sábado, 21 de octubre de 2017

Eso no se dice


Dedicado a Guille

Esta entrada corresponde a la propuesta presentada por Guille en el aniversario del blog. Según nos dijo, le interesaban las diferentes maneras de nombrar una misma cosa; las palabras que utilizamos para evitar otras que por algún motivo nos resulta incómodo pronunciar. Es decir, los eufemismos.

Es sin duda un tema muy interesante y filológico, por lo que me congratula meditar aquí someramente sobre ello.

La palabra eufemismo proviene del griego euphēmismós, término formado a su vez por  eu-, “bien”, “bueno”,  y phēmē, “modo de hablar”, y viene definido en el diccionario como “manifestación decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”.

brain illustrationComo comentamos hace tiempo, el lenguaje tiene sentimientos, y por eso puede resultarnos difícil expresar ciertas ideas o usar ciertas palabras que conllevan una gran carga emocional, moral o cultural. Y por eso mismo no las utilizamos en cualquier contexto ni en cualquier ocasión.
Por lo tanto el eufemismo es un recurso para evitar la “incomodidad lingüística”, por así decir, provocada por el pudor, por las convenciones sociales, o por las connotaciones negativas de cualquier clase que pueda tener una palabra para una persona o para una colectividad. 
También sucede a veces que una palabra simplemente nos parece fonéticamente fea y por eso no nos gusta usarla.

Pero sea por la razón que sea, la cuestión es que hay circunstancias en las que preferimos utilizar palabras o frases que consideramos más suaves, de menor impacto, menos contundentes que otras.
Por ejemplo, cuando alguien acaba de morir quizá prefiramos decir que se ha ido; o diremos de alguien que está grueso o que tiene sobrepeso, en vez de decir llanamente que está gordo; o decimos empleada del hogar por criada o sirvienta. Igualmente se dice interrupción del embarazo en vez de aborto; tercera edad en vez de vejez, o que el niño necesita mejorar cuando ha suspendido.

gangster cartoonEl eufemismo es considerado a veces como manifestación de hipocresía, o una falta de naturalidad. O una forma cursi y remilgada de expresar las cosas.  Pero lo cierto es que hasta los tipos más duros recurren al eufemismo con frecuencia, como cuando dicen, por ejemplo, eliminar en vez de matar; presionar en vez de chantajear, o cantar en vez de delatar. Que también los malos tienen sus miramientos.

Algunas personas son muy enemigas de los eufemismos, así que se alistan en el bando contrario, el de los disfemismos; es decir prefieren las  formas que se consideran  inadecuadas o malsonantes. Así,  frente a la palabra contenida se opta por la inmoderada; frente a la expresión discreta se eligen palabras de dificil digestión.

Cuando los disfemismos  se usan sin ton ni son, sin miramiento y sin gracia, yo me acuerdo de mi abuela y casi se me escapa un “¡Niño, eso no se dice!” Pero reconozco que, en ocasiones, un disfemismo a tiempo, dicho con oportunidad y con salero, puede ser muy efectivo, o divertido o incluso artístico.

Y también es cierto que hay eufemismos que molestan un poco, porque son en realidad una artimaña para no llamar a las cosas por su nombre; pero no con la loable intención de evitar incomodar u ofender, sino con la menos loable de camuflar unos objetivos o unos intereses determinados. Son en general eufemismos de carácter político y económico, que suponen una manipulación interesada del lenguaje y por lo tanto del pensamiento. Así por ejemplo se dice ajuste de plantilla para no decir "despido", que suena fatal; horario flexible por "disponibilidad permanente", que parece abusivo,  deterioro económico en vez de "quiebra" o "ruina", que dan muy mal rollo, o corrección política en vez de "censura", que produce mucho rechazo.

Y hay también eufemismos que resultan muy pintorescos, por no decir cómicos y hasta ridículos. Son unos que se llevan mucho en estos tiempos y que se utilizan para dar un cierto lustre técnico y moderno a determinadas profesiones y actividades. Por ejemplo,  al portero de un edificio o establecimiento  ahora  algunos lo llaman agente de control de acceso;  el basurero es  técnico de recogida de residuos, y el agente de seguros es gestor de incidentes.

