martes, 26 de septiembre de 2017

Anagnosia


Recuerdo que cuando era pequeña, encontrarme con palabras que no conocía me desconcertaba y me fascinaba.
Me desconcertaba porque cada palabra nueva me demostraba que el mundo, tanto el físico como el mental, era inabarcable.
Y me fascinaba porque  iba comprendiendo, de manera intuitiva y difusa, que, al mismo tiempo,  cada palabra que aprendía me hacía el mundo más accesible.
Descubrir una palabra nueva era descubrir un aspecto nuevo de la realidad, y una forma más exacta, más precisa, de expresarla.

Y lo bueno es que me sigue pasando lo mismo. Como para confirmar aquellas primeras ideas indefinidas sobre la inmensidad de la realidad y la función de las palabras para conocerla y comprenderla, nunca he dejado de asombrarme con las palabras nuevas que he ido encontrando.

Horacio Quiroga
Horacio Quiroga (1878-1937)
Y esto es lo que me ha ocurrido hace muy poco con la palabra anagnosia.
La encontré en “La retórica del cuento  de Horacio Quiroga, donde el maestro habla de “mi elemental anagnosia del oficio”.
Me pareció que la palabra tenía una connotación negativa, pero el contexto no me sirvió para confirmar esa impresión. Así que, como siempre, fui al diccionario de la RAE como primer paso de la indagación. 
Pero hete aquí que me encontré con que la palabra anagnosia no viene recogida . Empezaba mal la pesquisa.

Pero eso no me arredró, más bien lo contrario, de manera que me puse a buscarla por otros rumbos y derroteros.
Y como me parecía una palabra de origen griego, busqué en el diccionario  pertinente. ¿Y qué me encontré? Pues que como significado de anagnosia figuraba… anagnosia. Así también hago yo un diccionario, oiga.

Después probé a poner la palabra directamente en Google, y aparecieron como resultado varios diccionarios portugueses. En ellos leí que anagnosia proviene del griego anágnosis, que significa “reconocimiento” y “lectura”, y que el término se utiliza para referirse a la lectura e interpretación excesiva -demasiado imaginativa- de un texto.

Interesante, pero obviamente esta definición no encajaba en el texto de Horacio Quiroga.

También me daba Google la referencia a un libro argentino del siglo XIX, titulado  Anagnosia: verdadero método para enseñar y aprender á leer con facilidad, inspirando al niño a la lectura y amor á la virtud y al trabajo.
Precioso, sin duda. Pero tampoco encajaba con la anagnosia de Quiroga.

Con estos resultados, seguí mi búsqueda  más intrigada aún de lo que estaba al principio, y entonces pensé que quizá anagnosia fuera la palabra agnosia acompañada  del prefijo negativo an-. Así que lo primero era comprobar si existía agnosia. Y ahora sí; agnosia aparece en el diccionario. Su origen está en el término griego agnōsía, que significa “desconocimiento”,  y se define como:  
"Alteración de la percepción que incapacita a alguien para reconocer personas, objetos o sensaciones que antes le eran familiares."

Esta definición tampoco  me servía para entender la frase de Quiroga, pero la etimología de la palabra sí me daba una pista útil:  si originalmente agnosia significa  “desconocimiento”, la forma negativa an-agnosia debía de ser “conocimiento”, lo cual sí resultaba coherente en el texto de don Horacio.
Intentando aclararme entre agnosias, anagnosias, desconocimiento e interpretaciones imaginativas,  conceptos con lo que, por cierto, me iba identificando cada vez más, encontré, por los mundos anglosajones, una definición similar de agnosia y la etimología de la palabra, que está formada por el prefijo a- (“sin”) y la palabra gnōsis (“conocimiento”). De aquí deriva también, dicho sea de paso, el término  “agnóstico”, que hace referencia justamente a la imposibilidad de saber.

La cosa se volvía cada vez más rara, porque, visto lo anterior, resulta que anagnosia es una palabra que contiene dos prefijos negativos, an- y a-, para adquirir un significado positivo, con lo que su sentido estricto viene a ser sin desconocimiento.
Sin duda ya, la frase “mi elemental anagnosia del oficio” significaba “mi elemental conocimiento del oficio”.

