martes, 11 de julio de 2017

Te propongo una cita


Como ya he comentado aquí otras veces, yo soy de esos lectores que subrayan o señalan párrafos y frases de  los libros. Unas veces los señalo porque me gustan  estéticamente, porque me parecen frases construidas con especial belleza, o tino u originalidad. Otras veces, porque son reflexiones que me resultan interesantes, bien porque nunca había pensado en el asunto de que se trate, bien porque el pensamiento que refleja el autor coincide con el mío propio (aunque yo nunca hubiese sabido expresarlo con el mismo acierto).

“Las palabras se encadenan, se ajustan unas a otras, no hay que perder el tiempo amoldándolas; seguramente hacía tiempo que se preparaban para un gran momento, y cuando aparecieran, como las imágenes de un sueño, surgirían de pronto y cobrarían sentido, convertidas en imágenes y frases […] El significado de las palabras no es sólo lo que significan sino el ámbito que iluminan. Uno se pone en marcha en la oscuridad iluminada por unas pocas palabras…”
 Sándor Márai. La extraña (1934)

El caso es que también me gusta, cada cierto tiempo, repasar (o releer) los libros que ya he leído, y volver a fijarme en los pasajes que en su momento señalé.
Algunas veces me encuentro con esos pasajes por sorpresa: no los recordaba y el tenerlos destacados dentro del libro me permite recuperarlos y volver a disfrutarlos.
Otras veces, al contrario, recuerdo un pasaje, la idea que allí se trataba, y voy directamente en su busca para deleitarme de nuevo con esas certeras palabras.

“Por primera vez en la vida atisbaba la horrible cuestión de la inutilidad de los sacrificios personales. Hasta entonces ni se le había pasado por las mientes poner en duda los principios heredados que había regido su vida. Pensar en el beneficio de los demás antes 
que en el suyo propio le había parecido natural y necesario, porque había asumido 
que eso implicaba la consecución de ese beneficio. Ahora se daba cuenta de que renunciar a las alegrías de la vida no garantiza la transmisión de esas alegrías a aquellos 
por quienes se ha renunciado a ellas.”

Edith Wharton. Las hermanas Bunner (1892)

El verano pasado compartí aquí con ustedes unas cuantas citas literarias que había releído en esos días, y, como les comenté entonces, cada una de ellas me había hecho pensar, de forma casi inconsciente,  en una persona determinada. Es decir,  fui asignando cada cita a una persona en particular, ya fuese de mi entorno real o de mi entorno virtual. Aunque esta diferenciación –dicho sea de paso- me parece un poco innecesaria,  porque para mí el entorno virtual es tan real como el que llamamos real. ¿O es que acaso ustedes no son personas de verdad?

“El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de ya no verlo. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, 
y hacerlo durar, y darle espacio.”

Italo Calvino. Las ciudades invisibles (1972)

Volviendo a nuestro asunto, hoy vengo a proponerles lo mismo que en aquella ocasión: que cada uno de ustedes me diga, si le apetece, cuál de las citas que traigo hoy le parece más interesante, más bonita o más afín a su pensamiento. Así veré yo si hay coincidencia entre la que cada uno elige y la que yo le he asignado previamente según lo que me ha dictado mi intuición.

  
“[…] algunos días son un tesoro. No muchos, pero creo que en casi todas las vidas existen unos pocos. Aquél figura entre los míos, y cuando me siento triste, cuando el mundo 
se me viene encima y todo parece sórdido y cutre […], evoco aquellos momentos, 
aunque sólo sea para recordarme que la vida no siempre es un juego de embaucadores. 
A veces los premios son reales. A veces son tesoros.”

                                                                                                                 Stephen King. Joyland (2013) 


Quizá quieran elegir más de una cita, así que adelante,  porque en realidad yo también he asignado más de una cita a una misma persona y una misma cita a más de una persona.

Espero que les apetezca este pequeño entretenimiento veraniego y les gusten las citas.
Gracias.
  

“[…] no había nadie en el pueblo que pudiera enseñar a los niños que la realidad no es sólo lo que el ojo ve, lo que el oído oye o lo que la mano puede tocar, sino también lo que está oculto al ojo y al contacto de los dedos, y que se revela a veces, sólo un instante, a quien busca con los ojos del espíritu, a quien sabe escuchar con los oídos del alma 
y tocar con los dedos de la mente.”

