domingo, 17 de julio de 2022

Una víctima discreta

(Divertimento veraniego)


Radio 24, veinticuatro horas de información, veinticuatro horas de actualidad...

la policía investiga el asesinato de un hombre  que fue hallado sin vida el martes pasado en su domicilio. Los vecinos del inmueble en el que residía la víctima han prestado declaración…

 

—No, yo no vi ni escuché nada, pero viviendo en el 7º es normal que no me entere de lo que pasa en el 3º... Me enteré porque vinieron los vecinos del 4º a decírmelo. Es que aquí todo el mundo cuenta conmigo para todo, sabe usted, me lo consultan todo, cosas de la comunidad, del banco... porque yo tengo mucho conocimiento para esas cosas, los papeleos, los trámites. Podría haber sido abogado si hubiera querido. A este hombre, el fallecido, lo conocía poco, parece que no hablaba con nadie, que era muy discreto. Aunque creo yo que tenía amistad con alguien del 8º. Un par de veces lo vi en mi rellano mientras yo esperaba el ascensor y él subía por las escaleras. Un poco raro me pareció. Las dos veces me dijo que iba a la azotea, aunque yo no le pregunté. Me parece a mí que lo decía para justificarse. Yo tengo mucho ojo para eso, sabe usted, en seguida me doy cuenta de cómo es cada cual. Podría haber sido psicólogo. Pero se le veía buena persona, eso sí. No lo veo yo metido en ninguna clase de jaleo. Yo creo que  lo han matado por error, que iban buscando a otro y se han equivocado de hombre. Investiguen ustedes por ese lado, háganme caso, que yo tengo mucho ojo para estas cosas. Podría haber sido policía.

***

—Era uno de esos… de los que espían a las mujeres. A mí por lo menos me espiaba. Se ve que estaba obsesionado conmigo... Sí, por ejemplo, su lavadero está frente al mío, y cada vez que yo tendía mi ropa me daba cuenta de que él estaba detrás del visillo, mirándome. Y cuando tendía él, aprovechaba para mirar con disimulo mi tendedor. Y no creo que le interesaran mis paños de cocina, ya me entiende usted. Y otra cosa: siempre que entraba o salía de su casa, miraba hacia mi puerta, no fallaba... Pues lo sé porque lo veía por la mirilla... No, siempre estaba solo. Salía para el trabajo a las ocho y  volvía a las tres menos cuarto; algunas veces después de las tres, cuando pasaba por el súper antes de subir... Pues lo sé porque siempre que llegaba después de las tres venía con un par de bolsas. Y ya no volvía a salir. Era de costumbres fijas, eso se lo puedo asegurar. Bueno, algunas noches lo vi que salía y se iba por las escaleras. A mí me parece que tenía amistad con alguno de los vecinos de arriba,  pero no subía en el ascensor. Otra de sus rarezas. La verdad es que a mí no me extraña mucho lo que le ha pasado,  porque estas personas así, un poco perturbadas, nunca se sabe con quién se juntan ni en qué líos andan.

 ***

—Menuda faenita para ustedes, ¿no? Un muerto ahí, sin pistas, sin huellas, sin móvil. Bueno, móvil tendría el hombre, digo yo, je, je... ¿No me ha entendido usted? Digo que no hay móvil para el asesinato, como dicen en las películas, pero que un móvil tendría, ¿no? Sí, hombre, un móvil, un teléfono móvil... No, yo no lo conocía mucho, sólo de buenos días y buenas tardes. No, no escuché nada. Yo vivo en el quinto. En el quinto pino, ja, ja. ¿Y sabe usted dónde vive el ciego? Pues en el no-ve-no-ve, ja, ja. Joder, pues sí que son serios ustedes, madre mía... No, en realidad no lo conocía, era de esas personas discretas, que pasan desapercibidas. Vamos, que no se va a notar mucho que se haya muerto.

