martes, 10 de abril de 2018

Lingüistas y alienígenas


Dedicado a MJ

En respuesta a la sugerencia que les presenté en la entrada de aniversario, nuestra amiga MJ me mandó un correo con una propuesta.
Según me decía, había visto La llegada (“Arrival”, Denis Villeneuve, 2016), y como le había interesado la teoría lingüística en la que se basa esta película, me proponía que comentase algo al respecto.

Yo también había visto la película, y me había llamado la atención que tuviese como fundamento una teoría lingüística, en concreto la llamada “Hipótesis de Sapir-Whorf”. Así que la sugerencia de MJ me da ocasión de meditar un poco sobre asuntos que guardan relación con otros que ya han ido apareciendo en el blog otras veces. 

En la película citada vemos a unos lingüistas que intentan desentrañar la forma de comunicación, el “idioma”, de unos extraterrestres que han llegado a nuestro planeta, para poder comunicarse con ellos y conocer los propósitos de su visita. Se podría decir, por cierto, que se establece entre ellos una especie de “encuentros en la tercera frase”, y perdonen ustedes la tontería.
En ese intento de comprender el lenguaje de los alienígenas es donde aparece reflejada la hipótesis de Sapir-Whorf, también denominada “teoría de la relatividad lingüística”.

Dicho en términos muy elementales, esta hipóteis establece que el idioma que hablamos influye en nuestro pensamiento; es decir,  que los hablantes de lenguas diferentes tienen formas diferentes de pensar. Por eso en la película se plantea que cuando la protagonista descubra la clave del lenguaje del alien, adquirirá no sólo ese lenguaje, sino también la concepción de la realidad que ese lenguaje conlleva.

Como han dicho algunos lingüistas, la película toma la hipótesis de Sapir-Whorf al pie de la letra y la lleva al extremo, aunque para eso es una película y además de ciencia-ficción. Sin embargo, en el terreno puramente lingüístico, la cosa no es tan clara ni tan definida.

A principios del siglo XX (aunque la idea ya surgió en el siglo XIX),  el lingüista Edward Sapir  planteó la posibilidad de que el lenguaje influyera en la manera en que sus hablantes interpretan la realidad; es decir, que la forma en que concebimos el mundo dependería en cierta medida de nuestros respectivos idiomas, de sus estructuras internas.

Años más tarde, tras la muerte de Sapir, un alumno y colaborador suyo, Benjamin Whorf, reelaboró y extendió la idea del profesor, dando origen a la hipótesis que hoy lleva el nombre de ambos, aunque nunca fue establecida como tal por ellos mismos, ni en común ni por separado.

ArrivalWhorf estaba convencido de que la gramática de cada idioma influye en la forma de pensar de sus hablantes, y para ello se basaba en sus investigaciones sobre la lengua de los indios Hopi: había observado que mientras que en las lenguas europeas el tiempo se representa de manera lineal –pasado, presente y futuro–, en la lengua hopi el tiempo se percibe como un flujo circular, y esa es  precisamente la característica que tiene el lenguaje de los extraterrestres de la película.

La hipótesis de Sapir-Whorf  siempre ha sido polémica, y sigue siendo objeto de debate hoy día. Muchos lingüistas descartan que el lenguaje determine la forma en que sus hablantes conciben la realidad, porque las estructuras lingüísticas, como planteó Noam Chomsky,  son universales, comunes a todos los idiomas; de manera que todos los seres humanos pensamos las mismas cosas y concebimos el mundo de igual manera, independientemente de cuál sea nuestra lengua materna.

Por otra parte, según indican otros expertos, la teoría de Whorf implicaría que no existe una realidad objetiva, sino realidades diferentes para los hablantes de idiomas de estructuras diferentes. Y se derivaría también que nuestro pensamiento no es libre, sino que está limitado o dirigido por el idioma que hablemos.

El asunto es sin duda apasionante, pero yo no puedo opinar más que basándome en mi personal y poco científica intuición sobre el asunto. Y en ese sentido, mi impresión es que el lenguaje no determina nuestra visión de la realidad, del entorno en el que vivimos, sino que lo refleja, lo representa; porque sí creo en la teoría de Chomsky, en que todos los hablantes compartimos una gramática esencialmente universal; que todos, sea cual sea nuestra lengua materna, compartirmos una especie de gramática innata, que se refleja en los llamados “universales lingüísticos” (rasgos que son comunes a todas las lenguas). 