Amos Oz. De repente en lo profundo del bosque (2007)

“Todo en este mundo viene a parar en simple nimiedad, y el hombre que por voluntad de otros, sin seguir sus inclinaciones o su propia necesidad, se consume trabajando por el dinero o por los honores, será siempre un loco.”
J. W. Goethe. Werther(1774)
 
“La idiotez y la ignorancia de los hombres con los que tratamos sin cesar no sirve más que para agrandar en nuestro espíritu el valor de aquellos que tuvieron el coraje de su originalidad y que han desaparecido incomprendidos, avergonzados y ridiculizados por la multitud de los imbéciles.”

Octave Uzanne. “El infierno del caballero de Kerhani” (1884)

“Vivimos en una escala ascendente cuando somos felices, y una cosa lleva a otra en una serie interminable. Siempre hay un horizonte nuevo para aquellos que miran hacia delante. […] Ser verdaderamente felices depende de cómo empezamos y no de cómo acabamos, de lo que queremos y no de lo que tenemos. Una aspiración es una alegría eterna.

 Robert Louis Stevenson. “El Dorado” (1878)
❁ 





23 comentarios:

Sara dijo...

Has conseguido emocionarme, ¿sabes? Parece que has escogido los textos para regalarnos un pedazo de mundo alucinante que nos llegase de lleno al corazón... Y al pensamiento. Gracias mil.

La cita de Amos Oz me ha conmovido porque me recuerda que "lo esencial es invisible a los ojos", como diría nuestro amigo Saint Exupéry. Pero aunque me haya emocionado profundamente yo me quedaría con la de Italo Calvino y la de Goethe; eso por escoger, porque, desde luego, has hecho una selección maravillosa en la que cada texto es la pieza de un puzzle que traza a la perfección la naturaleza humana.

Ah, también me ha encantado la frase de Edith Wharton.

Muchísimos besos.

Macondo dijo...

Complicada elección, pero voy a mojarme. Yo diría que me has adjudicado, con buen criterio, la de Sándor Márai. Digo con buen criterio porque me gusta mucho, pero también me han hecho más que tilín las de Amos Oz, Octave Uzanne y Stevenson. En fin, que me las quedo casi todas.

Rick dijo...

La mayor parte de estas citas son tan inteligentes como "artísticas," pero otra cosa es que me sienta identificado con alguna de ellas en particular porque en conjunto son bastante generalistas, por decirlo así (dejando aparte la primera, la de Marai, cuya visión del mundo de las palabras es casi amorosa, y por supuesto una de mis preferidas).

Con la de Wharton se puede estar de acuerdo "a medias", creo yo: puede ser compatible algún sacrificio de vez en cuando con la idea lúdica de la vida. No creo que forzosamente, siempre, esas dos ideas deban ser antagonistas. Por cierto, de algún modo contacta con las de Goethe, Uzanne, Stevenson e incluso King: las cinco juntas casi forman un cuerpo de pensamiento. La de Calvino me gusta, por supuesto, y la de Oz es muy poética.... En fin, que me gustan todas, pero no sabría decidirme por una como más definitoria que otras.

Y feliz verano, por cierto. A ver si no acabamos todos chamuscados...

MJ dijo...

¿Ya hace un año de la otra cita? ¡Cómo pasa el tiempo!

Pues, no sé las que me habrás asignado a mí. La verdad es que me parecen muy bien escogidas y subrayadas con razón.

La de Márai es preciosa. Me ha gustado especialmente la frase que dice: "Uno se pone en marcha en la oscuridad iluminada por unas pocas palabras..." No solo es una frase poética, sino una gran verdad.

La cita de Amos Oz me parece un tanto inquietante, me refiero al hecho de que no hubiera nadie en el pueblo dispuesto a enseñarle a los niños que las cosas verdaderamente importantes son las que no ven lo ojos... ¡ay, de esos niños como no lo descubran solos! Pero también es una cita preciosa... Y eso me recuerda que yo tengo ese libro "De repente en lo profundo del bosque"... y no me lo he leído.

