lunes, 23 de diciembre de 2013

Palabras con sorpresa


Las palabras me vuelven loca, y lo digo en sentido figurado y en sentido casi literal.
Me vuelven loca porque me entusiasman y pienso en ellas constantemente. Y me vuelven loca también porque a veces me trastornan, me desconciertan y me confunden.
Recuerdo que hace mucho tiempo me llevé la sorpresa del siglo (del siglo XX) cuando descubrí que la palabra lívido no significaba lo que yo creía y lo que, según he podido comprobar, muchas otras personas creen también. Yo creía que lívido era sinónimo de pálido, así que cuando supe que lívido, del latín lividus, significa  “azulado negruzco”, “amoratado”, me quedé no pálida ni lívida sino boquiabierta.
¿Por qué algunas veces creemos con total seguridad que una palabra significa algo que no significa? Quizá porque alguien la ha empleado de manera incorrecta y así la hemos aprendido. Pero ¿cómo se originó el error? Esto es lo que a mí me parece más intrigante.
Otra palabra que me hizo palidecer de sorpresa cuando conocí su verdadero significado fue cerúleo. Dejándome llevar por una falsa etimología y por mi inagotable ignorancia, había dado por hecho que cerúleo derivaría de cera y que por lo tanto su significado había de ser “parecido a la cera”, “del color de la cera”; vamos, más o menos lo mismo que pálido (que no lívido). Pero hete aquí que se  me apareció el espíritu  del sabio Corominas que me dijo: “Consulta y aprende, muchacha insensata”.
Y así supe que cerúleo significa azul, porque proviene del latín caeruleus que a su vez deriva de caelum, o sea, cielo.
Lo cierto es que gracias a estos sorprendentes descubrimientos, a estos y a otros chascos léxicos, me he vuelto más prudente y hasta diría que recelosa; no me fío así como así de cualquier palabra, e incluso creo que he desarrollado cierta intuición que me lleva con frecuencia a consultar palabras de las que en teoría no tendría por qué dudar.
Y así fue cómo, hace unos días, me las vi con una palabra aparentemente inofensiva. Tan inofensiva como su significado pretende hacernos creer. Me refiero a nimio.
Todos sabemos que nimio es “insignificante, sin importancia”, pero no sé por qué, cuando fui a utilizar esta palabra en un texto escrito, algo me frenó, algo me dijo: “¿Tú estás segura, muchacha insensata?”.
No sé si fue otra vez el espíritu del sabio o no, pero el caso es que me puse a dudar, por lo cual acudí al diccionario y me llevé la sorpresa del siglo (del siglo XXI). Porque resulta que nimio significa, sí, insignificante, pero también todo lo contrario: excesivo, exagerado.
¿Cómo es esto posible?¿Cómo se llega a modificar el sentido de una palabra hasta significar algo opuesto al significado original?  Parece que en el mundo de las palabras todo es posible, y el propio diccionario se lo toma como algo de lo más natural cuando nos explica que este término, del latín nimius, abundante, fue malinterpretado en algún momento y “recibió acepciones de significado contrario”.
Así pues, hoy día esta palabra significa una cosa y la contraria, aunque si consultan un diccionario de sinónimos es probable que solo encuentren equivalencias para la acepción más conocida: intrascendente, insignificante, pequeño, menudo, mísero, trivial.
Aunque no me parece a mí que la cosa sea trivial, sino todo lo contrario.

18 comentarios:

Marisa C dijo...

Jajajaja, pero cuanto aprendo contigo; es una maravilla. Y cuanto nos queda por aprender, ¿verdad? Un besazo y Feliz Navidad.

Sara dijo...

Es una delicia leerte, Ángeles. Tu curiosidad insaciable nos aporta unos conocimientos que no habríamos soñado jamás. Gracias por compartirlos con nosotros.

Y,como dice Marisa, ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

loquemeahorro dijo...

Cielos, yo también soy una insensata, porque pensaba que esas palabras significaban lo que no significan, lo mismo me pasaba con bizarro, hasta que nos lo explicaste.

Una que sí me sé es "impertérrito" que yo pensé que era que no mueve una ceja, pase lo que pase y no, es "A quien no se infunde fácilmente terror, o a quien nada intimida."

A lo mejor ya lo había contado, que me repito un poquito (de ná)

Manuela Mangas Enrique dijo...