 ***

—Yo vivo en el 2ºA, o sea debajo del pobre Ernesto. Qué buen muchacho era, tan discreto y tan amable. Siempre que coincidía con él me ayudaba. ¿Cómo dice usted? No, si hubiera habido algún ruido yo lo habría oído. Mi mujer dice que exagero, pero no es verdad, los ciegos oímos mucho mejor que la mayoría. Por las mañanas yo oía su despertador, la ducha, la cafetera... así que imagínese usted si habría oído una discusión o una pelea. Yo creo que quien haya sido era alguien que conocía y él mismo le abrió la puerta.  Y entonces lo mataron sin que él se diera cuenta, por detrás. Pobre hombre... ¿Cómo dice? No, siempre iba sólo, por lo menos yo nunca lo oí hablar con nadie.

 ***

 —Sí, en el 8º C vivo yo. No,  yo no trataba con él, no he hablado nunca con él. Era un hombre muy discreto... o sea, eso es lo que he oído decir, porque ya le digo que yo no lo conocía. ¿Que yo tenía amistad con él? No, señor, de eso nada... Pues el que le haya dicho eso es un mentiroso. A la gente le gusta mucho meter las narices en la vida de los demás... ¿Que subía a mi casa? Ni hablar, es imposible que nadie nos haya visto. O sea, que nos hubieran visto en caso de que… en fin, que no, que yo no tenía ningún trato con él, ya se lo he dicho...

***


modern building pixabay.com


20 comentarios:

José A. García dijo...

¿El asesino es el mayordomo?
Bien descritos los personajes a partir de sus declaraciones.

Saludos,
J,

Macondo dijo...

Pues sí que ha sido muy divertido, la verdad. Y muy bien escrito.

TORO SALVAJE dijo...

Quizás ha muerto de vecinitis terminal...
Madre mía... qué fauna!!!

Besos.

Beauséant dijo...

Agatha Christie no descubriría que ese vecino acababa de heredar todo el bloque de viviendas y el resto de vecinos lo mataron para impedirlo.. pero, viendo el percal, diría que se murió de puro aburrimiento :)

Ángeles dijo...

Ja-ja, es verdad, José A. García, el mayordomo siempre es sospechoso.

Me laegra que hayas visto la intención, que era justamente ésa: caracterizar a los personajes mediante sus declaraciones.

Gracias, y un saludo.


Muchas gracias, Macondo, me congratula que te haya resultado divertido. Y lo otro también :)

No creo, Toro, que ningún forense haya llegado nunca a esa conclusión: "vecinitis terminal". Pero seguro que existe :D

Besos.


Ay, Beauséant, espero que lo que dices no signifique que te has aburrido con esta historieta :D

Beauséant dijo...

No, por supuesto que no, digo el pobre hombre, viendo los vecinos que tenía :) a mi la historia me ha gustado mucho, porque según iba leyendo iba poniendo caras y gestos a las personas y me he reído mucho... tengo claro que había algo el octavo piso que no nos han querido contar... quizás una persona, quizás unas palomas mensajeras con las que enviaba mensajes al enemigo...¿qué enemigo?, ni idea, ¿estamos en guerra?

¿Ves?, me das cuerda y no paro...

Anónimo dijo...

Pues sí, el del Octavo parece bastante sospechoso: "...imposible que nadie nos haya visto..." Hummm...Te lo digo yo que tengo mucho ojo para esas cosas y podría pasar por detective de novelas, como cierto testigo interrogado jajaja
Otra que es genial es la "víctima espiada" que se vive en la mirilla y en la ventana. Y tiene su punto sexy y todo.
Creo que voy a tener que coger el ascensor y no ir a todas partes andando porque está visto que el utilizar la escalera te convierte en una inminente amenaza pública.
Ha sido un divertimento muy divertido y que nos deja completamente intrigados.
carlos

Albada Dos dijo...

Es que en un edificio, a saber quién fue el asesino. Pero está bien planteado.

Un abrazo

JuanRa Diablo dijo...