En fin, independientemente de que a veces se usen con un poco de exageración, o con finalidades poco edificantes o incluso perversas, parece que el eufemismo está más presente en el lenguaje de lo que quizá creemos, y sus formas son tan cotidianas a veces, tan sutiles otras, que no siempre somos conscientes de su presencia. 

Y yo creo que es un recurso lingüístico muy interesante y  en ocasiones muy colorido y hasta poético. Porque no sólo evita la incomodidad que determinadas expresiones pueden causar, sino que además, me parece a mí, es una manifestación de creatividad por parte de los hablantes y de versatilidad por parte de idioma. Es decir, una muestra más de la capacidad que tiene la lengua para recrearse a sí misma y para adaptarse a las necesidades de los hablantes.  Porque estarán ustedes de acuerdo en que es más agradable resolver un proceso asistencial que ir al médico; y en que es mucho más bonito y metáforico pasar a mejor vida que morirse sin más.

Ya lo dijo Clarín en Su único hijo:  

[…] recababan para ellos el mérito de las buenas formas, 
del eufemismo en el lenguaje; y así, todo se decía con rodeos, con frases opacas; 
y al hablar de amores de ilegales consecuencias se decía: 
«Fulano obsequia a Fulana», v. gr.
De todas suertes, la vida era mucho más divertida entonces.


old book




20 comentarios:

Macondo dijo...

Son como el "eso no se dice... eso no se hace, eso no se toca" que canta Serrat, pero haciéndolo extensivo a los adultos. Alguien pensará que el corrector debería haberse dirigido al niño introduciendo un eufemismo en "Niño, deja ya de joder con la pelota". A mí me gusta así.
Los gilipollas de los políticos —como no— abusan de los eufemismos. Yo, como no soy tiquismiquis y menos todavía político, dejo el "gilipollas" en cuestión tal cual.
Muy interesante entrada.

Marisa C dijo...

Qué entrada más bonita, y más verdadera. Lo que puede ser una bonita herramienta para "dulcificar" ciertos hechos se convierte muchas veces en la ridiculez más absoluta, especialmente, cuando todo debe ser políticamente correcto. Y es que en el término medio está la virtud, ¿o no? Por cierto, ¡qué grande don Leopoldo! Abrazos.

TORO SALVAJE dijo...

El eufemismo con finalidades perversas está triunfando en los medios de comunicación.
Especialmente en los titulares.
Se utiliza cada vez más.
Y la gente pica.

Besos sin anzuelo.

Rick dijo...

No hay mucho que añadir, ni que comentar siquiera, después de una entrada tan florida y redonda como esta, que describe al milímetro ese binomio eufemismo/disfemismo, así como el carácter y la intención de quienes eligen una actitud o la otra. Tú misma das a entender que la comprensión de esa intencionalidad nos puede ser muy útil para conocer mejor la verdadera catadura de sus usuarios. No hay duda de que la elección de un lenguaje dice mucho de una persona, y así tenemos diferencias de raíz entre el lenguaje político (la hipocresía) o el de la provocación gratuita (el cinismo, en muchos casos). Como siempre, en el medio estará la moderación, supongo.

guille dijo...

La entrada es una maravilla de contenido y continente, tienes arte para explicar lo que muestras.

Muy interesantes los recovecos de los eufemismos, se ve que el que recomendó hablar sobre el tema es persona de interés (jejejejeje).

Yo conozco personas valiosas, inteligentes y atractivas que son incapaces de nombrar artículos de uso diario. Eso si, dominan los eufemismos y los regates.

Por cierto, regate sería un eufemismo de salirse por la tangente para obviar un tema o palabra.

Por cierto, salirse por la tangente sería un eufemismo....

A lo que iba; una gozada entrarte, o leerte, o visitarte.
Siempre me enseñas algo nuevo que hace que tenga ganas de volver.

Deseando no esperar mucho para el próximo placer quedo en espera de la siguiente entrada.

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles muy interesante esta reflexión.

Me he quedado un rato dándole vueltas sobre si me gusta o no su uso y he llegado a la conclusión de que depende, del contexto y del hablante.

A veces se usan en exceso y en algunos momentos puede resulta más ofensivo e hipócrita el uso de un eufemismo que la palabra dicha directamente o lo que es lo mismo molesta mucho más y hasta ofende, sino que se lo digan al que le toca el recorte.

