sábado, 28 de noviembre de 2009

Cuento. Una semana de reposo

-No se preocupe, no es nada –dijo el médico mientras escribía la receta-. Que tome una cucharada de esto antes de las comidas, y que guarde una semana de reposo.

Esa misma tarde Gina ya estaba cansada de estar en la cama. Intentaba distraerse hojeando una revista cuando oyó que llamaban a la puerta de su habitación.
-¡Adelante! –dijo, y su aburrimiento desapareció al instante, al ver entrar a su mejor amiga.
-¡Eli, qué alegría!

Cuando la madre de Gina entró en la habitación con la cena y el jarabe, Gina se despidió de su amiga, pidiéndole que volviera al día siguiente.
A lo largo de la semana Gina recibió la visita de varios amigos. Incluso un día Eli llegó con un compañero de clase por el que Gina sentía un interés especial.
A la hora de la cena, la madre la encontró muy risueña.
-Es que estoy muy contenta con mis amigos, y especialmente con la visita de esta tarde.
La madre suspiró y dijo, con gran tristeza:
-Me alegro mucho, hija mía.

Por fin terminó la semana de reposo, y Gina se sentía como nueva. Se levantó llena de energía, desayunó y se fue a clase.
La madre se quedó sentada en la cocina, pensativa y preocupada por su hija. Entonces sonó el teléfono.
-¿Cómo se ha levantado Gina? –preguntó el padre desde la oficina.
-Bien. Se ha ido a clase, tan contenta, el angelito mío.
-Bueno, eso es estupendo. Pero entonces, ¿por qué tienes esa voz tan triste, mujer?
-Es que me da mucha pena, la pobre. En toda la semana no ha venido nadie a verla, y ella está convencida de que han venido esos amigos que dice tener, sobre todo esa supuesta gran amiga, esa Eli de la que tanto habla.
-Bueno, cálmate, cariño. Ya hablaremos luego tranquilamente de eso, ¿de acuerdo?

El padre colgó el teléfono, abatido, y enseguida marcó otro número.
-Sí, doctor, sigue con los delirios. Mi mujer está convencida de que no ha venido nadie a ver a nuestra hija, cuando han estado sus amigos viniendo toda la semana.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

FOXP2


Aunque todavía quedan elementos por descifrar, la ciencia va desvelando poco a poco uno de los grandes misterios del mundo: el origen del lenguaje, es decir, de la capacidad humana de hablar. ¿Por qué los humanos podemos hablar y otras especies no? ¿Y por qué los primeros homínidos no podían y los posteriores sí?

La respuesta sencilla es que nosotros tenemos un aparato fonador de diseño exclusivo, que nos permite articular un montón impresionante de sonidos diferentes, mientras que un mono o un pato no salen de un sitio.

Pero claro, para hablar necesitamos, además del aparato fonador, otros órganos, y sobre todo un cerebro que pueda, por un lado, procesar esos sonidos, y por otro, controlar y mandar órdenes a esos órganos, para que realicen los complejísimos movimientos que permiten la producción de sonidos articulados.

¿Y cómo ha conseguido nuestro maravilloso cerebro ser capaz de todo eso?
Pues según se descubrió hace unos años, se lo debemos todo a un simple gen, llamado FOXP2.

Pero resulta que este gen también lo tienen los chimpancés, así que, ¿por qué ellos no hablan?

La respuesta la tienen los investigadores de la UCLA, que hace unos días han descubierto que nuestro FOXP2 tiene una cosita que el FOXP2 de los monos no tiene.
¿Y qué cosita es? Pues un par de aminoácidos de nada.

O sea, que algo tan fundamental, básico y crucial en la evolución humana como es el lenguaje, depende de dos aminoácidos. Es como decir que estamos donde estamos y somos lo que somos por una gota de agua.

Muchos verán en esto la mano de Dios, pero sea su mano o sea la de la evolución, lo que yo concluyo es que somos una insignificancia en el cosmos; que dependemos por completo de aminoácidos, proteínas, moléculas y cosas así, que abultan menos que una mota de polvo.
Esto puede resultar decepcionante, pero, bien mirado, es prodigioso y magnífico.

También concluyo que este descubrimiento afianza mi convicción de que todo en el mundo y en la historia del hombre, todo, ha dependido siempre de esa capacidad asombrosa que tenemos de hablar, de comunicarnos con un sistema tan complejo, física e intelectualmente, como es el lenguaje; y del reflejo material de esa capacidad, que es la escritura.
La ciencia, el arte, la tecnología, el comercio... no podrían existir si no pudiéramos comunicarnos entre nosotros, y con nosotros mismos, mediante el lenguaje.
Es decir, que sin el lenguaje no seríamos lo que somos, ni nosotros ni el mundo. Probablemente ni siquiera seríamos.
Así pues, bendito seas, FOXP2, tú y tus aminoácidos.
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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Premios Gamba 2009. El regreso

Al poner la radio o la tele, sobre todo la tele, nos arriesgamos cada día a oír cosas, que, como diría el clásico, 'harían fablar las piedras'. Cosas que así, a lo tonto, nos pueden acarrear un disgusto y un desconcierto grandes.