Es lo que tiene el lenguaje, que se transforma con el tiempo.
Con esta estupenda entrada, he recordado el caso de "enervar", que significa 'poner nervioso', y también 'debilitar, quitar las fuerzas'.
Os copio la dirección del interesante artículo "Deslizamientos de significado", de la filóloga M.ª Ángeles Sastre, donde habla de "lívido", "nimio", "enervar", y otros.

http://elcastellano.elnortedecastilla.es/castellano/aula/deslizamientos-de-significado

Abrazos.

JuanRa Diablo dijo...

Anda, ¿y cómo vivía yo tan tranquilo con este entuerto encima? Porque te aseguro que también para mí, "lívido" y "cerúleo" significaban pálido y del color de la cera.
Así que me ocurre como a Marisa C., que también me maravillo de aprender tantas cosas por aquí.

Y tienes razón en que estos descubrimientos son auténticas sorpresas.
Yo siempre creí que "a mansalva" significaba "en mucha cantidad".
Y decía "Se sabe chistes a mansalva" como el que diría "Se sabe chistes a mogollón" Pero va el diccionario y me dice que a mansalva quiere decir "Sin ningún peligro, sobre seguro" ¡Cáspita!

Pero el problema es: cómo se hace ahora para enmendar lo que dábamos por correcto durante tanto tiempo. ¿Tendré que repetir una y mil veces que los Pitufos son cerúleos, por ejemplo? Mira que me va a costar...

Besos a mansalva (signifique lo que signifique :D)

Ángeles dijo...



Muchas gracias, Marisa, me alegra mucho lo que dices, y que te rías también :-)

Pues sí, lo de aprender es un vicio, je-je, cuanto más aprendemos más ganas nos entran de aprender más.

Besos y Feliz Año Nuevo.


Ay, Sara, muchas gracias. Para mí es una delicia que me leas, porque luego me dices cosas muy bonitas :-) 

Besos y Feliz Año.


Rayos, Loque, así que tú también habías caído en la trampa de las palabras tramposas... pero qué bonita es “impertérrito”, ¿eh?

Saludos.


Gracias Manuela, miraré el artículo, que seguro está muy interesante.

Abrazos.

Ángeles dijo...


JuanRa, empiezo a pensar que en cuestión de palabras no nos podemos fiar de nada y me está entrando miedo...

Esto de “a mansalva” yo no me lo termino de creer, y encima, en el Collins, como equivalente inglés de “a mansalva” aparece “in abundance”, “on a large scale”, y como segunda acepción, “without risk”.
Cosas veredes que non crederes, como dijo don Quijote.

Besos in abundance (así acierto seguro :-D)

PD: “Los pitufos son cerúleos”:DD
Sí que cuesta, sí.

Zazou dijo...

Misterio y maravilla del palabreo =) Qué gusto sorprenderse y aprender y hacerlo con una sobrisa.

Metalsaurio dijo...

Coincido con las confusiones...queda claro que hay que tener mucho cuidado a la hora de hablar.

Muy curioso lo de nimio. Supongo que a día de hoy si alguién lo utiliza con su significado original será tachado de rarito, jaja!

Un saludo.

MJ dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios anteriores.
Es sorprende y peligroso que demos por sentado que las palabras significan lo que nosotros creemos que significan y luego, nos demos cuenta de que estábamos equivocados y toda la vida tropezando con la misma piedra. Y digo lo de peligroso, porque a saber qué vamos diciendo por ahí creyendo que decimos otra cosa... ¡Un lío!
En esto estaba yo pensando el otro día. Estaba leyendo un libro en el e-book y como tiene un botón directo al diccionario (pero me parece que no precisamente al de la RAE) a veces me encuentro palabras que desconozco y le doy al botoncito para saber qué significan... pero el diccionario tampoco "lo sabe"... Solo hay dos posibilidades:
1. Los escritores o traductores se inventan palabras (que ya es mérito con la cantidad que hay inventadas)
2. El diccionario de mi e-book es tan ignorante como yo.

Ángeles dijo...


Tú lo has dicho, Zazou: misterio y maravilla del palabreo.
Imposible expresarlo mejor :-)

Saludos!