También creo que en las cuestiones humanas fundamentales (los miedos, los deseos, las necesidades, las esperanzas…) todos los seres humanos, seamos de la nacionalidad que seamos y hablemos la lengua que hablemos, somos iguales. Por eso entendemos el arte y el pensamiento de pueblos muy lejanos en el tiempo y el espacio. Y dado que las lenguas son todas traducibles entre sí, ¿no significa eso que nuestra concepción del mundo y de la vida es básicamente semejante, aunque nuestros idiomas sean diferentes?

También es cierto que se puede utilizar el lenguaje -lo vemos casi a diario- para crear una supuesta realidad. Pero ésa es otra cuestión.
Y también es verdad que pensamos con palabras, que le damos forma al pensamiento con el lenguaje, pero eso no significa que el lenguaje cree la realidad sobre la que pensamos; simplemente la expresa, y la expresaremos mejor cuanto mejor sea nuestro conocimiento del lenguaje.

Y por último, creo también que aunque todos los hablantes del mundo concibamos la realidad de igual o semejante manera, el conocer diferentes idiomas nos da diferentes perspectivas de la realidad, porque en ocasiones distintos idiomas enfocan una misma realidad desde puntos de vista diferentes. De nuevo, esto no implicaría diferentes concepciones de la realidad, sino la posibilidad de verla desde diferentes ángulos.

La película La llegada, al margen de que nos guste mucho o poco, tiene un interés fundamental: que presenta una reflexión sobre el lenguaje, eso tan nuestro, tan esencial y tan trascendente.
Por eso, sea cual sea la verdad del asunto, tengan razón Sapir y Whorf, la tenga Chomsky o la tenga el próximo lingüista que elabore una nueva teoría, lo más interesante de todo es precisamente que haya teorías diferentes, que nos preguntemos por los orígenes y por todas las circunstancias relacionadas con esta capacidad humana maravillosa que es el lenguaje. Y, como he dicho otras veces, me fascina que después de miles de años utilizando el lenguaje sigamos sin desentrañar sus misterios y sigamos intrigados por la naturaleza de lo que precisamente nos hace ser lo que somos.


 Arrival film


32 comentarios:

Sara dijo...

Me ha parecido deliciosa tu ¿cómo la llamas?, ¿meditación? Pues tu meditación, y me ha resultado especialmente interesante porque tengo amigas feministas que creen que a través de una nueva gramática (más inclusiva para la mujer) puede transformarse el mundo; de ahí que me haya dado mucho que pensar tu aseveración de que el lenguaje no cambia el mundo, solo lo refleja (perdona, no puedo parafrasearte exactamente). También me ha gustado mucho esa idea de Chomsky de que todos (y todas, jajaja) albergamos idénticos pensamientos, sentimientos, emociones, etc.

Verdaderamente ha sido un placer leerte, todo un encuentro en la tercera frase, jajajajaja.

Besitos.

TORO SALVAJE dijo...

Vi esa película.
Y me gustó bastante... eso sí tuve que dejar de lado el tema de la credibilidad.
Sin ser experto en el tema me apuntaría, por simpatía, a la teoría de Chomsky...
El tema de cómo se utiliza el lenguaje para construir relatos eso sí que me parece preocupante. Y más cuando afecta a los derechos humanos. Lo vemos constantemente en conflictos bélicos y por desgracia ya en cualquier tema político.
Pienso que para poder evitar esa manipulación del lenguaje es preciso que la gente tenga más cultura... y eso va a menos... o sea, el futuro me parece aterrador.

Besos.

Macondo dijo...

Lo que comentas de que el arte es universal y todos podemos llegar a apreciarlo independientemente de nuestra procedencia y lenguaje, me parece una prueba contundente para unirme a tu opinión.

guille dijo...

Tu entrada -como siempre- interesante, trabajada y llena de información.

Aunque yo tengo cierto escepticismo, y si fuera verdad la teoría de esos dos ¿que?
¿Cambiaría algo nuestra manera de vivir?
¿Mejoraría en algo la vida cotidiana de los humanos?
¿Serviría para determinar que unos idiomas son "mejores" que otros?

