Hace mucho tiempo comentamos, en una
entrada titulada FOXP2, que la ciencia, poco a poco, va descubriendo detalles y pistas
que algún día podrían llevar a la solución de un enigma que a mí personalmente
me fascina: el origen del lenguaje humano.
En aquella ocasión hablamos de un
descubrimiento relacionado con el gen FOXP2, en el que reside la capacidad
fisiológica de los seres humanos para hablar.
Recientemente el profesor Miyagawa,
investigador del MIT (Massachusetts Institute of Technology), ha publicado una teoría que podría explicar precisamente
cómo se originó el lenguaje humano, o, dicho de modo más casero, cuál fue el
germen del primer idioma.
Según la teoría de Miyagawa, el
lenguaje, la comunicación mediante sonidos con significado y frases con
sintaxis, se habría originado a partir de dos formas de comunicación utilizadas
por ciertos animales y que nuestros ancestros homínidos compartían con ellos.
Esas dos formas de comunicación animal son la emisión continua de sonidos, como
una melodía, propia de los pájaros; y la emisión de sonidos aislados con
significados concretos, propia de los primates.
Los investigadores explican que todo
lenguaje humano está compuesto por dos estructuras, que corresponden a esas dos
formas de comunicación primaria: una estructura expresiva (la expresión de la
afirmación, la interrogación, la negación, etc.); y otra léxica (la expresión de los contenidos
o significados).
De manera que la estructura
expresiva de nuestro lenguaje tendría su origen en el canto de los pájaros, así
como suena; y la estructura léxica en
los gritos con que los monos expresan amenaza, alarma, etc. Es decir, el
lenguaje humano es una combinación de melodía y significado, y a esto lo han denominado Hipótesis de la
integración.
Pero ¿cuándo y cómo se produjo en los
humanos la fusión o integración de estos dos sistemas de comunicación?
Los expertos no dicen por ahora más
que esta integración se produjo en algún momento y por alguna razón…
Vaya, qué desilusión, seguimos sin saber.
Pero yo tengo mi propia teoría sobre
la mitad de este asunto, es decir, sobre la razón por la que se produjo esa
integración de estructuras como primer paso hacia la conversación. Mi
teoría, claro está, no es nada científica, se fundamenta exclusivamente en el
romanticismo. Podríamos denominarla Hipótesis del deseo, y consiste en
que fue el puro deseo de relacionarse lo que hizo que esos dos sistemas de comunicación
se fundieran en aquellos lejanos parientes nuestros, los primeros
humanos. Por lo tanto fue la humana necesidad de comunicarnos con el
prójimo lo que hizo evolucionar el cerebro y no al revés. Es decir, no es que
el cerebro se modificara, nos hiciéramos más inteligentes y esto permitiera el
surgimiento de lenguaje, sino que el deseo de comunicarnos es lo que hizo
evolucionar el cerebro para darnos la capacidad de comunicación.
Lo cual es como decir que
es el lenguaje lo que nos hace humanos y lo que nos hace inteligentes.
No está nada mal para algo que empezó
con pájaros y monos.
9 comentarios:
«…el lenguaje humano es una combinación de melodía y significado…»
Exacto, por eso la melodía y la letra de una canción se complementan. (Siempre que se trate de un compositor competente, claro).
Y creo que ya comenté en otra ocasión que seguramente el lenguaje precedió al pensamiento.
Saludos.
De verdad, de verdad que me encanta tu teoría, Ángeles, además de que la encuentro muy plausible. ¿Por qué no? ¿Acaso no somos la más social de las especies? ¡¡¡Claro que puede ser el deseo de comunicarnos el artífice de la evolución!!! Lo suscribo, lo rubrico y me apunto.
Besos.
Tu teoría me parece muy pausible ¿se dice pausible? Es la primera vez que tengo oportunidad de usarlo en mi vida, la verdad.
En todo caso, me ha gustado, casi tanto como la explicación científica de "en algún momento, por alguna razón". Coloca tú eso en un examen y ya verás lo que te dicen.
Me atrevo a poner la mano en el fuego(aquel fuego prehistórico) a que tu Hipótesis del deseo es exacta. La necesidad de comunicación puso en marcha los cerebros y todos aquellos sonidos y entonaciones copiados de la naturaleza fueron evolucionando hasta dar forma a un lenguaje.
Imagino que al principio se transmitirían solo conceptos: "hambre", "miedo", "frío", etc, y con el tiempo ideas más complejas:
"Me da más miedo tu madre que ese mamut"
¿Te imaginas poder ver el árbol genealógico de todas las palabras y que fuera tan extenso que nos permitiera llegar a sus orígenes fonéticos más antiguos?
A lo mejor descubríamos que pizpireta viene del pitpitpit de un jilguero del Neolítico, por ejemplo.
Ahora me pregunto también de dónde vendrá "tontería"
Y quizás, *entangled*, por eso los seres humanos tenemos esa tendencia natural hacia la música y por eso nos resulta tan grata y hasta terapéutica, porque es parte esencial de nuestra naturaleza.
Gracias y un saludo.
Muchas gracias, Sara, me alegra mucho que apoyes mi teoría y que lo expreses con tanto entusiasmo.
Besos!
Gracias, Loque.
Ayer precisamente escuché a una periodista decir que no sé quién había sufrido, por parte de no sé quién, “un desprecio muy plausible”. O sea, que a la señora le parece que ese desprecio es recomendable o digno de aplauso, fíjate tú.
Si en un examen respondiéramos como los científicos, seguramente nos dirían: “en algún momento y por alguna razón hemos decidido que está usted suspensa” :p
A mí, JuanRa, también me parece acertada tu teoría de las primeras ideas complejas. Seguro que tenían que ver con las suegras. Vamos, segurísimo :D
Esa etimología prehistórica de las palabras sería apasionante, sin duda, y probablemente nos llevaríamos muchas sorpresas y asombros.
PD: voy a investigar el origen de “tontería”, aunque me parece a mí que esta palabra debe de ser más bien moderna :p
Ángeles, vete ya mismo a Massachusetts a hablar con ese buen hombre, porque creo que has dado en "la mitad del medio". No puede ser más lógico tu razonamiento. Abrazos.
Ja, ja, gracias, Marisa.
Pues sí, aquí estoy, en Massachusetts, departiendo con este buen hombre :D
Abrazos!
Pero antes de ser deseado hubo de ser el asunto imaginado. De modo que la fantasía pudo ser la puerta del deseo. La fantasía es un don que no sabemos dónde puede llevarnos. Eso seguro que lo saben los del MIT.
Saludos y gracias por tu interesante artículo.
Yo creo, Lan, que el deseo es una cosa más del corazón, del instinto, que del cerebro o el entendimiento. Por eso no creo que fuera necesario imaginar primero para luego desear. ¿No es verdad que muchas veces sentimos el anhelo de algo pero no sabemos ni imaginamos de qué?
Y seguro que sí, que los del MIT conocen muy bien el poder de la fantasía :)
Saludos y gracias a ti.
Publicar un comentario