lunes, 30 de abril de 2012

Sospechas sospechosas

Primera parte

Hace poco un amigo me decía que había oído rumores según los cuales Stephen King tiene un “negro”. Es decir, alguien que escribe sus libros mientras él se rasca la barriga.

Sí, esos rumores existen desde hace mucho tiempo. Incluso hay quien dice que no tiene un negro, que tiene todo un equipo. Que él propone una idea y son esos ‘escritores fantasma’ (ghostwriters) los que hacen el trabajo.

Stephen King
Quienes lanzan estos rumores o creen en ellos los justifican diciendo que es imposible que una persona escriba tanto. Que no se puede escribir una novela cada año y además tan gordas como suelen ser las de mister King. Y menos dos novelas. O una novela y varios cuentos.
Pero no sé yo dónde está lo extraño, si precisamente para referirse a autores que escriben tanto existe el término prolífico.
De hecho, hubo una época (finales de los 70 y primeros 80) en que King escribía tanto que tuvo que publicar varios libros con seudónimo (Richard Bachman). Porque los editores creían que publicar más de un libro al año de un mismo autor no era conveniente, pues se corría el riesgo de saturar el mercado y que el público se cansara.

Pero siempre hay alguien dispuesto a creer en lo más difícil y resistirse a lo más lógico; a sospechar de lo que se sale de lo habitual, aunque sea algo perfectamente natural.
Hay personas que tienen un talento especial para determinadas actividades, y cuando ese talento se combina con una capacidad de trabajo extraordinaria, surge un creador prolífico, ya sea de las letras, de la música, de la ciencia o de la carpintería.
Sin embargo, comprendo que esto no se les ocurra a quienes no están familiarizados con los conceptos de ‘talento’ y ‘trabajo duro’.
Tampoco sé por qué nadie pone en duda que, por ejemplo, Agatha Christie, prolífica como ella sola, fuera la autora de sus más de 80 novelas, y en cambio algunos se pasan la vida intentando demostrar que otros autores en particular no pudieron haber escrito las obras que llevan su nombre. Bien porque son ‘demasiadas’, bien porque se duda de su capacidad intelectual.

Que es lo que pasa con Dumas y Shakespeare.
Alexandre Dumas Lo de Dumas es bastante conocido. Hay quienes tratan de demostrar que su colaborador Auguste Maquet fue quien en realidad escribíó Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo.

Según los defensores de Maquet, este era muy trabajador y aplicado, mientras que Dumas era un cabeza loca y un viva la vida, lo cual según ellos, es incompatible con el arte de la pluma.

Por el contrario, según los Dumasiens, esa capacidad de trabajo de Maquet era su único mérito, mientras que el talento creador era exclusivo de Dumas.

O sea, que uniendo las dos capacidades nos sale una simbiosis perfecta, una colaboración ideal entre dos fuerzas: el trabajo y la constancia por un lado y el ingenio y el arte por otro. Y sucede que  a veces, esas dos fuerzas se dan en una misma persona.

Otra cuestión sería decidir cuál de esas dos fuerzas es la más necesaria, la fundamental, la imprescindible. La que solo tienen unos cuantos elegidos y que no se puede aprender ni alcanzar por la mera fuerza de voluntad.

Auguste Maquet
No se duda que Maquet desarrolló junto con Dumas las líneas generales, el argumento, el ‘esqueleto’ de algunas de sus novelas, y que, al igual que otros colaboradores, se encargaba del trabajo de documentación necesario: la investigación histórica, geográfica, etc. Pero eso no convierte a Maquet en ‘negro’ o ‘escritor fantasma’; no lo convierte en el autor oculto de las novelas. Más que nada porque  sabemos de él y no le falta reconocimiento.

Para los eruditos y expertos en el tema, la cosa no tiene credibilidad y nos dicen que las pruebas y los argumentos que tratan de arrebatar la gloria a Dumas no son ni suficientes ni sólidos.
Pero la sospecha está servida y la película El otro Dumas (L’autre Dumas, 2010), de Saffy Nebou y protagonizada por Gerard Depardieu, la alimenta.

