viernes, 20 de mayo de 2022

Tigres siberianos

No me canso de decirlo: en las palabras hay magia. La forma en que se relacionan unas con otras, ya sea  como hermanas o bien como familiares lejanos en los que es difícil percibir el parentesco; la manera en que derivan unas de otras, aunque  después cada una siga su propio camino, y las formas en que nos revelan sus misterios, todo eso sin duda tiene que ver con la magia.

Y así, cuando tarde o temprano descubrimos esos parentescos, las relaciones misteriosas que a veces tienen las palabras,  nos asombramos tanto como si un mago sacase de la chistera, en vez de un conejito blanco o una paloma, un tremendo tigre siberiano.

Como ya saben ustedes, a mí me dan unos terribles ataques de curiosidad cuando me cruzo con una palabra que no conozco o que me hace pensar en otra con la que le sospecho un origen común. Y en este segundo caso mi departamento cerebral de paretología (o etimología popular) me lleva a atribuirles algún parentesco.  Y entonces, claro está, no me queda más remedio que hurgar en la chistera a ver si descubro algún tigre siberiano.

Es lo que me ocurrió no hace mucho con la palabra présbite.

Leí en un libro que uno de los personajes leía el periódico alejándolo de sí "porque era présbite". Yo en seguida pensé que "présbite" debía de ser otra forma de "presbítero", es decir un eclesiástico de determinado rango. Pero claro, al mismo tiempo me pregunté qué tendría que ver el rango eclesiástico con el hecho de tener que alejar el periódico para leerlo.

Entonces se me apareció, como flotando delante de mí, la palabra "presbicia", y me dije: "Tate, ¿será que la persona que padece presbicia es présbite, lo mismo que el que padece miopía es miope?"

Y efectivamente, en seguida comprobé que el présbite es quien padece presbicia. Y de camino supe que la palabra presbicia procede del francés presbytie, y éste a su vez del griego presbytes, que significa, fíjense, "anciano". Es decir, que hacerse mayor, o sea, présbite, nos aboca a la presbicia. O, al revés, padecer presbicia nos convierte en présbites, ya que la presbicia aparece con la edad.

Pues bien, ya había descubierto lo referente a "présbite", pero me quedaba el cabo suelto del "presbítero". Puede que fuese cosa de mi departamento de etimología popular, pero el caso es que me parecía clarísimo el parentesco entre  el présbite y el presbítero. Así que curioseé un poco más en la chistera y resultó que no me equivoca. En efecto, existe la sospechada relación, ya que "presbítero" proviene del latín presbyter y éste del griego presbýteros, que significa literalmente "más anciano".

Es decir, cuando un eclasiástico llega a presbítero no es ya sólo presbytes (anciano) sino presbýteros, por lo cual lo más probable es que padezca presbicia. Así, además de presbítero será présbite, lo cual convertiría al presbítero prácticamente en una redundancia de sí mismo.

Ocurre con las palabras  como con la magia, que nos despista y nos hace dudar con sus pases de acá para allá, con sus vueltas y revueltas, pero siempre acaba mostrándonos algún fascinante tigre siberiano.


httpsmagnet.xataka.com



22 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Explorar en la etimología de las palabras es una aventura que suele conllevar una gran satisfacción al descubrir nexos lógicos que estaban ocultos bajo el polvo del olvido y de los siglos.
De repente se hace la luz y las palabras relucen mágicas al haberles dado vida otra vez cuando ellas se creían medio muertas.
Ah, y para magia, la que tienes tú.

Besos rendidos.

Anónimo dijo...

¡Hala qué corto se ha hecho el artículo... ¡Otras veces nos muestras tres palabras. ¿No será que te estás haciendo una présbite perezosa.
Bueno, que será el calor....jeje
carlos

Albada Dos dijo...

jajaja, en tu caso, estudiar o desbridar la etimoligía de las palabras es casi un arte de riesgo. Muy bueno.

Un abrazo

Macondo dijo...

Yo soy présbita, porque ya estoy abonado a la presbicia. A lo de anciano, estamos en ello. Sin embargo, precisamente por la edad, me veo ya un poco mayor para hacerme presbítero.
Muchas gracias por hacernos partícipes de tus interesantes averiguaciones.

Chaly Vera dijo...


Muy divertida tu enseñanza
Gracias

Abrazos

Rick dijo...

La filología (por resumir) es una disciplina que efectivamente tiene algo de mágico. Magia arqueológica de las palabras, o algo así. Cada vez que se completa una serie, como en tu caso con la presbicie, parece que se ha descubierto un mundo completo, con sus propios mecanismos. Qué lástima que este tipo de ciencias, por ser de letras, no esté tan publicitado -y mucho menos instigado- como la informática, por ejemplo. Con todo el respeto a la informática, que conste.