Pero me quedaba un misterio por resolver, a saber, ¿por qué las primeras referencias anagnosia que encontré tenían que ver con la interpretación de los textos?
Insistiendo un poco más en mis indagaciones di por fin con un diccionario griego-inglés que con toda la sencillez del mundo me indicó que la palabra anagnosia significa las dos cosas: “lectura” y “conocimiento”. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué es la lectura sino conocimiento?
Así que quizá el primer diccionario griego que consulté no era tan simple como me pareció, porque ahora sé que puedo decir con toda lógica y coherencia que gracias a la anagnosia aumenté mi anagnosia. 





30 comentarios:

Chaly Vera dijo...

Yo digo lo mismo

Besos

Macondo dijo...

Mi primer paso al leer la palabra también ha sido acudir al diccionario de la RAE. Como mi curiosidad es inferior a la tuya —por eso mi ignorancia anda en consonancia (valga la redundancia)— creo que me hubiera quedado allí, pero me he aprovechado de tus interesantes indagaciones.

Anónimo dijo...

Me ha dejado, usted, perpleja y, aunque no soy crédulo, ni fu ni fa (es decir, agnóstica) ni ateo; sí *perpleja. ¿Es decir, dudoso, confusa, irresoluto...?
Pues no, todo lo contrario y al igual, o parecido, a su palabra(eja) hoy estoy mucho más *atónita y pasmado por tan rara e inhabitual....Palabra.
Se merece mil besos, pero en euros
W.Carlos

Anabel dijo...

¡Que artículo más divertido e instructivo!
Me lo he leído casi como una investigación policiaca.
Una palabra misteriosa cuyo significado hay que encontrar. Unos diccionarios cómo testigos cuyas declaraciones no son todo lo claras que esperabas. Reunir más pruebas. Hacer deducciones en base a las pruebas aportadas, y una última declaración del diccionario griego-inglés ¡Y misterio desvelado!

Me ha encantado el juego de palabras final con el que cierras.
Un placer leerte Ángeles

Rick dijo...

Ah, pues a mí se me ha ocurrido buscar en el dicccionario de Manuel Seco y me encuentro esto:

Anagnórisis: (1) Momento de una obra literaria en el que se desvela la identidad de una persona. (2) Reconocimiento (hecho de reconocer)

Son dos palabras de la misma familia, así que supongo que compartirán unas ideas generales. De todos modos, se acaba teniendo la sensación de que cuantas más palabras conocemos tal vez más nos falten por conocer. Pero me encantan esas labores detectivescas tuyas.

BromurodeLlodio dijo...

Todo es dialéctica, todo está limitado por el lenguaje, hasta el universo; posiblemente los poliversos para evitar de esta forma la presencia de un sólo ser (im)posible.
El lenguaje limita la capacidad de acción y de reacción de todos y cuanto mayor es mayor, también, sus posibilidades de salir airoso de cualquier batalla o guerra, si el asunto se demora en demasía.

Todo es dialéctica, por eso los que estudian el lenguaje teológico se van apoyando en los ensayos anteriores, además de los ajenos y conseguidos por la ciencia para ir extrailimitando su(s) concepto(s) de sus inexistencias y llevarlos allá dónde inalcanzables de la mano de alguien no se los pueda dañar y conocer qué verdad resultan tan cercanos al nacer en el universo de la mente de tanto enfermo creyente. Pues hay enfermedades que aún siendo de psiquiatría y de atar los tenemos por ahí sueltos aleccionando desde púlpitos o bien diciendo que al pulpo a la gallega tampoco hacen ascos.
Con las barrigas llenas de palabras vacuas y marisco a rebosar, pulpo con patatas incluido.

Todo está en la dialéctica de la argumentación, parsimonia y diálogos que según qué etimologías y el devenir de los tiempos se van enriqueciendo de acepciones y matices para explicando cualquier cosa, esa cosa pueda ser realidad patente aún sabiendo que ni lo fue ni será.

En la gnosis de lo intuitivo se encuentra el error de lo absoluto; sólo el lenguaje limita nuestra capacidad de viajar al otro lado de la frontera inobservable; incluso para un ser omnipotente, omnipresente que si lo estuviera o fuera, ni en lugar alguno ocupara, ni viviera, ni sintiera ni pudiera. De ahí que sólo en la mente de unos cuantos comerciantes de esperanzas y humo se encuentra el haberlo creado para vivir como dios a cuerpo de rey.