Soy un simple. El idioma se utiliza para comunicarse. Pero en casi todos los idiomas del mundo mundial hay cafres, cretinos, sabios y cultos que usan las mismas palabras.

Si estudias el ingles de Trump o de Dylan o de Mary Oliver o de el tonto mas tonto del KKK ¿sacas las mismas conclusiones?

Un placer leerte.

Rick dijo...

Partiendo de la base de que para poder opinar sobre este asunto debería tener una formación que no tengo, lo único que se me ocurre es que tal vez convenga “desenfocarlo” un poco, traerlo más a la tierra. Creo que el lenguaje no consta solamente de sintaxis o gramática, sino también de su expresión oral, es decir, la fonética. Y ahí es donde me parece que puede tener mucho sentido la teoría de ese señor: tal vez el timbre, las cadencias, los acentos, no influyan en los sentimientos universales, pero sí en el carácter.

Me resulta inconcebible que un sonido como el del idioma español no cincele, de algún modo, el carácter de sus hablantes; no creo que ese carácter resulte idéntico al de los británicos, con esa “serie de maullidos displicentes” que decía Ortega. Y, por ejemplo, las lenguas asiáticas: no tengo ni idea de japonés, pero me intimida escuchar la melodía de su idioma: vocales alargadas en extrañas cadencias, explosiones otras veces, extrañas paradas cuando menos se lo espera uno… Eso tiene que marcar, de un modo u otro. Pero ya digo, hablo de carácter; de idiosincrasia, si se quiere. Por supuesto que los sentimientos o las ilusiones serán más o menos los mismos en todas partes.

MJ dijo...

Muchísimas gracias por dedicarme la entrada. Me alegra mucho que te gustara el tema que te planteé. Muy interesante todo lo que cuentas.

Yo no sabía nada de la teoría de Sapir-Whorf, ni que los dos señores no la habían elaborado como tal. Fue a raiz de ver "La llegada" que se me ocurrió indagar en esta hipótesis. Tampoco conocía la de Chomisky, que me parece muy bonita e igualmente interesante. Sí, creo que hay una base común y universal en el lenguaje, pero también que hay particularidades en cada uno de ellos y conceptos que no pueden ser exactamente traducidos a otro idioma, necesitan ser explicados con un par de frases, en lugar de con una sola palabra. Quizá no sea que cada cultura vea el mundo de forma diferente, sino ciertas cosas de la realidad desde un punto de vista diferente. Eso podría validar las dos teorías. Y, ni que decir tiene, que lo que plantearon Sapir y Whorf, al pie de la letra, les venía que ni pintado para el argumento de esta película, que aunque a mucha gente les pareció lenta y poco creíble, a mi me encantó. Y ya tengo el libro en mi lista de pendientes de leer...

Me encantó que se planteara una posible "invasión" extreterrestre en la que los héroes no son militares, sino lingüistas, que los extraterrestres se encontraran con que no teníamos un único un interlocutor mundial, el problema de la barrera idiomática (que siempre me parece insalvable y siempre poco explorada en esta clase de películas y en las de viajes en el tiempo y el espacio) y que más peligrosa que las armas es la imcomprensión del mensaje y la infección biológica (temas que no se suelen tratar con la importancia verdadera que tienen en el cine ni en las novelas de esta índole).

Gracias de nuevo :-)

Besos.

JuanRa Diablo dijo...

Guau! Desde aqui le doy las gracias a MJ por plantearte el tema, y a ti por tu exposición. Un deleite.

No me atrevo a analizar la cuestión porque soy profano en la materia, pero a priori también intuyo que en nada puede influir un idioma u otro para interpretar de forma distina lo que considero una única realidad, y que, como bien has dicho, esa realidad podrá ser , en todo caso, mejor expresada y definida cuanto más conozcamos el lenguaje que utilizamos.

Leí en algún sitio que en Laponia tienen varias palabras para expresar "nieve", dependiendo de su dureza. Veo lógico que no ocurra así en aquellos puntos del planeta en que la nieve es poco habitual o incluso inexistente. Pero el concepto de "frio", por su universalidad, sí será expresado igual en todas partes.