¡Ay, Goethe! Entonces estamos todos locos, porque me imagino que todos nosotros queremos que nos paguen por nuestro trabajo ¿no? Desgraciadamente (porque soy una de esas personas que piensan que el dinero es uno de los peores inventos de la humanidad) se necesita ganar dinero para poder comprar comida, ropa y demás necesidades y luego los pequeños caprichos que cada uno se pueda permitir. Si solo hicieramos lo que nos gusta (hay mucha gente que hace lo que le gusta y también cobra por ello, a ver) y no cobráramos ¿ponemos la boca al sol? Por eso a mi me enfada mucho esa frase que corre por ahí, que puede que sea un pensamiento budista sacado de contexto o vete tú a saber, pero que pasa por los libros de autoayuda que dice: "Elige un trabajo que te guste y no trabajarás un solo día en tu vida" ¡Elige! Ahí está la clave... ¡somos tantos los que no podemos elegir! Y esto me lleva a pensamientos más filosóficos y tristes que no voy a contar aquí.

Y me ha encantado, pero también entristecido la cita de Uzanne. Es verdad, a veces se encuentra una con cada idiota por el mundo que además tienen suerte, mientras que ha habido a lo largo del tiempo tantas personas incomprendidas, que a veces han tenido ideas brillantes que la humanidad ha tardado unos cuantos cientos de años en redescubrir (cuando lo ha hecho, que por ahí habrá más de uno totalmente olvidado) y han sido ridiculizadas, han tenido que soportar burlas y humillaciones sabiendo en su interior que tenían razón, pero eran demasiado brillantes, su gran luz cegaba a los idiotas que pululaban alrededor...

¿Cuáles de las citas me habías asignado? :-)

guille dijo...

La que me parece mas verdad verdadera es la de Edith Wharton.

Tengo curiosidad por saber donde me has incluido.

Demian dijo...

Una hermosa seleccion de textos. Un verdaero tesoro de verdad. Un beso

*entangled* dijo...

Todas las citas me parecen interesantes y adecuadas a diferentes momentos y personas. Me resultaría difícil escoger una. Quizá la más etérea e idealista, la de Stephen King. Y más en estos días, en que los sentimientos que me dominan no son muy positivos.

Saludos.

Ángeles dijo...


Gracias, Sara. Si te has emocionado, yo me alegro, porque eso significa que las frases son lo que a mí me parecen: muestras de esa sabiduría que nos ayuda a entender el mundo y al ser humano, y por lo tanto a vivir mejor.
O, como tú bien has dicho, piezas del puzzle de la naturaleza humana.

Aunque te decantas por Italo Calvino y por Goethe, también te han gustado las de Amos Oz y Edith Wharton, y estas dos últimas son precisamente las que yo te había asignado mentalmente. Así que podemos decir que he acertado de refilón, ¿no? ;)

Besos.



Sí, Macondo, sé que la elección es complicada, así que te agradezco que te “mojes” aunque quieras quedártelas casi todas :)
Y efectivamente, yo te había asignado la cita de Sándor Márai, mira qué tino, y también la de Octave Uzanne. Me pareció que cada una tenía algo de tu estilo.

Gracias!


Rick, me alegro de que las citas te parezcan “inteligentes y artísticas”, no creo que se puedan definir mejor. Y me gusta mucho que hayas calificado de “amorosa” la visión de Márai sobre las palabras.

En cuanto a la de Edith Wharton, se refiere a esas personas que, por cuestiones morales heredadas y nunca cuestionadas, creen que su deber es sacrificarse por los demás, anteponer las necesidades –o caprichos- ajenas a las propias, y privarse de alegrías porque otros no las tienen. Lo razonable, por supuesto, es lo que dices tú , pero la autora se refiere a esas personas que, como su personaje, tienen un absurdo espíritu de sacrificio y entrega que a la larga sólo conlleva frustración y resentimiento. Y yo he conocido a unas cuantas así, te lo aseguro.

Por cierto, me ha parecido muy interesante la conexión que has visto entre las palabras de Wharton, Goethe, Uzanne, Stevenson y King. Me quedo dándole vueltas…

Y aunque no te decides claramente por una de las citas, te diré que las que yo había asociado contigo son las de Uzanne y Goethe, por ese espíritu crítico y directo que denotan. Aunque tampoco me extraña que te hayan gustado otras más poéticas como las de Márai y Oz.