Dialéctica es dormir como un santo, comer como un cura y vivir como el diablo. Y si no que se lo cuenten a tantos de ellos que por diversos motivos pueriles se encuentran entre rejas...esperando el perdón de su(s) dio(s) porque lo que es de los hombres ya se han juzgado.

El lenguaje limita, extralimita y de su capacidad dependen muchas personas, especialmente los más débiles.
(Y no sigo que me caliento)


Saludos, Ángeles
Es usted excelente y
posiblemente de cátedra

guille dijo...

uno: Tu capacidad de investigación es ilimitada.

dos: Tu talento para trasladar la investigación al blog inmenso.

Tres: El significado, hermoso.

Cuatro: La palabra horrorosa, horrorosa.

anuar bolaños dijo...

Veo que estamos caurivos de la misma pasión por las palabras y que deambulamos pos caminos similares de búsqueda y curiosidad.

Sara dijo...

Yo no busco las palabras en el diccionario de la RAE, las busco en el Espasa. Teníamos uno en casa de mis padres y ahora lo tengo, bien a mano, en el escritorio del ordenador. Aunque para cualquier duda que surja sobre cualquier palabra que encuentre en el libro que tengo entre manos me resulta muy útil la ayuda de nuestro amigo Google.

Desde luego no soy tan tenaz como tú en la búsqueda de un término. Supongo que es cuestión de prioridades :)

Muy buen texto. Combinas a la perfección la intriga lingüística y el sentido del humor. Un aplauso.

Besitos.

TORO SALVAJE dijo...

No sabía su significado.
Es más... creo que es la primera vez que leo esa palabra.
Ahora ya sé que significa.
Gracias.

Tu tesón es digno de admiración.

Ángeles dijo...

Me alegra que estemos de acuerdo, Chaly.
Gracias.


Pues claro, Macondo, si ya está hecha la indagación, lo suyo es que lo aproveches :D
Gracias.


Confusa y dudosa me deja usted a mí, WendyCarlos, pero me alegro de verla y de saludarlo :D
Gracias.


Qué bien, Anabel, me alegro mucho de que te haya gustado.
Sí, esa era la intención, jugar a los detectives siguiendo pistas y pruebas. Bueno, tú lo has explicado mejor :D

Muchas gracias, eres muy amable.



Sí, Rick, yo también me encontré con la “anagnórisis” durante mis pesquisas, y con algún pariente más. Y en efecto, todas tienen en común el concepto de saber, de reconocer.

Sin duda, cuantas más palabras conocemos más coscientes somos de la infinita cantidad que no conocemos (la entrada de recuerdo de esta semana trata en parte sobre eso precisamente). Pero está bien, porque así nunca nos faltaran sopresas léxicas con las que deleitarnos.

Gracias, me alegro mucho de que te gusten.

Ángeles dijo...


Así es, , todo está limitado por el lenguaje. Por eso cuanto más amplio sea nuestro conocimiento y manejo del lenguaje, más amplia será nuestra visión y mejor nuestra comprensión del universo. O de los poliversos, si los hubiere.

Por eso, si se empobrece el lenguaje se empobrece el pensamiento, como ya nos enseñó Orwell, con todo lo que ello implica de nefasto.

Saludos, y muchas gracias, es usted muy amable.


Guille, muchas gracias por el uno y el dos. Tu amabilidad sí que es inmensa.
En el tres estamos de acuerdo.
En el cuatro, no tanto. No es mi palabra favorita, pero tanto como horrorosa… :D


Me alegra saberlo, anuar, aunque ya había sospechado yo algo.
Sigamos deambulando por esos caminos.
Gracias.


Dices bien, Sara, es cuestión de prioridades. Cada uno tenemos nuestros intereses y nuestras pasiones, pero es muy grato que otros tengan la paciencia de escucharnos :D
Muchas gracias por tu apreciación.
Besos.


Toro, creo que mi tesón no es tal; es sólo que me lo paso muy bien con estas cosas :D
Pero muchas gracias por creerlo.

Anónimo dijo...