Hay algunos que son maestros en el eufemismo y para mi acaban siendo no creíbles y hasta insultantes, un ejemplo serían los políticos que nombraba Macondo y también algunos pseudoperiodistas.

Me pregunto por qué nos produce ese pudor, incomodidad... utilizar algunas palabras y podemos ver sin ningún problema escenas en la vida real o en la tele o en el cine que lo son mucho más sin ni siquiera despeinarnos, me parece curioso.

Estoy de acuerdo en que puede ser un recurso colorido como tú dices, interesante, divertido, ridículo y en algunos momentos muy irritante, aunque también me parecen desagradables aquellos que parecen disfrutar incomodando con el lenguaje (igual es que también me decían niña, eso no se dice) y aquí no hablo solo de los eufemismos pero somos muchos y hay para todos los gustos.

Besos

Ángeles dijo...

Pues aunque no seas tiquismiquis, Macondo, seguro que con unos cuantos eufemismos serías capaz de hacer uno de esos textos tuyos tan coloridos y ocurrentes. Porque el arte del hablante al usar las palabras, sean las que sean, es algo fundamental.

Gracias!


Muchas gracias, Marisa.
En efecto, esa es la cuestión, que dependiendo del uso y la intención que demos a las palabras, éstas tendrán un sentido u otro, un efecto u otro.
Yo, en general, soy muy partidaria del término medio :D

Abrazos.


Ya sabes, Toro, las palabras tienen mucho poder. Son lo que hace que el mundo gire. En última instancia, todo depende de las palabras.

Besos de esos.


Muchas gracias, Rick.
Sin duda, la forma en que se habla, en que se usan las palabras, dice mucho de las personas. Y lo que resulte de su uso dependerá mucho de la capacidad de entendimiento y deducción de quien las recibe.
Y yo también creo que el término medio, la moderación, es casi siempre la mejor opción.


Muchas gracias, Guille. Siempre me alegra mucho que te guste lo que lees aquí, pero me alegra especialmente que te gusta esta entrada, que para eso fue sugerida por una personas de interés (jejeje).

Y también es de interés la forma en que has encadenado esos varios eufemismos que son a su vez eufemismos de sí mismos… o algo así :D

Thankee!

Ángeles dijo...

Gracias, Conxita.
Claro, como ocurre con todo, la clave está en el uso que se haga de ello. Hasta una barra de pan o un osito de peluche, si se usan con intenciones aviesas, pueden ser un arma peligrosa. Así que las palabras, que afectan a lo más profundo del ser humano, tienen mucho más poder y efecto de lo que creemos, ya sean eufemismos, disfemismos o pura poesía. Como dijo el clásico, la palabra es más fuerte que la espada.

En cuanto a lo que dices de las imágenes que vemos sin inmutarnos, quizá es que las imágenes y las palabras nos afectan de manera diferente, pero yo creo que quien es muy sensible para las palabras lo es también para las imágenes.

Besos

Sara dijo...

Pues me quedo sin nada que añadir a tan sesudo artículo.

Millones de besos, Ángeles.

Javier CF dijo...

Los eufemismos, nos gusten o no, creo que son necesarios, especialmente cuando hablamos con personas con las que no tenemos suficiente confianza. Cuando he leído los ejemplos que se emplean para evitar hablar directamente de la muerte, me he acordado del usado por Cervantes en el Quijote: "dio su espíritu" (aunque después, por si hubiera duda, lo explica): «[...] el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu: quiero decir que se murió.»

Ángeles, gracias por la entrada!

Metalsaurio dijo...

Nada en exceso, que decían los griegos. En ocasiones ofende el eufemismo y en otras el disfemismo (¡lo que aprendo con tu blog!): tiemblo con el "soy muy directo" y me estremecen algunos eufemismos laborales y económicos. Acertada apreciación la equivalencia entre "horario flexible" y "disponisbilidad permanente". Otra de la familia es "arrimar el hombro"...

Y volviendo a la gente "disfémica", como me decía un amigo, "cuando te digan, es que yo soy muy franco, respóndeles que tú eres muy mussolini, ya verás qué cara se les queda" :)

Ángeles dijo...