Me gustó la película. Creo que tardaría siglos en entender cómo llegan a interpretar el lenguaje alienígena en cuestión, pero hay algo en la historia que no tiene nada de ciencia ficción: que el ser humano es belicoso por naturaleza y tan desconfiado que tiende a destruir todo aquello que le aterra simplemente por serle desconocido.

*entangled* dijo...

Excelente entrada que confirma la calidad de tu blog — y su rareza. E igual de buena la sugerencia de MJ. Felicitaciones a ambas.

Hay una idea que no comparto: Ser capaz de aprehender un lenguaje nuevo, incluso con gran intensidad (por ejemplo, una estancia de inmersión de varios años en un país extranjero) no permite (ni equivale a) captar ni entender la cultura, la mentalidad, las peculiaridades del razonamiento del extranjero. Un ejemplo muy claro: Vayamos a vivir cinco años a Japón. Podemos estar seguros de que seguiríamos sin entender en su sentido más profundo, la mentalidad japonesa. Y de un alienígena, ya ni te cuento.

Aunque sí es cierto que «…la gramática de cada idioma influye en la forma de pensar de sus hablantes…». De eso estoy convencido. Y también de que «…nuestro pensamiento no es libre, sino que está limitado o dirigido por el idioma que hablemos…». Como dijo de forma muy precisa Wittgenstein: «… Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo…» (Tractatus, 5.6). O también Alfred Korzybski: «We do not realize what tremendous power the structure of an habitual language has. It is not an exaggeration to say that it enslaves us through the mechanism of semantic reactions and that the structure which a language exhibits, and impresses upon us unconsciously, is automatically projected upon the world around us» (Science and Sanity: An Introduction to Non-Aristotelian Systems and General Semantics, 1958).

Tu afirmación «…todos los seres humanos… hablemos la lengua que hablemos, somos iguales» requiere algo de matización: Creo que somos iguales en aspectos esenciales, por ejemplo pertenecemos a la misma especie; pero a la vez somos diferentes en muchas cosas, quizá accesorias, pero suficientes para constituír una fuerte barrera al entendimiento recíproco. Por eso, respecto a la hipótesis Sapir–Whorf, creo en su versión débil: «linguistic categories and usage only influence thought and decisions».

Saludos.

Bubo dijo...

Me veo la película y así, sin verla y sin conocer, me apunto al comentario del Sr. Rick.

Ángeles dijo...

Gracias, Sara, me alegro mucho de que te haya gustado mi modesta meditación ;)

Usar el lenguaje para manipular el pensamiento, las emociones, etc, es algo que puede darse en todos los ámbitos, en el político y social como en el privado.
Esto indica que el lenguaje tiene una capacidad inmensa de influir en nosotros, lo que a su vez indica que el lenguaje y nosotros somos una misma cosa; incluso que somos lenguaje. O eso me parece a mí :)

La idea de que todos pensamos y sentimos las mismas cosas lo he dicho yo, jeje, aunque como no soy muy original que digamos, seguramente Chomsky, y muchas otras personas también lo habrán pensado.

Gracias de nuevo.
Besos.


Claro, Toro, a veces hay que dejar de lado la credibilidad, o más bien la credulidad, si queremos disfrutar de la fantasía.

Lo que dices sobre la utilización del lenguaje con intenciones aviesas es, en efecto, algo común en todos los ámbitos y en todas las épocas. Ya nos mostró Orwell un ejemplo en 1984, con la aterradora "newspeak" o "neolengua".

Como bien dices, la forma de evitar esa manipulación es la cultura, el conocimiento, el desarrollo de criterios propios, etc. Pero parece que los sistemas educativos, los medios de comunicación, etc, tienden a lo contrario. Por cierto, ya que simpatizas con la teoría de Chomsky, también tiene, como quizá sepas, una teoría sobre la manipulación a través de los medios.

Sin embargo yo tengo fe en el futuro. La civilización, como demuestran la historia y la literatura, siempre ha ido a mejor a lo largo de los siglos, y yo creo que así seguirá siendo, por mucho que en cada época pensemos que las cosas están peor que nunca.
Aunque a lo mejor es que soy muy crédula :)

Besos.


Pues me encanta, Macondo, que te unas a mi opinión, y además con fundamento! ;)

Gracias!


