Normalmente los gambazos más sonoros los encuentro en la tele y más concretamente en los telediarios.
Confío en que la razón de esto sea que es casi el único programa que veo, y no que los telediarios –sobre todo los de Telecinco y Cuatro- sean los espacios que menos cuidan el lenguaje.
El caso es que en esta nueva edición de los Premios Gamba encontramos varias pruebas de que en otros medios también se da el resbalón, el desliz, la falta de precisión, el poco cuidado y el exceso de confianza.
Por ejemplo, el 18 de julio, en el dominical XLSemanal entrevistan a la novelista Herta Müller. En un destacado se lee “… el dolor infinito que te infringe la vida.”
Confundir infringir con infligir es fácil, desde luego, pero por eso mismo hay que tener más cuidadito, para no caer en un error de principiante.
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En septiembre, en un telediario de Telecinco, hablaban de ‘El toro de la Vega’, esa tradición que tienen en Tordesillas (Valladolid) que consiste en lancear a un toro hasta que muere.
La noticia está en que un grupo de personas se manifiesta contra esta tradición, y la voz en off dice que "estas personas tienen muy claro quién es aquí el verdadero animal."
El periodista que dijo esto ha cambiado la objetividad informativa por el insulto. Un nuevo nivel en la escala de la ineptitud.
El periodista que dijo esto ha cambiado la objetividad informativa por el insulto. Un nuevo nivel en la escala de la ineptitud.
Otra noticia televisiva de septiembre. Se trata de un accidente de avión en Venezuela. Sobre imágenes del avión destrozado, en el suelo, dice una locutora que “parece mentira que al menos treinta personas hayan podido salir con vida de entre estos escombros”.
¿Escombros? ¿Pero es que el avión era de ladrillos?
El 6 de octubre, en Cuatro hablan de una campaña protagonizada por famosos, destinada a promover la igualdad y el respeto por los homosexuales, bisexuales y transexuales.
La campaña se denomina 'Give a Damn’ y los listos que la comentan lo traducen como me importa un bledo, que, mira tú por dónde, significa todo lo contrario: preocúpate, muestra interés o expresión similar.
La campaña se denomina 'Give a Damn’ y los listos que la comentan lo traducen como me importa un bledo, que, mira tú por dónde, significa todo lo contrario: preocúpate, muestra interés o expresión similar.
Lo que significa "me importa un bledo" o "un comino" es ‘I don’t give a damn’, frase famosa por la película Lo que el viento se llevó, en la que Clark Gable le dice a Vivian Leigh: “Frankly my dear, I don’t give a damn” (‘Francamente, querida, me importa un bledo’), cuando la pobre le pregunta qué será de ella si él la abandona.
O sea, que si, como creían los de Cuatro, la campaña se titulara "me importa un bledo", menuda campaña sería. Pero se ve que no se percataron de que confundían una frase afirmativa con una negativa ni de que el sentido era por lo tanto totalmente opuesto ni de la incongruencia que esto supone..
O sea, que si, como creían los de Cuatro, la campaña se titulara "me importa un bledo", menuda campaña sería. Pero se ve que no se percataron de que confundían una frase afirmativa con una negativa ni de que el sentido era por lo tanto totalmente opuesto ni de la incongruencia que esto supone..
En llegando a noviembre la cosa ya se torna epidémica y la abundancia de metidas de gamba es notable. Y no solo por parte de los profesionales de los medios.
Por ejemplo, el día 28, refiriéndose a las elecciones autonómicas de Cataluña, el candidato Montilla dice que “contra más alta sea la participación…”
¡Contra más! ¡El famoso y vulgar contra más en boca de un político! No me lo puedo creer. Bueno, sí que puedo.
En la versión online del diario ABC, el día 30, leo una noticia en la que se comenta el asunto de la ortografía y la reunión de las Academias para llegar a un consenso sobre ello.
En el texto leo: “Como uno no es bachiller, ni menos aún doctorando, sino más bien leguleyo en la materia, lo primero es acudir al Diccionario de la RAE”.
Pues sí, eso es lo primero. Y ya de camino podría haber consultado el significado de leguleyo: “Persona que aplica el derecho sin rigor y desenfadadamente”. Es decir, aquel que habla de leyes sin saber o sabiendo escasamente.
Y entonces cabe preguntarse, ¿a qué viene eso de que uno es leguleyo en la materia? Pues no viene a nada, porque lo que se debería haber dicho en ese contexto es que uno es “lego en la materia”, que es la expresión que se usa para indicar que no se no tiene conocimiento sobre algo determinado.