Beauséant dijo...

Me encantan ese tipo de laberintos que recorres sin tener muy claro a dónde llevan y en los que acabas encontrando algo nuevo...siempre he sido muy torpe para enlazar esas ideas y esta que nos has traído me ha encantando... Supongo que son palabras en las que vejez traía sabiduría, ahora parece que el hacernos viejos, présbites, es casi motivo de avergonzarse....

Rodión dijo...

A mí también me gustan este tipo de entradas tuyas, al igual que los casuales descubrimientos etimológicos. Las palabras conforman la materia del pensamiento.

Del tigre que nos sacas esta vez, conocía la ''presbicia'' y al ''presbítero'' (sacerdote común), pero nunca había reparado en su raíz ni los había relacionado. Es curioso, porque de la antigua Grecia nos ha llegado también la raíz ''geronto...'' con el mismo significado, de los viejos gerontes de la Gerusía, o consejo de ancianos, de Esparta. O sea que contamos con dos viejas voces griegas de similar significado en nuestro uso cotidiano, que a su vez han creado otras palabras... Otro tigre. Tu alegoría felina haría las delicias de Borges :)

Ángeles dijo...


Toro, me ha gustado mucho eso de los nexos "ocultos bajo el polvo del olvido". Y lo demás también :)

Muchas gracias, qué amable eres.

Besos.


Menos mal, Carlos, que se te ha hecho corto. Imagínate que hubiera sido lo contrario! :D

Pero no, no me estoy haciendo perezosa, porque perezosa ya venía yo de fábrica, jeje.

Espero que así la próxima la pilles con ganas ;)


Jaja, imagínate, Albada, que abro un día de estos el diccionario y me salta un tigre!

Muchas gracias.
Un abrazo.


Gracias a ti, Macondo, por venir siempre con palabras amables. Para mí es un auténtico placer compartir estas cosillas con vosotros.

Un saludo.


Muchas gracias, Chaly, me alegra mucho que te haya divertido. Aunque lo de "enseñanza" me parece demasiado generoso :)

Abrazos.

Ángeles dijo...

Estoy de acuerdo, Rick, en que es una lástima que no se dé más importancia a ciencias lingüísticas como la etimología, o la filología en general, como bien dices. Pero es que estas disciplinas entran dentro de lo que con gran ironía Nuccio Ordine llama "lo inútil", es decir, lo que no produce un provecho práctico ni beneficio económico directo, cuantificable. Y si no produce eso, no se valora en este mundo mercantil y pragmático.

Me ha gustado mucho lo que dices del mundo completo y con sus propios mecanismos. Y es que es así: el lenguaje y todo lo que engloba tiene sus leyes naturales, por eso no se puede forzar, como muchos pretenden, su funcionamiento.

Gracias.

Joaquin dijo...

Oye, tengo una duda dudosa. Barbacana es una barba canosa?
Si es así, podría ser otro de tus tigres siberianos, también llamados tigres realistas voladores gigantes.

De Wikipedia:
''Uncle Grandpa'' (Tito Yayo), es el abuelo y tío mágico de todos los niños y niñas del mundo. Él viaja por el mundo ayudando a los niños y cambiando sus vidas para siempre. Su saludo y frase característica recurrente es ''"¡Buenos días!"''
Vive en una autocaravana o casa rodante y le acompaña una riñonera roja parlanchina llamada Belly Bag (Bolso Belly en Hispanoamérica y Riñonera en España), un dinosaurio antropomórfico llamado Sr. Gus/Mr. Gus, una tigresa llamada Giant Realistic Flying Tiger (Tigresa Voladora Gigante Realista en Hispanoamérica y Tigre Realista Volador Gigante en España), y un trozo de pizza parlanchín llamado Pizza Steve; con los que emprende aventuras y resuelve problemas.


JuanRa Diablo dijo...

El mago termina de actuar y todos aplaudimos y nos marchamos, pero tú...
Tú entras en el camerino y le robas la chistera porque quieres mirar dentro, descoser su interior si es necesario y encontrar así todos los secretos.
Y lo bueno es que luego vienes y nos cuentas tus hallazgos!!
Muy grande!!

Y estaba yo pensando que todos conocemos "miope" pero seguro que "présbite" es una gran desconocida. ¿Estará, como el tigre de Siberia, en peligro de extinción?

incansable lector dijo...

Pregunta que sólo tiene que ver con el tema que nos ocupa en cuanto a lo religioso-laboral, pero que tú, que eres tan anglófila, debes de saber: los vicarios y las vicarías, ¿por qué no usamos ese término apenas en español? En cambio, en las novelas anglosajonas como las de Agatha Christie siempre sale un vicario... ¿o es que no es exactamente equiparable a nuestros curas
carlos

Ángeles dijo...