Muchas gracias, Guille :)

Si fuera verdad la teoría de “esos dos” :D no creo que nada cambiase, salvo en los ámbitos académicos. Para nosotros el lenguaje y el pensamiento seguirían siendo lo mismo. Pero en realidad no me parece que pueda llegar a haber pruebas o demostraciones irrefutables a favor o en contra. Así de intangible y escurridizo es el lenguaje, por mucho que tratemos con él a diario.

Lo que sí es seguro es que su hipótesis, por cierta que se demostrase, no probaría que unos idiomas sean mejores que otros. En el pasado, hasta entrado el siglo XX, sí se creía en la superioridad de unas lenguas sobre otras, pero esa idea ya quedó superada y descartada hace tiempo por los estudios lingüísticos modernos.

Y efectivamente, como dices, con las mismas palabras se pueden decir tonterías, genialidades, barbaridades y poesía; por eso, si se dice una cosa u otra no es responsabilidad del lenguaje en sí, como a veces se pretende, sino de quien lo utiliza.

Thankee!


Así es, Rick, el lenguaje no consta sólo de gramática sino también de sonidos, tonos, acentos, etc, lo que se denomina elementos o rasgos suprasegmentales de la lengua.

Y es verdad que cada idioma tiene su carácter propio, su “genio”, como dicen algunos expertos, y como decía Ortega con ese tono un tanto despectivo (según me parece por el ejemplo que citas). Pero no sé si esos elementos pueden influir en el caracter de sus hablantes. Si se puede generalizar sobre el carácter de una nación, me parece que ese carácter o idiosincrasia estaría determinado por las costumbres y las tradiciones, por el contexto sociocultural, más que por los rasgos del idioma.
Pero es sólo mi impresión, claro, no tengo argumentos científicos.

Gracias!

Conxita C. dijo...

No he visto esa película y desconozco el tema pero desde este desconocimiento sí me parece que el lenguaje puede intentar construir una realidad (como decía Toro por desgracia lo vemos con muchísima frecuencia) pero no solo con lenguaje se construye la realidad, y aún reconociendo la importancia fundamental que tiene hay muchos otros aspectos que influyen en nuestra visión y posicionamiento en el mundo, y eso creyendo en el poder que tienen las palabras para potenciarnos o limitarnos pero como bien dices. estaría más de acuerdo en que el lenguaje expresa más que crea.

Me has hecho pensar ¿qué pasaría entonces con el lenguaje de signos? ¿Si no conocemos una lengua no nos podemos comunicar? ¿Y esos intercambios en los que nadie domina la otra lengua y en cambio hay entendimiento? Vamos que empiezo a preguntarme y no pararía...

Muy interesante como siempre, gracias a ti y a MJ por su sugerencia.

Ángeles dijo...

Gracias a ti, MJ, por sugerir el tema, que ya ves que está dando pie a que compartamos muchas ideas y opiniones. Y me alegro mucho de que te haya gustado la entrada.

Cuando en la universidad estudiaba las diversas teorías lingüísticas me parecían todas interesantes (las de Sapir y Whorf, de Piaget, etc.), pero la de la gramática universal de Chomsky me gustaba especialmente. Fue como una especie de revelación, jeje, que a mi entender explicaba algunas de las preguntas que yo, en mi completa ignorancia, me hacía, y me hago, sobre el lenguaje.

Pero Chomsky habla de una gramática básicamente universal, no absolutamente universal. Es decir que hay unos elementos comunes fundamentales –los universales lingüísticos- además de otros propios de cada idioma o que son compartidos por unos y por otros no. Por supuesto cada idioma tiene sus particularidades y sus estructuras propias, de ahí las dificultades inherentes a la traducción.

Y en cuanto al tema de Arrival (el intento de establecer comunicación con una raza alienígena, y la importancia de la comunicación y de entender al otro), a mí no me parece tan novedoso (y no quiero con esto quitarle ningún mérito a la película, que conste); pero es algo que siempre se ha tratado en la ciencia-ficción, tanto en el cine como en la literatura. Sin ir más lejos, Encuentros en la tercera fase (y de ahí mi chistecillo) también presenta a científicos y aliens intentando encontrar la forma de comunicarse para poder transmitir y entender su mensaje. Y también me acuerdo ahora de un clásico maravilloso, Ultimatum a la Tierra, en el que, de manera mucho menos elaborada, también se nos presenta a un extraterrestre que intenta comunicarse con los terrícolas porque tiene un importante mensaje que darles. Inolvidable la frase alienígena: “Klaatu barada nictu” :)

Gracias de nuevo.
Besos


Gracias, JuanRa, eres muy amable. Y me alegra mucho que te haya gustado la entrada.