Parece un bucle lingüístico.
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Y por último, una gamba multimedia.
Resulta que las Juventudes Socialistas de Andalucía, con motivo del día internacional en la lucha contra el sida, han realizado una campaña a favor de la utilización del preservativo. Y han hecho un vídeo en el que, aludiendo a la Iglesia, se dice, entre otras cosas, “Que no te den la ostia”.
Pues muy mal. Porque en la Iglesia, cuando comulgas, lo que te dan es una hostia con hache. Una ostia te la darán como mucho en la marisquería, ya que ostia significa ostra, que es ese bello molusco lamelibranquio que produce perlas.
Y cuando te llevas un golpe, a causa de un resbalón, por ejemplo, también te llevas una hostia, con perdón.
Hay muchos por ahí produciendo perlas, ¿eh?
9 comentarios:
Es difícil decidirse, la verdad. El leguleyo en la materia es realmente bueno, y muy original (por cierto, ¿seguro que sabe lo que es ser bachiller?), pero el clásico "contra" tiene un encanto especial.
Por cierto, hoy a mediodía en el informativo de La Sexta, hablando de las propuestas que existen para que se cobre dinero por cada envase que se recicle.
Un rótulo (más o menos, menos la última palabra) "Será como el antiguo sistema de retorno de CASCOTES".
Sí, cuando devolvíamos los cascotes que nos íbamos encontrando por las obras ¿te acuerdas?
Francamente, Ángeles, no me lo puedo creer... o sí, pues tuve un amigo periodista que escribía "haber" por "a ver". Pero una, que es una romántica, piensa que, pese a estos gambazos memorables, la profesión ejercita la tecla y que periodistas fueron, al fin y al cabo, Hemingway, García Márquez, Wolfe...
Saludos.
Sara.
Muy bueno, los premios Gamba son geniales. Sigue así.
loque,a mí lo del leguleyo también me parece buenísimo, pero lo de devolver los cascotes también es antológico.
Se agradece tu aportación.
Sara,por supuesto que en el periodismo hay magníficos profesionales, seguramente la mayoría. Pero confundir , haber con a ver, como señalas, o cometer faltas de ortografía o de léxico, con lo fácil que es hacer una simple comprobación, tiene delito, ¿no te parece?
Gracias.
MJ,muchas gracias. Ya sabía yo que te iba a gustar...
Jejeje, qué divertido esto de dejar a los suelta-gambas con el culo al aire.
Sin duda lo de "contra más" es, de todas, la gamba que más he escuchado
Y lo de hostia con o sin hache me lo discutían una vez. Creo que está muy extendido creer que hay una diferencia entre la de la iglesia y la del tortazo. Parece ser que del mismo fostión salta la hache por los aires :D
Ay, qué alivio me da ver que hay seres a los que también les duele la vista cuando se encuentran estos "errores". Si vieras cómo me duele a mí cada vez que leo exámenes (mayúsculas y minúsculas danzan alegremente mezcladas, y la razón que gana por goleada es: "Es que yo hago así la ... mayúscula")XD
JuanRa, me gusta eso de los 'suelta-gambas'. Y lo del 'fostión', con la imagen de la hache saltando por los aires, ¡qué bueno! Gracias.
Lurdes,encantada de verte por aquí. Gracias por tu visita y tu aportación.
Supongo que quienes tienen por misión hablar largo y tendido, improvisar, contestar sobre la marcha y otras cosas así, tienen difícil el evitar las incorrecciones. No es que les disculpe, es que no me gustaría estar en su pellejo. No obstante, son de admirar todos aquellos que intentan hablar lo más correctamente posible.
Con respecto a lo escrito, pienso que los errores graves tienen mayor delito. Pero muchas veces se producen también.
Llevas razón en lo que dices. Y, en lo que a mí me toca, procuro tomar nota. Pero pienso que, algunas veces, puedo también meter la gamba.
Saludos y, como siempre, me encantan todas esas puntualizaciones tan bien hechas.
Muchas gracias, Soros.
Desde luego,yo también soy consciente de que nadie está libre de meter la gamba, y yo la primera. Pero cuando el resbalón, gambazo o patinazo es perfectamente evitable (consultando el diccionario,simplemente), no hay más remedio que hacer un poco de guasa al respecto, ¿no te parece?.
Un saludo.
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