Gracias, Sara.
Besos.


Eso creo yo, Javier, que hay ocasiones en que los eufemismos son necesarios, o, al menos, convenientes.

Oye, qué bonito eso de “dio su espíritu”, y qué gracioso que lo explique después :D

Nada de eso: gracias a ti!


Pues sí, Metalsaurio, “nada en exceso”. O dicho más castizamente, “lo poco agrada y lo mucho enfada”.
Por eso a mí también me da un poco de miedo la franqueza absoluta, sobre todo cuando no la ha pedido.
Lo de “muy mussolini” no lo había oído nunca, es muy ocurrente :D

Gracias.

JuanRa Diablo dijo...

Otra entrada interesante y amena.
Es lo que siempre espero cada vez que entro en tu Expo Juguetera Literaria, donde en cada sala aprendo cosas nuevas o me deleito con curiosidades varias. Y nunca me dejas indiferente. ¡Ole tu arte!

Estaba pensando que la palabra eufemismo tendría más gracia si le quitamos la primera M : eufeismo, por aquello de ser un giro del lenguaje para evitar un "feismo"

¿Morir? ¡Ay, qué feismo! Mejor "Pasar a mejor vida"

Bueno, tonterias aparte, me doy cuenta de que no te dejé propuesta en la entrada de aniversario, y de seguir así llegará el siguiente y estaré pensándolo aún.
Asi que voy p'allá

Ángeles dijo...

Muchas gracias, JuanRa, me alegra mucho que te haya gustado la entrada.
A mí me ha gustado eso de la Expo Juguetera. Interesante manera de ver la cosa :D

Voy a ver tu propuesta (podrías haberla dejado aquí mismo, por cierto), y mientras me voy pensando eso del "eufe(m)ismo" :D

Gracias!

Holden dijo...

Me declaro abiertamente fan (que no flan) de los eufemismos: los matices que se puede dar con ellos a una frase en teoría sencilla de captar para el interlocutor hace que uno pueda decir algo sabiendo lo que va a entender el oyente sin llegar a decirlo.

Lo que, si se piensa bien, es muy útil dos semanas después cuando comentas: 'No, yo no dije eso' y el interlocutor tiene que, muy a su pesar, reconocer que no recuerda oírte haberlo dicho a pesar de tener en mente muy claramente el mensaje que le llegó :)

Cosas de animales que siempre se salen con la suya. De zorros, si lo prefieres sin eufemismos.

Ángeles dijo...

Holden, me alegro mucho de que seas fan (que no flan) del eufemismo, que es decir lo mismo pero en bonito. La literalidad está sobrevalorada :D
Aparte de las ventajas de camuflaje que eso debe de suponer para un zorro, supongo.

Pero sobre todo me alegro mucho de verte de nuevo por aquí. Así, sin eufemismos ni nada.

MJ dijo...

Como han dicho más arriba, depende del uso que se haga de los eufemismos. A mí siempre me han parecido bonitos, una forma más suave, y hasta más delicada o poética de decir una cosa, pero, en los tiempos que corren se abusa de ellos (sobre todo por parte de los políticos y de los periodistas. En concreto, creo que algunos políticos los utilizan para enmascarar lo que realmente quieren decir, para que no se les entienda bien...). Por eso, el exceso o el mal empleo de los eufemismos, llega a ser irritante y desagradable.
Muy buen artículo, muy interesante.

Ángeles dijo...

Gracias, MJ, me alegro de que te haya parecido interesante.

Soros dijo...

Sin por ello dejar de apreciar tu artículo, no tengo muy buen concepto de los eufemismos. Es cierto que pueden servir para todo eso que dices, e incluso se podrían añadir más usos, pero muchas veces se usan para engañar o, cuanto menos, para no decir la verdad. Y creo que si todos empezásemos a inventar eufemismos a destajo podríamos hacer del lenguaje una espelunca de confusión.
Tu artículo claro que me ha gustado.

Ángeles dijo...

Claro, Soros, los eufemismos, como cualquier cosa que se use con mala intención, resultan detestables.
Y si ocurriera algo como lo que has imaginado seríamos todos unos grandes creativos del lenguaje, casi poetas, inventando metáforas todo el rato :D

Muchas gracias.