Lo que comentas respecto al vocabulario para referirse a la nieve, procede precisamente de la teoría de Whorf. Aunque él la tomó de una teoría anterior, elaborada por el maestro de su maestro.
Esa teoría se ha convertido en un mito lingüístico, que, como buena leyenda, va engordando cada vez más, como la proverbial bola de nieve, muy apropiadamente :D Según quien la cuente, los esquimales tienen desde 15 palabras para referirse a la nieve hasta 100. Ya en su momento esa idea fue desestimada por algunos lingüistas, pero hoy día se sigue debatiendo sobre ello. Pero según un estudio relativamente reciente parece ser que no, que los esquimales, o innuits, no tienen más palabras que el inglés, por ejemplo, para referirse a los diferentes estados de la nieve y el hielo. De todas formas, aunque así fuese, no sería de extrañar, ya que el lenguaje se adapta a las necesidades de los hablantes y las palabras surgen cuando son necesarias para nombrar o describir los elementos y las circunstancias del entorno.

Respecto a cómo en la película llega la protagonista definitivamente a aprehender el lenguaje alien, y la capacidad que conlleva, yo también me quedé con esa duda. Me pareció que se resolvía con una especie de transmisión telepática, que es una solución típica en los filmes de encuentros con alienígeneas. Pero, como he dicho en el comentario anterior, esto no lo digo como crítica al mérito de la película.

Y en cuanto a tu conclusión final, ya sabes que la ciencia ficción, y la fantasía en general, es siempre una metáfora de la realidad ;)

Ángeles dijo...

Muchas gracias, *entangled*, I’m honored by your words.

Yo tampoco creo que al aprender ni aprehender un idioma se adquiera la mentalidad o el carácter de la nación correspondiente, porque no creo que ese carácter esté impreso en el lenguaje. Y relacionado con esta idea, me pregunto por qué un japonés es capaz de entender y sentir el flamenco más y mejor que yo, que no solo soy española sino que además crecí escuchando a mi padre tocar la guitarra flamenca. Y por qué me siento más afín a tantos elementos de la cultura y el carácter anglosajón que a los de mi propia cultura.

La frase de Wittgenstein creo que se puede interpretar de otra manera, en la que sí creo profundamente: los límites de mi mundo no los marcan los límites del lenguaje en sí, sino los límites de mi conocimiento del lenguaje, es decir, de mi competencia lingüística, por usar otro concepto chomskyano.

Y creo que la cita de Alfred Korzybski, apoya la idea de que aprender otros idiomas nos haría más abiertos a otras formas de pensar y de entender la realidad. Aunque no por los motivos que exponía Whorf, sino por los que tan pretenciosamente digo yo en la entrada.

Estoy de acuerdo en que mi afirmación de que todos los seres humanos somos iguales requiere una matización, pero creía que lo había matizado, jeje. Sí, efectivamente, digo que somos iguales pero en lo esencial, claro: todos los mismos miedos fundamentales, todos tenemos anhelos que en esencia son los mismos, etc, Y claro que hay diferencias, como dices, que son las que causan problemas de entendimiento. Aunque, bien mirado, ¿no será que precisamente somos tan iguales que queremos lo mismo y por eso surgen los conflictos?

También estoy de acuerdo con la “versión débil” (gracias, por cierto, por no decir “perfil bajo” :D) de la hipótesis de Sapir-Whorf, que en realidad tiene más de Sapir que de Whorf.

Saludos, y muchas gracias por tus aportaciones.


Entonces, Bubo, me remito a mi respuesta al Sr. Rick.
Gracias.


Ja,ja, claro, Conxita, es que el lenguaje, en efecto, da para preguntarse y no parar.