Gracias por tus ideas, as usual, y feliz verano para ti también.


MJ, parece que la frase de Márai es la que más está gustando, lo cual me alegra mucho, porque es uno de mis autores “especiales”.

Sobre lo que dices de Goethe, se refiere a quienes aceptan deteminados cargos pensando sólo en los beneficios económicos y sociales que eso le reportará. Werther es un auténtico joven romántico e idealista, que no entiende o no acepta esa vida que algunos se plantean, y que quieren imponerle a él, que consiste en ambicionar cada vez más y en escalar socialmente, aunque sea a costa de vivir a disgusto. Algo que sigue tan vigente hoy día como en el siglo XVIII, ¿no te parece?

Pero además creo que ahí se puede ver también la idea de que es una locura tener que trabajar en algo que no gusta por pura necesidad, para sobrevivir. Es decir, que el mundo, la sociedad misma en su organización, es una locura.
Y en cuanto al pensamiento budista que refieres, creo que no es un mandato sino, igualmente, la expresión de un ideal.

Entonces, si las citas que más te han gustado han sido la de Márai y la de Octave Uzanne, puedo decirte que en tu caso no he acertado en absoluto: yo te había asignado la de Amos Oz, y un poco también la de Edith Wharton.

Gracias por tus opiniones.

Ángeles dijo...

En tu caso, Guille, he acertado de pleno. También te asocié con la de Stevenson y la de Italo Calvino, pero mi primera opción sin dudar fue la de E. Wharton ;)


Muchas gracias, Demian. Me ha gustado eso de “un tesoro de verdad”.
Un beso.


A veces, entangled, las palabras sabias se adaptan a nuestras emociones como una medicina se adapta a un malestar. Puede que no nos curen, pero al menos nos alivian al hacernos ver que no estamos solos en nuestra desazón.
Y me alegra que en este caso sean las de Stephen King las que tú has encontrado adecuadas.

Por mi parte, te había asignado la cita de Sándor Márai, aunque quizá me dejé llevar por lo fácil.

Un saludo and best wishes.

TORO SALVAJE dijo...

Hola Ángeles.

Ya he elegido la cita:

“La idiotez y la ignorancia de los hombres con los que tratamos sin cesar no sirve más que para agrandar en nuestro espíritu el valor de aquellos que tuvieron el coraje de su originalidad y que han desaparecido incomprendidos, avergonzados y ridiculizados por la multitud de los imbéciles.”

Octave Uzanne. “El infierno del caballero de Kerhani” (1884)

Me parece magnífica.
De hecho me la llevo puesta.

Todas las citas que has puesto me han gustado, pero esta especialmente.

Con tu permiso volveré a tu blog.
Sin duda ha valido la pena.

Saludos.

Ángeles dijo...


Hola, Toro, muchas gracias por venir y por tu amable comentario.

Me alegro mucho de que te hayan gustado las citas, y sobre todo de que hayas encontrado "la tuya".

Sí, por favor, vuelve cada vez que quieras. Será un placer.

Saludos.

Marisa C dijo...

La verdad, querida Ángeles, es que me ha costado decidir, porque todas tus elecciones encierran grandes enseñanzas. Así que he elegido estas tres por cuestiones puramente personales, y sabiendo que si hubiese entrado en tu blog cualquier otro día, habría elegido otras. Gracias, como siempre, por tus increíbles y geniales entradas. Abrazos.
Mi selección: Edith Wharton. Las hermanas Bunner (1892), Stephen King. Joyland (2013), Octave Uzanne. “El infierno del caballero de Kerhani” (1884).

JuanRa Diablo dijo...

Yo, por supuestísimo, voy a quedarme con la frase de Italo Calvino. Eso de "aceptar el infierno y volverse parte de él" es lo que llevo nueve años intentando deciros en el blog.

También me ha gustado la última, la de Stevenson. Una aspiración es una alegría eterna.

A ti, Ángeles, te he visto saltando de palabra en palabra por la cita de Sándor Márai :)

Ángeles dijo...