Luego tenemos el caso de Shakespeare, que es espectacular. Y como tiene tanta miga y es tan interesante quizá convendría dejarlo para la próxima ocasión.



18 comentarios:

Juan M de los Santos dijo...

Esperaba desde hace días una nueva entrada. Como siempre, disfruto con esa mezcla de erudición y amenidad. Siempre aprendemos cosas interesantes, y, en concreto, sobre todo lo que rodea a ese interesante proceso que es la creación literaria y que tú pareces conocer tan bien.

Sara dijo...

Dice Stephen King en su última entrevista para "XL Semanal":"Me siento a escribir hacia las ocho y cuarto de la mañana y sigo escribiendo hasta las doce menos cuarto o así (...). Lo normal es que escriba entre 1200 y 1500 palabras, unas seis páginas al día". Creo que él es un caso de talento fuera de lo común, pues, como se ve, no necesita "hincar los codos" demasiado para ser un autor prolífico. Pero sí, estoy de acuerddo contigo, Ángeles, la combinación entre talento y trabajo suele ser una auténtica "bomba de relojería".

Por favor, cuéntanos lo de Shakespeare más pronto que tarde, que da gusto enterarse a través de tu pluma (amenísima a la par que ilustrada) de estos suculentos "cotilleos literarios".

Ángeles dijo...

Muchas gracias, juann. Tú lo has dicho: “…ese interesante proceso que es la creación literaria y que tú pareces conocer tan bien.” Exacto, lo parece, eso es todo ;-)
Pero me alegro mucho de que te guste lo que lees aquí, y me quedo muy contenta. Thank you.

Pues sí, Sara, 6 páginas diarias, que, teniendo en cuenta que King escribe todos los días del año, uno detrás de otro, suponen más de 2000 páginas al año. Cuatro novelas de 500 páginas. Sin contar el tiempo dedicado a revisar, corregir, modificar…
Y ya que te refieres a la entrevista de XLSemanal, no puedo resistirme a señalar que ese texto, que es un resumen muy resumido de la entrevista original, contiene varias inexactitudes gruesas. Por nombrar una sola, dice que el volumen Las cuatro estaciones lo escribió después de Carrie. Pero no. Carrie es de 1974, y Las cuatro estaciones de 1982. Entre ambas hay nueve obras de distancia.
Gracias por el interés. La entrega sobre Shakespeare no se hará esperar.

Manuela Mangas Enrique dijo...

Qué bien lo cuentas, Ángeles; por eso da gusto leerte.

También estoy de acuerdo con vosotras en eso del talento. Hay personas que saber sacar el máximo partido a su talento, con disciplina y sin dispersarse. Bien puede ser el caso de Stephen King, ¿por qué no?

Luego está el caso del dictador norcoreano Kim Jong II, que entre biografías, ensayos, cuentos y libros sobre el cine dejó escritos unos diez mil. Eso sí que es un autor prolífico, y lo demás son tonterías...
Es coña, claro.

Un abrazo, guapa.

JuanRa Diablo dijo...

Coincido con el resto de lectores en cuanto a tu forma de contarnos las cosas. Eres como un postre ligero y sabroso que cuando se acaba dices "¿Ya? Vaya, pues me he quedado con las ganas de más" :)

Lo de Mr King no admite discusión. Si su oficio es sobre todo una afición, un hobby que le divierte y al que ha querido y podido darle una dedicación exclusiva, y si además su mujer es también escritora, que comprenderá perfectamente su disciplina de trabajo... ¿cómo no va a ser posible tanta producción?

Y luego es que el hombre tendrá una imaginación de miedo, nunca mejor dicho :D

Saludos, Mrs Queen

loquemeahorro dijo...

Sí señora, me uno a mis co-comentaristas (si es que tal cosa existe): Una exposición muy clara y amena.

Sobre Lope de Vega también recayeron parecidas dudas.

