Hasta hace poco las parejas iban por la calle amarraditas, como dice la canción, de tres formas distintas, a saber : de la mano, por la cintura o por los hombros.
Pero últimamente he visto que hay una forma nueva: por la oreja. Las parejas que muestran este nuevo estilo de enlace personal suelen ser jóvenes y tradicionales, o sea, chico y chica. Sin embargo, no van de la mano ni de ninguna de las formas tradicionales. Van sueltos, uno al lado del otro, pero comparten un MP3 ó 4, con un auricular cada uno, él en la oreja derecha y ella en la izquierda o viceversa.
Lo bonito del caso es que para todo parecen previamente de acuerdo: para cruzar, para pararse en los semáforos, para echar de nuevo a andar, para volver la cabeza... Qué simetría, que coordinación, qué ballet callejero.
Y si es que no se han puesto de acuerdo previamente, entonces es mejor aún: no cabe duda de que están hechos el uno para el otro. Sería imposible tal coordinación espontánea si no fueran almas gemelas.
6 comentarios:
Es muy ingenioso y escrito impecablemente, como todo lo que haces, pero no estoy de acuerdo en tus conclusiones, aunque eso es cuestión de puntos de vista… yo lo que percibo en ese tipo de comportamiento que describes es que no hay comunicación entre ellos, aunque estén “sincronizados”, no están comunicados, sólo el uno junto al otro, sin hablarse y sin mirarse... MJ.
Fiel a mi tradición de dejar una señal en la primera entrada de los blogs que me gustan, hoy te traigo un puñado de arena de la playa virtual que compartimos.
Gracias, Angeles, y que no decaiga el interés de sentirnos "unidos por las palabras". ;)
Bueno regreso al primer texto que escribiste para el blog para exponerte en él, si no te parece mal, las dudas y los comentarios que me vayan surgiendo.
Por cierto, es curioso que comenzaras a escribir así, de lleno, sin ningún prólogo, ninguna presentación, ninguna explicación de lo que pensabas hacer.
Igual suponías que no iba a durar mucho...je,je,je,
Bueeeno. A ver, pregunta ortográfica: ¿cuándo se debe utilizar el punto y coma? ¿Para qué diablos sirve, en definitiva?
¡Ah! y ahora que me acuerdo algo en que me he fijado al releer un poema de Machado. Al parecer era un "queísta" porque, a no ser que debiera cuadrar el número de silabas en los versos, en dos de ellos pertenecientes Al Olmo Viejo he comprobado que se ha esxpresado incorrectamente:
..."antes que te derribe, olmo del Duero..." "...antes que rojo, en el hogar mañana..." ...."antes que te descuaje un torbellino"...
¡Bien! ya tendré excusa para equivocarme ji,ji,ji
carlos
Pido disculpas a MJ y a JuanRa por no haber respondido a sus comentarios en su momento. No sé a qué se debió tal falta de consideración, pero excusa no tengo.
Carlos, es verdad, empecé así, a bocajarro, sin presentarme, sin declaración de intenciones ni nada de nada. No sé si es que pensaba que no iba a durar, como dices tú. Yo más bien creo que no tenía ni idea de cómo llevar un blog, de los protocolos establecidos al respecto. Me puse a escribir sin más, porque estaba impaciente...
El uso del punto y coma es algo ambiguo, pero no es un signo inútil. Te mandaré algo al respecto, ok?
Y respecto al queísmo de Antonio Machado, cualquiera es bueno para saltarse una norma ortográfica, a sabiendas(mira Juan Ramón Jiménez) o por vacilación en su uso.
Después de tanto tiempo siguiendo el blog, desde que me lo presentaste hace tres o cuatro años, no me había dado por buscar el origen, el primer juguete del viento. Y, como a Carlos, me ha sorprendido. No pensaba encontrar unas instrucciones de cómo jugar ni tampoco una biografía al uso en la que desvelaras tu condición de espía doble. Sin embargo, después me he dado cuenta de que, conociéndote un poco, esa típica presentación tal vez sí que hubiera sido extraña y sorprendente.
Ángeles (versión 2008), muchas gracias por el primer juguete.
PD: esta entrada podría actualizarse con la excusa de los auriculares con bluetooth ;)
Ya ves, Javier, que cuando estrené el blog no tenía mucha idea de cómo iba esto del bloguerismo. No sabía siquiera que la etiqueta, el protocolo, aconseja eso, presentarse de algún modo. ¡Si ni siquiera contestaba los comentarios!
Y aunque mi idea era hablar de lenguaje, de literatura, de las palabras (de ahí el nombre del blog), esta primera entrada fue una especie de "probando, probando". Quizá, como señaló Carlos en su momento, no tenía yo mucha confianza en que esto fuese a durar. Y de lo que estaba segura era de que nadie lo iba a leer, pero tenía unas ganas locas de ponerme a escribir, de empezar, a ver qué tal me sentía en este entonces nuevo mundo. Y ahí que me lancé, a lo bruto :D
Gracias a ti por este insólito viaje al pasado.
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