Es muy cierto lo que dices, Marisa: todas las citas tienen mucho significado, y según nuestro momento personal nos decantaremos por unas u otras. Es lo que pasa con la literatura de verdad, que siempre nos atañe de una forma u otra.

Pero en general, y por lo que me dice la intuición, yo te había asociado con la cita de Stephen King, en la que veo que he atinado, y también con la de Stevenson.

Muchas gracias a ti por venir siempre y siempre tan amable y generosa.
Abrazos!


Y yo, por supuestísimo, JuanRa, te había asignado la cita de Italo Calvino, porque daba por sentado que te la apropiarías y le darías tu interpretación personal y diablera.
Pero es que también te había asignado la de Stevenson, mira tú. Ya ves que mis paseos por el inferno me han servido para algo :D

“saltando de palabra en palabra”, qué bonita y sutil imagen :)

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles.

Elegir una sola me parecía difícil así que abuso y me quedo con tres.

Me ha gustado mucho la de Sandor Marai pero como en tu caso, me gusta su sensibilidad y manera de decir las cosas y con eso siempre me tiene ganada. No he leído La extraña así que me lo llevo apuntado de lectura.

La de Robert Louis Stevenson me gusta especialmente por ese mirar hacia delante, en todo lo bueno que está por llegar y en encontrar nuevos horizontes, saboreando todo y todos aquellos a los que quiero.

Y por último, me quedo con la de Stephen King aunque me inclino por intentar que haya más días felices que tristes, en vivir más que en recordar y por saborear mis tesoros.

¿Cuál habías pensado para mí?

Un abrazo

Ángeles dijo...

Hola, Conxita, gracias por venir.

Yo te había asignado la cita de Amos Oz y la de Stevenson, ésta última más o menos por las mismas razones que explicas.

Si lees La extraña espero que te parezca tan "extraña" y fascinante como a mí.

Un abrazo.

Bubo dijo...

Pues con ninguna me identifico mucho pero por seguir el juego me quedo con la de Stephen King. Eso de que los dias son un tesoro me cuadra mas. Y mira que el autor no está entre mis favoritos.

Ángeles dijo...


Hola, Bubo, gracias por venir y "seguir el juego".

Me alegro de que te haya gustado la cita de SK aunque no sea de tus favoritos. Nunca se sabe dónde podemos encontrar una frase, una idea, una reflexión que nos diga algo, que destaque entre otras.

Holden dijo...

Me voy a quedar con la de Amos Oz, venga. Me ha recordado un poco al Principito :D

Como tendré la cabeza que he estado un buen rato pensando en qué cita dejarte a ti de regalo y no se me ha ocurrido ninguna... más me vale empezar a leer ahora que tengo tiempo, ¡pero YA!

guille dijo...

Puedo aceptar los añadidos.

Ángeles dijo...


Holden, me has sorprendido con tu elección. Aunque en realidad no tanto, si tenenos en cuenta que te ha recordado al Princpito, que, según tengo entendido, es una de las obras favoritas de los zorros :p

Yo te había asociado con la de Uzanne, fíjate si me he despistado.

Ah, qué bonita idea la de dejarme una cita de regalo a mí. ¡Muchas gracias! Espero que estés leyendo, ¡pero YA! :D


Guille, entonces podemos decir que en tu caso he acertado con más acierto todavía. ¿no? :D
¡Gracias!


Metalsaurio dijo...

Me quedo con la cita de Amos Oz:

“[…] no había nadie en el pueblo que pudiera enseñar a los niños que la realidad no es sólo lo que el ojo ve, lo que el oído oye o lo que la mano puede tocar, sino también lo que está oculto al ojo y al contacto de los dedos, y que se revela a veces, sólo un instante, a quien busca con los ojos del espíritu, a quien sabe escuchar con los oídos del alma 
y tocar con los dedos de la mente.”

Voy a "wikipedearlo" para conocerlo algo más :)

Ángeles dijo...

No recuerdo ahora, Metalsauro, qué cita te adjudiqué yo, pero, por el tipo de historias que sueles escribir, no me sorprende que elijas la Amos Oz.
Me alegro mucho de que te haya interesado.

Saludos.