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Manuela. La creación y el genio, en cualquier campo, me parecen a mí un misterio insondable. Hay quienes incluso llevando una vida desordenada y disoluta, se ponen a lo suyo y no hay quien les gane. Pero sin duda, no hay mejor compañero para el talento que el trabajo.
Como es el caso de Kim Jong II, a quien tan oportunamente te refieres ;-)
Saluditos.

JuanRa, ¿a qué tú sabes a qué amigo me refiero en esta entrada? Je-je.
Lo de SK creo yo que más que un hobby es una necesidad. Él mismo dice que si no escribe no se siente bien. Y en algún sitio leí una vez que su imaginación está tan llena de historias y personaje, que si no lo pusiera por escrito le explotaría la cabeza :-D
Lo que sí que está claro es que, como bien dices, se divierte mucho con lo que hace.
Thank you.

Gracias, loque. Sí, sobre Lope y sobre Tirso de Molina también. Y seguramente sobre muchos más. Esto de sembrar dudas sobre los autores, y no solo sobre escritores, parece que es algo más o menos habitual en el mundo académico. Pregúntome por qué...

Lan dijo...

Quizás la pasión por escribir haga que el trabajo que conlleva deje de ser tal. Y dicen que, quien encuentra placer en su trabajo, tendrá durante toda su vida el privilegio de vivir sin trabajar. Pero otros no opinan así y esto puede que sea por la idea, errónea a mi juicio, de que el trabajo implica siempre sacrificio y tendemos a identificarlo con él.
Saludos.

Ángeles dijo...

Totalmente de acuerdo, Lan. El trabajo, cuando gusta y satisface, no es nada "trabajoso", y si llega a apasionar, no digamos. Pero hay a quien la sola palabra le da urticaria. Quizá porque nunca han tenido la suerte de hacer algo que realmente les guste, lo cual es una pena, claro.
Gracias.

MJ dijo...

Muy interesante esta nueva entrada y como siempre muy bien narrada :-) Coincido con el resto de comentarios.
Cuando el talento y el trabajo van de la mano... se consiguen cosas extraordinarias.
Me quedo a la espera de la siguiente entrada :-)

Soros dijo...

El trabajo, cuando no lo amaba, fue mi condenación; cuando lo amé, mi paraíso; cuando lo odié, mi muerte en vida. Pero ahora, que simplemente no tengo obligación alguna, me doy trabajo a mí mismo para que mi cabeza piense, mi corazón siga latiendo y mi alma permanezca viva.
Saludos.

loquemeahorro dijo...

Ah, que la semana pasada oí que S.K. ha escrito una carta pública pidiendo que se suban los impuestos a los muy ricos, empezando por él mismo.

¡¡¡VIVA!!!

Sara dijo...

No sabes lo que me alegro,loque,¡¡¡VIVA S.K.!!!

Ángeles dijo...

Gracias, MJ. La próxima entrega está en el horno, ya mismo sale ;-) y espero que también te guste.

Soros, gracias por la poesía.

Qué bien, Loque, gracias por traer aquí la propuesta de Mr King. No sé si has leído la carta entera, pero es muy interesante, y habla de cosas como patriotismo, responsabilidad ciudadana, imperativo moral... que parecen estar tan pasadas de moda y tan mal vistas hoy día.

Je-je, sí, Sara, que viva, que viva mucho.

Mae Wom dijo...

Yo creo que al ser humano le gusta el misterio y si no existe, lo busca :)

Ángeles dijo...

Muy cierto, Mae Wom, y es bueno que así sea, ¿verdad?

Se te echaba de menos por aquí, pero me da la impresión de que ya te lo ha dicho un pajarito, je-je.

Anónimo dijo...

Vaya pareja la de Maquet y Dumas. Da la sensación de que con ellos empezaría el negocio moderno de la Literatura en plan industrial.
Bueno, pues más meritorios me parecen tus cuenticos, porque tú solica te los guisas...¡y nosotros los disfrutamos!, ja,ja,ja.

carlos

Ángeles dijo...

Gracias, Carlos, me ha gustado eso de los "cuenticos" :) y más aún que disfrutéis con ellos.

Saludos.