¡Tú también, Metalsaurio ! ¡Tú también confundido por estas palabras traidoras! :-D

Desde luego yo no me atrevería a utilizar la palabra nimio con su sentido original, la verdad. Tendría que andar dando explicaciones y entonces sí que quedaría como una rarita, je-je.

Saluditos.


Pues sí, MJ, toda la vida creyendo en una palabra y usándola con toda confianza y cuando menos te lo esperas, ¡zas! Menudo corte :-D

Las dos opciones que señalas son igualmente probables, lo cual contribuye a nuestro desconcierto léxico, claro.
Pero en el fondo es todo muy divertido, ¿no te parece? A mí sí :-)

Lan dijo...

Creo que nos pasa a todos. Porque utilizamos las palabras de las expresiones que oímos y las damos por bien usadas.
Actualmente se ha puesto de moda la expresión: "Estaba a escasos metros de la casa..."
Siempre me parece chocante, porque algo que escasea es algo que hace falta pero de lo que hay poco.
Pero la expresión la dice ya mucha gente.
No sé qué te parece a ti.
Saludos.

Juan M de los Santos dijo...

Debo decir que no es una "nimiedad" lo que se trata en esta entrada, ya que no es un tema sin importancia, y tampoco es algo que haya que despreciar por exagerado ni excesivo.
¡Que bueno!He encontrado un ejemplo en el que ambas acepciones pueden encajar y no queda uno como un ignorante que no sabe lo que dice.
En fin, también quiero decir que no es una cuestión baladí. Y ahí sí que me lanzo sin la red de haber consultado previamente el diccionario porque creo saber la acepción de ese curioso término, pero ¿estaré equivocado?
Por otra parte, Ángeles, declaro que, en muchas ocasiones, disfruto tanto leyendo tus entradas como los comentarios de tus seguidores, que también se lo curran. (Por eso tardo tanto en dejar mis comentarios, para esperar a leer los de los demás...je, je)
Bueno, besos, parabienes y "hastaprontos".

Ángeles dijo...

Pues esto de los escasos metros, Lan, no lo veo yo muy claro tampoco. En todo caso se diría "a tres metros escasos" porque la distancia en cuestión no llegara a los tres metros. Pero en el ejemplo que das, en que se utiliza "escasos" como sinónimo de "pocos" seguramente hay un uso poco preciso de la palabra.

Pero como dices, las expresiones se hacen habituales y a fuerza de escucharlas damos por hecho que son correctas. Y así es como con el tiempo las palabras y las expresiones pueden llegar a cambiar su significado o a adquirir otros además del original.
ya se sabe: el hablante manda y el uso se impone.

Saludos.


Pues sí, Juan M, estoy de acuerdo con tu declaración sobre los comentarios de los lectores tan especiales que pasan por aquí. No son cosa baladí, ni nimia, en ninguno de sus sentidos.
Ya he dicho otras veces, y lo repito, que lo mejor de mis entradas son los comentarios (los de usted inclusive, of course).

Hasta más ver :-)

Mae Wom dijo...

No vale, lo de significados opuestos para una misma palabra es trampa. Ya me cuesta no equivocarme con algunos como para pensar en dos a la vez.
A mí lo de cerúleo ya me lo hizo sospechar una película donde la prota lleva un jersey azul y se refieren a su color como cerúleo... Y lo de lívido..yo también vivía equivocada. ;-)

Ángeles dijo...

¿Has visto, Mae Wom, cómo se las gastan algunas palabras? ¿Tienen mala idea o no?

Me alegra mucho verte por aquí de nuevo :-)

Anónimo dijo...

¡Pero esto es una tomadura de pelo de las palabras! ¡Lo que me faltaba ya! Que estas palabras que cría controlar y que si las dices en una conversación quedas tan bien, resulta que son una falsedad.
¿Y la lividez de la Muerte? son dos palabras que forman una pareja inseparable y que no podremos nunca dejar de relacionar.
Yo creo que habría que localizar al incauto que equivocó su significado por vez primera induciéndonos a todos al error y publicar su nombre en los libros de texto como castigo a su ignorancia y como advertencia. ¡Eso!

carlos

Ángeles dijo...

Pues sí, Carlos, una verdadera tomadura de pelo, je, je.
Yo, en cuestión de palabras tramposas, ya me lo espero todo. Pero aun así me sorprendo y la verdad es que me divierto.
Aunque a los culpables, desde luego, habría que darles una reprimenda, sí :D