Si el periodista es un poco psicólogo le habrá sido fácil catalogar a estos vecinos. Que si el pedante, que si la creída, que si el graciosillo...
Yo me voy a quedar con la duda, pero... hummm... en mi libreta personal he encerrado en un círculo al del 8º C. Mucho querer desvincularse del asunto veo yo ahí :D

Gracias por el divertimento, Ángeles.

Ángeles dijo...

Beauséant, muchas gracias por volver para aclararme las cosas ;) eres muy amable y me encanta que te hayas divertido con el texto.
También me encanta que eches a volar la imaginación y continúes la historieta a tu aire :D


Je,je, me alegra mucho, Carlos, que este divertimento te haya divertido e intrigado (¿se podrá decir entonces que es un "intrigamento"?)

Y me ha hecho mucha gracia lo que dices de la vecina supuestamente espiada, no se me había ocurrido que pudiera tener "un punto sexy" :D

Ya ves, las casas de vecinos están llenas de personajes interesantísimos y totalmente desaprovechados...


Pues sí, Albada, a saber, y más cuando son tan poco fiables como estos, que no sabe una si creer alguna palabra de las que dicen :D

Muchas gracias. Un abrazo.


Ya veo, JuanRa, que nos fiamos poco del vecino del 8º, pero igual el hombre es inocente. Está claro que quiere ocultar algo, pero a lo mejor es otra cosa.

Por si acaso, no lo pierdas de vista, eh? Bueno, mejor no pierdas de vista a ninguno :D

De nada, gracias a ti por venir, as usual.





MJ dijo...

¡Vaya, según dice uno de los vecinos era tan discreto que ni se va a notar que ha muerto! Pero para ser tan discreto todo el mundo estaba al tanto de lo que hacía: a qué hora sonaba el despertador, a qué hora iba y venía del trabajo, que nunca usaba ascensor, que subía a la azotea (o al octavo). Entre unos y otros podían reconstruir detalles, aunque solo cotilleo y nada de enjundia que pueda servirle a la policía. El ciego es el único que cree que era una buena persona y la que dice que la espiaba, era ella la que lo espiaba a él: por la mirilla, por el tendedero ... Esa es la que más me ha llamado la atención y el graciosillo.
Has cumplido tu objetivo y has caracterizado perfectamente a los vecinos. Es que es leerlo y te los estás imaginando. Todos con personalidades muy diferentes y definidas.
Pero, coincido que el del 8° parece que tenía algún tipo de relación con él fallecido. Mucho empeño por justificarse, pero los otros vecinos también mucho empeño por señalarlo.
Tu relato es divertido y el móvil no importa, sino los personajes que presenta. Muy bien.
¡Qué pena que mataran a un vecino tan discreto que no hacía ni un ruido! Bueno sí, su despertador, cafetera y sus pasos por la escalera ;-)

Ángeles dijo...


Muchas gracias, MJ, me alegra que te haya divertido y que te parezcan bien caracterizados los personajes, que son los dos objetivos de esta historieta, lo primero mediante lo segundo.

Y ya ves, la víctima era muy discreta, pero de los vecinos no se puede decir lo mismo, ¿eh?
Y por otro lado, no estoy yo muy segura de que el vecino ciego oiga tan bien como él cree. Parece que había que repetirle las preguntas :D Aunque en realidad, ninguno de los testigos parece muy fiable...

Rodión dijo...

A mí me queda como gran duda el sexo del vecino del 8ºC... ¿Hombre o mujer? Cambia un poco la cosa, aunque sea por aquello de elucubrar, ya que esas misteriosas visitas a lo alto del edificio no pasaron desapercibidas. Claro que no tuvo por qué tener que visitar el 8ºC... En cualquier caso, la declaración de ese vecino o vecina es bastante sospechosa, je, je.

Por lo demás, las posibilidades son infinitas, te ha quedado un ''divertimento'' muy sugestivo.

