(Inspirado por el "Manual de instrucciones" de Julio Cortázar)
Algunos dicen que soñar despiertos es cosa de ilusos,
de inmaduros, o de insensatos. Procure ignorar opiniones de este cariz y
entréguese a sus ensoñaciones con toda libertad y alegría.
Para soñar despiertos es necesario disponer de al
menos una ilusión, un deseo o una fantasía,
sea del carácter que sea, aunque es imprescindible que al pensar en ello
se le produzca una sonrisa inevitable.
Una vez generada en el ánimo dicha ilusión puede
empezar el proceso. Se aconseja estar sentado, y entonces, con un codo sobre la
mesa, llévese la mano a la cara y apoye la barbilla. Cierre los ojos, o, como
alternativa, pose una mirada ausente sobre cualquier objeto. A continuación,
traiga a la mente la imagen de sus anhelos y déjese envolver por el
ensueño.
Para mayor efecto, puede acompañarse de algún que otro
suspiro.
me pongo a ello.
ResponderEliminarEspero que poner el codo entra la mano y la mesa no sea para evitar el contagio.
ResponderEliminarCon esas instrucciones de uso, seguro que soñamos con mayores probabilidades de éxito
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es la primera fase, la mejor... luego viene el dilema, lo convierto en realidad o no?
ResponderEliminarY ahí los suspiros se ahorcan en la cuerda de la incertidumbre.
Besos soñadores.
ResponderEliminarY seguro, Guille, que te sale muy bien :)
No creo, Macondo, los sueños están libres de virus.
Ojalá sea así, Albada :)
Un abrazo.
Es verdad, Toro, lo difícil viene luego, porque la realidad puede ser tan bonita como los sueños o bastante más feúcha.
Pero mientras tanto, las dudas dan lugar a hermosas metáforas ;)
Besos de esos.
En ello andamos: soñemos, que lo no soñado nos vendrá por añadidura, nos guste, no nos guste...
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes toda la razón,P MPilaR. Quizá los sueños sean lo único que nos pertenece realmente.
ResponderEliminarGracias por tu visita. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo en que no hay que hacerle caso a los que nos tachan de ilusos o inmaduros a los que soñamos despiertos. Cuando la realidad no es bonita, los buenos sueños son un refugio seguro. Lástima que a veces, la realidad es tan cruda, que hasta roba los sueños (los que tenemos dormidos o despiertos).
ResponderEliminarTus instrucciones son estupendas. Gracias.
A mi me parece que lo insensato es no tener sueños, quedarse agarrado a la realidad, perder la oportunidad de desplazarse a cualquier lugar al que nos lleven nuestros sueños...
ResponderEliminarSoñemos y ojalá no dejemos de soñar nunca, esos preciosos sueños que nos hacen sonreír y sentirnos muy pero que muy bien.
Besos
Perdón... era ilusos, inmaduros, ¿y qué más? ES por levantar ya la mano, porque las abarco todas, seguro. Y sin ningún sentimiento de culpa, qué conste. Yo soy yo y mis ensoñaciones. Abrazos querida Ángeles.
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ResponderEliminarSin duda, MJ, los sueños son un buen refugio, pero yo diría que también cuando la realidad es bonita. Nunca está de sobra soñar, porque de ahí nacen las grandes ideas, para uno mismo o para todos.
Gracias a ti, me alegro mucho de que te haya gustado.
Es verdad, Conxita, eso es lo insensato, el no aspirar a nada, el no mirar un poco más allá. Si no, ¿para qué nos ha dado la naturaleza esa capacidad, si no es para superarnos, para sobreponernos y seguir adelante?
Gracias, como siempre, por tu comentario.
Besos.
Jaja, ya sabía yo, Marisa querida, que estabas en el grupo. Nefelibatas los llaman también.
Me ha gustado eso de "yo soy yo y mis ensoñaciones", así que nada, a soñar, que nos va en ello la identidad ;)
Abrazos!
que bonito piensas cuando escribes
ResponderEliminarMuchas gracias, Recomenzar, eres muy amable.
ResponderEliminarEl manual de instrucciones es clarísimo, pero lo mejor es que viene instalado en serie en el ser humano.
ResponderEliminarPero me parece a mí que ese mecanismo de soñar despiertos... algunos lo tienen defectuoso.
Así es, JuanRa, hay personas con los pies tan en el suelo, que nunca remontan un poco. Con las cosas tan bonitas que se ven desde cierta altura :)
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