El pasado 20 de junio se celebró el día del español, por iniciativa del Instituto Cervantes. Se trataba de festejar nuestro idioma, que une a más de cuatrocientos millones de personas, aunque no nos lo creamos.
Una de las actividades llevadas a cabo para tal acontecimiento ha sido una votación, a través de internet, para elegir la palabra más bonita del idioma.
Recuerdo haber oído hablar de otras votaciones similares, en ocasiones anteriores, y convocadas por otras entidades. Pero en esos casos, las palabras se votaban por su significado. Y era un aburrimiento, porque siempre ganaban las mismas, y además se sabía de antemano cuáles iban a ser: amor, madre, amigo, paz… lo cual resultaba un poquito empalagoso, la verdad.
Pero ahora parece que se ha tenido en cuenta la forma, la combinación de letras y sílabas, y el sonido. Y la ganadora ha sido malevo, que a los españoles precisamente puede que no nos suene mucho. Aparece en el diccionario de la RAE como palabra usada en Argentina, Bolivia y Uruguay, para referirse a persona ‘de hábitos vulgares, propio de los arrabales’; ‘maleante, malhechor’, y ‘Hombre matón y pendenciero que vivía en los arrabales de Buenos Aires’.
A mí me suena más malevaje, por el grupo musical, y ahora sé que un malevaje es un ‘conjunto de malevos’. Todos los días son de aprender.
Yo, supongo que como todo el mundo, también tengo mis propias palabras favoritas, que son muchas. Entre ellas están: azul, libélula, anélido, brisa, clepsidra, lapislázuli y caracola . A mí me parecen fantásticas. Y tampoco están mal: papel, balaustrada, sofá, pusilánime y ocarina.
Y también tengo palabras ‘desfavoritas’, o sea, que no me gustan nada, y también son muchas: chorizo, morcilla, leche, nuera, cuñado, palangana, perro, chillido, servilleta, cartucho...
Pero se puede establecer otra categoría de palabras, aparte de las bonitas y las feas, que es la de las palabras graciosas. A mí me parecen muy graciosas éstas: peliagudo, badulaque, floripondio, velocípedo, mequetrefe, alícuota, alboroto, coliflor; muchos términos lingüísticos, como onomatopeya, retruécano, sinécdoque, pleonasmo, estrambote, y con mención de honor, epanadiplosis…
Pero una de las mejores, si no la mejor, es un término de geometría: paralelepípedo.
A mí me gustaría que estas palabras fueran más comunes, para usarlas con más frecuencia, y así nuestro discurso sería mucho más florido, rimbombante (otra genial) y festivo. Podríamos decir cosas como:
-¿Dónde has puesto las sinécdoques?
-¿Dónde has puesto las sinécdoques?
-Están ahí, con los pleonasmos.
-Ah, vale, es que como están delante los retrúecanos…
O también:
-Qué ricos están estos paralelepípedos.
-Pues si les pones un poco de estrambote, están mejor todavía.
Y con esto se confirma una vez más que sobre gustos y colores no discuten los doctores.
Por cierto, ¿cuales son tus favoritas?
Y con esto se confirma una vez más que sobre gustos y colores no discuten los doctores.
Por cierto, ¿cuales son tus favoritas?
11 comentarios:
A mí, entre otras muchas, me encantan: núbil, prístino, nocherniego y variopinto.
Sara.
No soy capaz de encontrae palabras favoritas porque serían muchas pero, en castellano, al contrario que en inglés tenemos muchas palabras muy largas y con aparatosos acentos de esdrújula que les dan, a muchas de ellas, un carácter misterioso, como si se tratara de ensalmos o encantamientos de una sola palabra.
Gracias, Sara. Las palabras que dices son muy bonitas,
especialmente -para mi gusto- prístino. Suena como a cristal de bohemia.
Lan , me gusta mucho eso del carácter misterioso de las palabras largas. Y la comparación con el inglés es muy interesante, y tiene más intríngulis de lo que a simple vista parece. Gracias.