Gracias, Beauséant, me alegra mucho que te gusten estos laberintos en los me meto, y éste en particular :)

Es cierto, en tiempos se asociaba la vejez a la sabiduría. Ahí estan los "consejos de ancianos" que menciona Rodión. Ahora en cambio parece que estorban, que se los aparta, y es algo que a mí me entristece y me enfada mucho. A mí me encanta hablar con los présbites y los presbýteros.

Saludos.


Gracias, Rodión. Es muy cierto eso de "la materia del pensamiento", y en efecto, cuanto mejor conozcamos las palabras mayor capacidad de pensamiento tendremos, y mayor capacidad para expresarnos. Dicen los médicos que es mucho más fácil atender y diagnosticar a una persona que se expresa bien, con precisión, que tiene un vocabulario amplio para expresar "lo que le pasa", que a quienes les cuesta explicarse porque no disponen de palabras suficientes. Poca cosa, ¿eh?

Gracias por el extra etimólogico que aportas, y por la referencia a Borges :)


Jaja, pues no, Joaquín, la barbacana no tiene nada que ver con la vellosidad facial de ninguna clase, ni siquiera con la de ese "abuelo mágico" y sus surrealistas acompañantes :D

Saludos.


Gracias, JuanRa :)
Oye, parece que has estado observándome por algún agujerillo de la pared, porque eso es justo lo que hago! :D

Y no sé si présbite está en peligro de extinción, pero por si acaso yo voy a empezar a usarla cada vez que tenga ocasión, aun a riesgo de que me miren con ojos de miope :D


Pues no soy experta en el tema, Carlos, ni mucho menos, pero el vicario, en el sentido eclesiástico, es un término propio de la iglesia anglicana, una especie de ayudante del rector (el de la rectoría o parroquia). Y en efecto no es lo mismo que nuestros "curas", cuyo término equivalente es "priest".

Un saludo, lector incansable ;)

Anónimo dijo...

¡Ah, "Judas priest"... ¡Gloriosos tiempos del Heavy, tan criticado por nuestros padres y que eran gloria comparado con la chabacanería actual...
¡Jo, y a un mero ayudante le ponen una vicaría... Ni el Vaticano tiene tantos recursos jejeje
¡Gracias, escritora infatigable
carlos

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles es un placer seguirte en estas disquisiciones con las palabras, como vas estirando de un pequeño hilo y de tu curiosidad, todos aprendemos.

Me ha encantado descubrir que ese présbite es el que padece presbicia porque mientras la presbicia me sonaba, présbite no lo había escuchado ni leído nunca y cuando ya has descubierto que proviene del griego, de ese anciano me ha parecido que todo era como un puzzle en el que todo encajaba perfectamente porque las palabras y su etimología tienen toda la lógica del mundo porque la presbicia aparece cuando uno va haciéndose mayor.
Genial, el hilo lógico que nos has descubierto.
Un abrazo

Ángeles dijo...

Carlos, la vicaría es simplemente una vivienda, la casa donde vive el vicario, que en algún sitio tendrá que vivir el hombre, ¿no? :D


Muchas gracias por tus palabras, Conxita. Me alegra mucho que te guste descubrir estas relaciones entre las palabras, que ya ves que nunca nos decepcionan y siempre nos dan sorpresas.

Abrazos!

MJ dijo...

Las palabras tienen magia. Eso me parece indudable.
Me encantan estás entradas en las que te conviertes en detective, investigas, tiras del hilo, deshaces la madeja y nos cuentas todos tus descubrimientos de una forma muy entretenida y simpática.
Seguramente vas tirando del hilo de internet... pero yo, que soy tan peliculera, te imagino rodeada de diccionarios y ¡hasta con una lupa en la mano para que no se te escape ni el más mínimo detalle! ;-)

Bubo dijo...

¡Me encantan tus entradas de paretología!

*Espero quedarme con la palabra.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, MJ, me alegra mucho lo que dices :)

Y no creas que vas mal encaminada, porque aunque lógicamente utilizo internet (¡qué desperdicio de recursos, si no!), mi primer paso en estas pesquisas es siempre el diccionario etimológico, que tengo en papel y que sigo usando con gran deleite. La lupa empezaré a usarla cualquier día, cuando me vuelva présbite sin remedio :D


Pues a mí, Bubo, me encanta que vengas a decírmelo. Gracias!

*Y cuidado con la paretología, que es engañosa y traicionera :D

Anónimo dijo...

¡Perezosa, venga...¡Que ya toca
carlos

Ángeles dijo...

:D Pues esta perezosa, Carlos, está que no da abasto, entre unas cosas y otras. Pero volveré ;)
Gracias por tu interés.