Si entre dos hablantes no hay una lengua común, aunque sea un conocimiento mínimo de ella, es muy difícil la comunicación. Ya lo es incluso habiendo una lengua común, jeje. Pero si hay voluntad por ambas partes, siempre se encuentra una forma: mediante gestos, onomatopeyas, dibujos... si no hay una lengua común que ambas partes conozcan. Pero no se podría llegar a una comunicación compleja, claro, como con el lenguaje articulado, sino a una comunicación de subsistencia, por así decir.

Gracias a ti, como siempre.

Marisa C dijo...

Yo también vi esta película y confieso que no terminé de comprender bien el mensaje, la forma de desentrañar el lenguaje extraterrestre. Sobre esta teoría, yo siempre pensado lo contrario: que el lenguaje reflejaba la forma de pensar de la sociedad que lo hablaba, su estructura mental, por así decirlo. Sea como sea, estoy de acuerdo contigo en que el lenguaje es algo increíblemente asombroso y muy muy poderoso. Deberíamos darle mucho más valor. Abrazos.

Sara dijo...

Entro otra vez al "saloncito de los comentarios" no para hacer ninguna sesuda observación, sino para deciros a todos lo mucho que me está gustando este debate. Realmente estoy disfrutando como una enana.

Besos.

Conxita C. dijo...

Entonces Ángeles ¿qué pasa con el lenguaje de signos?
Leí, no recuerdo dónde, que el lenguaje de signos se tenía que tratar como un verdadero lenguaje porque así lo era.
Me encantará saber tu opinión.

Ángeles dijo...

Marisa, yo creo que la película en realidad no explica cómo la protagonista llega a adquirir el lenguaje extraterrestre. El final me parece un poco precipitado, la verdad.
Y veo que en lo demás también estamos de acuerdo :)

Gracias, un abrazo.


Sara, me alegro mucho de que te gusten los comentarios. Ya sabes lo que suelo decir: que lo mejor de este blog son los comentarios de sus lectores.

Gracias.


Conxita, disculpa que en el comentario anterior no te respondiera a esta cuestión, no me di cuenta.

Sí, el lenguaje de signos está considerado por la lingüística como un verdadero idioma, ya que tiene las mismas características que los idiomas orales, la misma complejidad gramatical, además de otras condiciones propias del lenguaje, como la arbitrariedad, la evolución, la variedad, etc.

Incluso creo que en algunos ámbitos académicos se empieza a incluir la lengua de signos en los programas de "lengua extranjera". Y es lógico, porque no es lo mismo el lenguaje de signos español que el inglés, el alemán, etc. Y los hablantes de un idioma determinado, el español por ejemplo, no entendemos el lenguaje de signos español si no lo estudiamos. Es decir, que para los hablantes de un idioma, el lenguaje de signos correspondiente a ese idioma es al mismo tiempo una lengua extranjera.
Sin duda es un tema interesantísimo. Gracias por traerlo a colación.

Conxita C. dijo...

Gracias Ángeles por la información y por satisfacer mi curiosidad porque siempre me había interrogado sobre si el lenguaje de signos era universal como aquel "esperanto" que no triunfó o si era distinto según la lengua y por tanto se necesitaba saber idiomas de signos, ahora me ha quedado claro. Gracias siempre me llevo algo aprendido de tu blog.
Un abrazo

Beauséant dijo...

Interesante reflexión... Sin tener mucha idea del tema, quizás por intuición, me parece más certera la teoría de Chomsky, quizás porque es más sencilla, y la explicaciones sencillas suelen ser las correctas...

Empecé a leer a Chomsky hace años, aún sin entender todo lo que dice me parece un gran comunicador y una persona preocupada por como algo tan maravilloso como el lenguaje pueda ser manipulado y retorcido..

Como digo, una reflexión interesante...

Ángeles dijo...


De nada, Conxita, para mí siempre es un placer hablar de estas cuestiones y compartir ideas.

Un abrazo.


Hola, Beauséant, muchas gracias por tu visita.

Me alegro mucho de que te haya parecido interesante la entrada, y tienes razón en que las explicaciones más sencillas suelen ser las más acertadas. Y en que Chomsky es uno de los grandes también :)

Un saludo.

f dijo...

demasiada filosofía para llegar tan tarde...
así que simplifico:
siempre se dice que "la alegría es brasilera"
acá en uruguay se nota ese cambio solo de cruzar la frontera.
será el idioma entonces?
aunque suele haber una cierta tendencia a identificar al portugués (de portugal) como triste...
imagino que debe haber alguna capa más, aunque el idioma debe contribuir
abrazo

Ángeles dijo...