Supongamos que estamos preparando la mesa para comer, y mientras, en el canal llamado Telecinco, se desarrolla una especie de debate en el que diversas personas exponen a grito pelado su opinión sobre algún asunto. En este caso, se trata de ver si una persona que lleva muchos años acostumbrada a algo determinado, puede cambiar esa costumbre. Una señora dice que no, porque "el hábito hace al monje".
Aquí tenemos, como en el supermercado, dos por uno.

En primer lugar, el refrán es negativo: el hábito no hace al monje. Y en segundo lugar, el hábito al que alude el refrán es la vestidura, especie de túnica, que llevan los monjes.
La señora trastoca el refrán y el sentido común y la presentadora encima la jalea: "Pues sí, el hábito hace al monje", dice. Y se quedan todos tan panchos.

Después, mientras comemos, empieza el telediario. Entonces don Pedro Piqueras nos informa de la detención de varias personas que se dedicaban a engañar a sus semejantes con amenazas satánicas, para quedarse con su dinero. Dice el periodista que los asustaban "para luego, literalmente desplumarlos".
Me parece a mí que nadie puede ser desplumado literalmente, a menos que sea un ave de corral. Seguro que los desplumaron figuradamente, que ya es bastante.

A los postres cambiamos de canal y nos vamos, pongamos por caso, a Cuatro. Ahí nos encontramos con una chica muy simpática que comenta los ires y venires de los concursantes de Fama, una escuela televisiva de baile. Y resulta que uno de los alumnos-concursantes no consigue aprenderse unos pasos, lo cual desata las iras del profesor. Por eso la presentadora dice que Fulanito, "en clase estaba c-g-d- de miedo".
¡Pero muchacha, qué maneras de hablar en la tele son ésas!

Se ve que meter la pata equivocándose, diciendo tonterías y usando mal las palabras ya no es suficiente. También hay que ser grosero, soez y vulgar. ¿Tendrá esto algún límite?

Pues parece que no, porque pocos días después, en el telediario nocturno de Telecinco intentan igualar la marca. Nos hablan de un desfile de perros y nos enseñan imágenes de los animalillos por la pasarela, y de otros que, inquietos, aguardan su turno para salir. Y dice una voz femenina: "Hay nervios en el backstage. Algunos hasta se mean."
Así, tal cual. En el telediario.
No, esto no tiene límite. La falta de educación, de preparación y de saber estar se adueñan del mundo sin remedio.

Otra de Cuatro: en una tertulia comentan que Oliver Stone ha estado en el festival de Cannes para presentar la película que ha hecho sobre Hugo Chávez. Y se refieren a ella diciendo "esta hagiografía" y "este documental hagiográfico".

¿Hagiografía? ¿Sobre Hugo Chávez? Me escama la cosa, porque yo creía que una hagiografía era una biografía de un santo, y de momento, el señor Chávez ni ha subido a los cielos, ni ha sido canonizado, me parece.
Pero después leo un artículo en XLSemanal sobre el mismo tema, en el que Carlos Herrera habla también de hagiografía.
Corro entonces a consultar con las autoridades y encuentro lo siguiente:
Diccionario de la RAE: hagiografía. Historia de las vidas de los santos.
Diccionario de M. Moliner: hagiografía. Historia de la vida de los santos.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox (Larousse): hagiografía. 1. obra literaria en la que se relata la vida de un santo. 2. género literario constituído por estas obras.
Diccionario Espasa-Calpe de la lengua española: hagiografía. Historia de la vida de los santos.
Además, la etimología de la palabra es clara: del griego hagios, santo, y graphos, escritura.
Digo yo que a lo mejor estos señores han usado la palabra hagiografía con sentido irónico. Pero el caso es que la ironía no se notaba nada, nada.

Para terminar, un gambazo radiofónico.
Dia 8 de noviembre, Radio 3. Entrevistan a la directora de un festival o feria de cultura mediterránea. Le preguntan por el programa de actuaciones y la señora se refiere a una de las cantantes que participan diciendo de ella que es "una gran icona" de este tipo de música.
Claro, y supongo yo que también será una ídola para sus seguidores. Y una modela.
Ay, Señor, Señor...