Estoy de acuerdo con el comentario de Lan. Hay palabras que suenan como si fueran mágicas. Quizá ese fuera uno de los motivos por los que en la antigüedad se tenía miedo a pronunciar algunas palabras, se creía en el poder de la palabra en el sentido más literal. Seguramente lo sabréis, pero Roma, en realidad no se llama así. Los propios romanos no querían pronunciar el nombre verdadero de la ciudad porque los enemigos podían hacer algo con el nombre para conquistarla, por eso preferían que no supieran el nombre verdadero. Por cierto, que a fuerza de no decirlo nunca, ahora no lo sabemos... Nos quedaremos con Roma, que es muy bonito.
Respecto a las palabras, ¡si conozco malevo! de hecho, me ha sorprendido que la consideres extraña y que la hayas definido... ¡Qué gustazo utilizar una palabra que Ángeles no domina muy bien! ja,ja,ja... Es que ella tiene un vocabulario mucho más amplio que el mío, por eso lo digo :-)
Coincido también con Ángeles en muchas palabras y "floripondio" es una que utilizo mucho porque me parece muy graciosa, yo la uso para referirme a ese moñito prefabricado que se pone para adornar un paquete, especialmente un regalo... ¿cómo se llamará en realidad?.
Si se me ocurren más palabras vuelvo a escribir :-)
MJ
Gracias, MJ. Es muy interesante lo que cuentas del nombre de Roma. Yo no lo sabía, como tantas otras cosas. ¡Qué bien, no paro de aprender!
Y sí, yo también estoy convencida de que las palabras tienen poderes...
He viajado en el tiempo para leer esta entrada y descubrir que la suscribo de principio a fin. :)
Desconocía malevo y, como tú, estoy más familiarizado con malevaje, por el grupo.
He sonreído al leer lapislázuli, que fue una de las que yo escogí y también cuando he visto floripondio, que no puede ser más divertida.
No estoy de acuerdo con que malevo sea la más bonita. No sé en base a qué la prefirieron, porque hasta a la palangana de tus "desfavoritas" la encuentro más guapa.
En fin, alícuotos saludos y montones de sándalos y hexámetros :)
Pues gracias por el viaje, JuanRa.
Efectivamente, tampoco a mí me parece que malevo sea tan bonita. La palangana por lo menos da más risa.
En todo caso, prefiero 'malévolo',
que me suena como a malo de tebeo.
Y ya sabía yo que el lapislázuli no te dejaría indiferente...
Ah sí! Yo voté por Abril, que es una palabra que me gusta mucho por su sonido y porque es el nombre de un mes precioso. Y su derivado abrileño también me gusta.
Como simpáticas voy a decir rifirrafe, triquina, trébol,birlibirloque, alhelí.
Como feas (yo creo que en las que has elegido no has podido separar el significado del sonido): berza, pírrico, victoriano, suegra (al revés que tú), viudedaz, porrón, bota...
carlos
Es verdad, Carlos, abril es una palabra rebonita.
Y las que dices como feas y graciosas también me lo parecen a mí.
Sí,sí, las que me parecen feas -al igual que las que me parecen bonitas- me lo parecen antes que nada por el sonido. Y en algunos casos, es que tampoco me gusta lo que nombran.
"Fijatetu" que yo nunca he tenido palabras favoritas.
Pero es verdad que algunas palabras tienen mas fuerza y expresividad que otras "andevasaparar".
Tengo cierta curiosidad por adivinar como es que las palabras desfavoritas llegaron a ese cajón. Con lo bien que suena un chorizo bien dicho, o sevilleta (jijiji)
Tengo que incorporar a mi repertorio alboroto y usar mas mequetrefe que llevo muy repetido lo de cretino y así tendré mas campo de acción.
Para cumplir con los deberes pondré palabras que me gustan; además de las dos entre comillas añado: Mundo mundial y esas múltiples y mezcladas como; estoyhastalosguevosdelagentequesolohablaparaquejarseperonuncahacenadaparasolucionar y pequeñeces así.
Guille, no me creo que no tengas palabras favoritas; será que no te has parado a meditar sobre el asunto. Mientras tanto, me parece muy acertado que vayas dándole uso a alboroto y mequetrefe :D
Lo de mis palabras "desfavoriras" es curioso, porque varias de ellas tienen que ver con la comida (servilleta incluida)y con el sonido ch. Ahí hay campo para el análisis, ¿no te parece? :D
Gracias por tus viajes al pasado.
PD: andevasaparar, fijatetú y mundo mundial son muy expresivas, sí, y muy prácticas.
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