Aquí nunca es tarde, f :)

Algo de eso que tú dices dicen también los lingüistas: si el idioma influye en nuestra forma de entender la realidad, la cuestión está en hasta qué punto influye, en qué medida. Y hay otras "capas" como dices, en efecto: las costumbres, las tradiciones, las condiciones naturales...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un debate muy interesante!

En mi opinión, sin tener ni idea del tema, el lenguaje (en sí mismo) no interfiere en la percepción de la realidad; al menos, en primera derivada. Otra cosa es el lenguaje como parte integrante de la cultura de un territorio (entiendo que la cultura de una región sí te puede hacer ver el mundo de otra forma), pero cómo "afecta" (si lo hace) el lenguaje a la cultura...

Por otra parte, suponiendo que el lenguaje determinara la percepción de la realidad, ¿qué enfoque de la realidad asociaríamos a cada idioma?

MJ, muchas gracias por el tema que has planteado y, como siempre, Ángeles, estupenda entrada.

Un saludo,

Javier C

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Javier, me congratula que el tema te haya parecido interesante.

También me alegra que coincidamos en la forma de ver el asunto, y me parece muy interesante la cuestión que planteas. Creo que eso daría para otra entrada completa ;)

Gracias a ti, como siempre.

MJ dijo...

Muchas gracias a todos los contertulios de este saloncito por mencionarme tan amablemente en sus comentarios. Me alegra mucho que os haya gustado la propuesta que hice. Sabía que Ángeles era la persona indicada para hablarnos del tema, de forma rigurosa y amena, porque ella es una maestra en el manejo de las palabras y sabe tantas cosas sobre el lenguaje :-)

Ángeles dijo...

MJ, muchas gracias por las palabras tan amables y generosas que me dedicas. Ya quisiera yo que fuera como dices, pero te lo agradezco porque sé que lo dices de corazón.
Besos :)

Metalsaurio dijo...

Estupenda entrada.

Yo que soy muy burro, comparto el parecer de Sapir-Whorf, si bien lo mío se queda en creencia y lo de ellos será resultado de un estudio, jeje!

La postura de Chomsky me parece irrebatible, en cuanto a la capacidad de sentir de cualquier hablante, hable la lengua que hable.

Es decir, creo que podemos sentir de la misma forma, pero no a través del mismo concepto que evocamos. Algo me dice que la huella sentimental de un "in love" es algo distinta al de "enomorado". Aunque en los 2 casos manifiesten lo mismo. El concepto evocado es el mismo pero su pronunciación, su sonoridad son distintas...y de alguna forma que no soy capaz de verbalizar esa diferente manera de manifestarlo afecta recíprocamente al propio concepto: podría llamarlo relación unívoca entre significado (sentimiento) y significante :)

Dicho esto, reitero mi ignorancia, pero quería decirlo, jeje!

Un saludo.

Ángeles dijo...

Jaja, a mí no me pareces nada burro, Metalsaurio, y de hecho me parece muy interesante lo que dices sobre sentir lo mismo pero no de la misma forma, según la lengua que se utilice. Creo que eso tiene que ver con lo que ya comentamos hace tiempo en esta entrada, que trata precisamente sobre la "huella sentimental" de los significantes ;)

Yo reitero que lo que dices es muy iteresante, ea.

Saludo!

Metalsaurio dijo...

Precisamente me acordaba de esa entrada cuando escribía el comentario ;)

Ángeles dijo...

Pues entonces, Metalsaurio, tengo que felicitarte por tu estupenda memoria!

Soros dijo...

Una entrada comedida, pausada, medida y didáctica. A veces encuentro entradas que cuadran perfectamente con la idea que tengo de ti. Siempre me han gustado las personas ponderadas. La prudencia es la característica más apreciable de la valentía y de la inteligencia (eso al menos dicen o decían algunos clásicos). Así que te felicito por este artículo sobre la esencia de los seres humanos: el lenguaje.

Ángeles dijo...

Muchas gracias por todo lo que dices, Soros, me honras. Y me alegra muchísimo que te haya gustado la entrada.