El tipo del 7º es un narcisista insufrible, o un ''cuñado'' de barra de bar; la vecina del tercero también representa un perfil muy conocido, y su declaración es asimismo sesgada y poco fiable; el graciosete del quinto no parece muy de fiar, pero por eso mismo no despertaría sospechas en una novela de detectives; el ciego... atendiendo a su declaración, en la vida real sería seguramente el vecino más decente, pero, por qué no, podría tener algún móvil...

PD: ¿Quién vivirá en las otras puertas del octavo piso? ¿Cuál es la ''habitación 237''? :P

Ángeles dijo...

En efecto, Rodión, no sabemos el sexo del vecino del 8º, pero para el caso creo que da igual, la cuestión es que como testigo, efectivamente, tampoco parece muy fiable porque obviamente algo quiere ocultar (y no necesariamente el asesinato).

Me alegra mucho que el divertimento te parezca sugestivo; eso siempre es bueno para un relato :)

El del 7º, en efecto, es un narcisista; la vecina una erotómana, me parece a mí; el graciosillo del 5º, pues eso, un graciosillo, una persona que no es capaz de comportarse con seriedad ni en circunstancias dramáticas (quizá tiene algo de trastorno histriónico); y el ciego, pues sí, parece buena persona, pero cree que oye mejor de lo que oye en realidad. Vamos, que tampoco se puede tomar muy en cuenta lo que diga el buen hombre.

En fin, ya ves que la policía, con estos testigos, tiene investigación para rato. Más o menos lo que ocurre con la habitación 237, jeje...

Saludos!

Marisa dijo...

Es lo que tiene "esta nuestra comunidad". Ahí ha fallado Radio patio, o eso quiere hacernos creer. El del 8o, no está tirando balones fuera?
Gracias por esta divertida historia 😉. Un abrazo grande de Marisa, Entre Mil Letras.

Ángeles dijo...

Hola, Marisa, me alegra mucho que te haya parecido divertida :)

Gracias a ti y otro abrazo grande para ti.

Frases Bonitas dijo...

Una historia interesante. Te dejo un abrazo.

Ángeles dijo...

Gracias, Frases Bonitas.
Otro abrazo para ti.

Mar Artero dijo...

Rato de lectura la mar de entretenido y disfrutado. Y tengo la seguridad de que las palabras aprendidas en esta entrada no se me olvidarán nunca y además tu nombre quedará pegado a ellas.
Lo que cuentas me lleva a pensar que cuando aprendemos el significado de nuevas palabras lo que hacemos de alguna manera con ellas es darles vida. Activarlas en nuestra memoria. A partir de ese momento, incluso el mismo día que las aprendemos, empezamos a darnos de bruces con ellas. Aparecen por todos lados: en lecturas, artículos, entrevistas o en conversaciones con amigos. En mi imaginación las veo agazapadas en la memoria, esperando el momento de saltar al ruedo. Están vivas, son independientes y juguetonas y disfrutan con las coincidencias y las casualidades. Por eso pasa lo que pasa y a quién no le ha pasado alguna vez que las palabras lo dejen pasmado.

Un beso bien grande, Ángeles, y gracias por la lección de hoy


Ángeles dijo...

Mar Artero, supongo que este comentario tuyo corresponde a la entrada siguiente, "Perspicere", pero por alguna razón ha caído aquí.

En cualquier caso, me alegra mucho tu visita y que hayas disfrutado con la entrada.

Es cierto que cuando aprendemos algo o tomamos conciencia de ello por el motivo que sea, parece que empezamos a encontranos con referencias constantes a ese algo. Es simplemente, claro, que estamos más receptivos a lo que antes aparecía ante nosotros igualmente pero nos pasaba desapercibido porque aún no habíamos desarrollado el interés suficiente sobre esa cuestión.

Y estoy de acuerdo -gran parte de este blog gira en torno a eso- en que las palabras son, como dices, independientes y juguetonas. De hecho, yo estoy convencida de que tienen vida propia ;)

Gracias a ti, y otro beso grande.