como es la forma de hablar, es una falta de coherencia y de rigor. Y además, es como si dieran por hecho que el público es incapaz de entender otra cosa que no sea el lenguaje vulgar contemporáneo.
Y respecto al otro ejemplo que pones, estoy totalmente de acuerdo con tu observación.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Lan. Tienes razón, es descorazonador. Esto del mal uso del lenguaje implica otras cosas más serias, ese es el problema.
Yo no tengo esperanza, pero no puedo remediar decir algo al respecto.

Anónimo dijo...

Yo,lamentablemente, estoy de acuerdo con Lan en que la empresa de denunciar tanta errata rocambolesca es desalentadora. Pero siguen divirtiéndome muchísimo tus atinados comentarios al respecto. Muchas gracias por entretenernos de forma tan audaz.
Sara.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Sara.
Si os reís y os divertís un ratito, mi objetivo está conseguido, pues no pretendo otra cosa.

Victoria Abón dijo...

Hola! Yo tampoco soy una experta en el siglo XVII, y la verdad es que no he reparado en el lenguaje porque sólo conozco la serie de cuando la anuncian. Pero, aunque no sea el tema, lo que me ha llamado poderosamente la atención es el vestuario super moderno de algunos personajes, principalmente de la que hace de mala malísima. Dudo mucho que ese tipo de "top" se usasen por la época. No imaginaba yo que por España se andase tan avanzado en todos los niveles por aquella epoca.

Ángeles dijo...

Hola, Victoria, encantada de volver a verte por aquí.
Parece que la serie es un quiero y no puedo de la ficción histórica que tan de moda está.

Gracias por tu aportación.

Anónimo dijo...

Veo que te estás convirtiendo en discípula aventajada de Lázaro Carreter y Pancracio Celdrán. Es penoso lo que comentas de la serie 'Águila roja'. Me parece curioso que cuiden la indumentaria y los decorados pero sacrifiquen la lengua.
F.

Ángeles dijo...

Gracias, F. Me honras asociándome a esos maestros.

Anónimo dijo...

No me hables de esa serie porque la odio. No como tú por su empleo del lenguaje ( o solamente por ello) sino porque toda ella es anacrónica e irrespetuosa con la Historia y no puede más que hacernos más imbéciles e incultos a los espectadores.
¿Qué responsabilidad tienen los gestores de la tele pública si están permitiendo y jaleando estos atentados contra la cultura?
Esto, cuando Curro Jiménez, no pasaba. ¡Y ya está! ¡Nos estamos infantilizando y aborregando cosa mala!
Y es que en este país "vamos del tejao a la bodega"


carlos

Ángeles dijo...

Pues sí, Carlos, parece que desde hace años hubiera una campaña de "analfabetización" de la ciudadanía, y ciertas series de tv son uno de los instrumentos para tal fin.
Nunca vi la serie más que a salto de mata, porque era imposible aguantarla más de tres minutos, pero si me dices que era tan mala en todo como en el lenguaje, me lo creo sin problema.

Me gusta eso de "ir del tejao a la bodega". No lo había oído nunca pero resulta muy atinado.