Sí, buenas razones...
Pero debo considerar que, además, usted buscó a un autor
poco conocido pero de una relevancia tal y tan erudito que por
eso mismo cayó tanto en el olvido.
Que alguien como usted lo haya desempolvado ya demuestra un atractivo
enorme de por dónde va su cerebro y, seguramente, temperamento y carácter.
Me da que a priori debe ser o poseer usted un gran atractivo...en todos
o casi todos los aspectos humanos.
Hombre que, en determinadas y azarosas causalidades de su vida, me recuerda mucho
por determinados aspectos al artista y pintor Caravaggio. Pues hay crueldades que al rodearlo de tal forma reconducen su carácter y como bien pone en su segundo nombre regresa Silvestre cuando había partido Horacio.
(Además, fíjese que es hombre polifacético; de esos artistas que no sólo cultivan una sola de las bellas artes; las trata casi todas...las que están a su alcance y aquellas nuevas que comienzan. Y además difería mucho de atarse a preceptos religiosos. Era librepensador)
...Recuerde aquello de que a menudo los artistas exploran otras artes para recuperar la dificultad de lo nuevo, como reto adicional. O también lo hacen como liberación, ya que están menos cargados de saber aprendido; no arrastran una tradición. Los cambios impiden que el artista se adormezca. Hay un juego entre tensión y liberación...
Y enamoradizo, hipersensible, melancólicamente atormentado y nada prejuicioso, intrépido y libre de toda culpa. Ignoto y sin mancha...aproximadamente
De gran arquitectura física por su fortaleza y tesón que al igual que otros semejantes que vivieron en la selva del Amazonas (no es la misma selva, pero ronda las del sur) y se constituyeron en reyes (me refiero al Rey del Amazonas, de Galicia, de un lugar de Avión; pero sólo en ciertas semejanzas. Tenga en cuenta que sus apellidos parten de esas tierras y aunque esto no sea motivo de nada, ni predispongan sí es solo curiosidad) su capacidad humanística, mental e inteligencia creadora, además de su capacidad sensible para la afectividad hace que este hombre extravertido y complejo a la vez lleno de características tan importantes y fuera de serie que habiendo nacido en esa época y no habiendo padecido esa enfermedad hubiera sido galardonado varias veces con importantes críticas y premios.
No me extiendo más, pero me encantaría charlarlo con usted alrededor de un café, aunque me resulte imposible, pues daría para mucho esto y me encuentro de viaje retratando paisajes, gentes y múltiples anacronismos que bajo el velo o la costumbre de la costumbre nacida un día lejano, otros, y especialmente los lugareños, les llaman tradición...y con las que los políticos hacen de su capa "un ensayo" para ganar una popularidad que nunca tendrán. Incluso algunos terminan en oscuras celdas hablando con imaginarias ratas.
Qué cosas, qué tema tan interesante, cómo usted
Admirados saludos
A.Anánimo.WCarlosAA

Ángeles dijo...

Gracias de nuevo, WendyCarlos.
Ya veo que conoce usted y le interesa Horacio Quiroga, y no me extraña, porque su vida y su personalidad son tan asombrosas y sorprendentes como sus cuentos.
Y es verdad que es muy desconocido, incluso entre grandes aficionados al género.
Saludos, y que usted lo fotografíe bien.

BromurodeLlodio dijo...

Ahí estamos profesora. Un último apunte y (respondiendo a algunos comentarios) para que vea la diferencia entre dos tipos de similares nombres pero cuan diferentes:

El País (ese raro y ambiguo periódico)
Edición igual fecha:
[ https://elpais.com/politica/2017/09/20/actualidad/1505897225_897958.html ]

Párrafos:
...Aguirre y su entonces consejera de Educación, Lucía Figar, fueron quienes escogieron al que aún hoy es el director del San Mateo, Horacio Silvestre, un catedrático de Latín que nunca antes había ejercido labores de dirección. “A mí me encontraron”, explica él en su despacho. La solidez del proyecto se basaba en la creación de esa comisión de expertos que debía “asesorar en temas académicos y seleccionar la totalidad del claustro de profesores”...

¿El nombre ──ambos lo sabemos── no hace, pero ayuda o condiciona?
(No, pero además de contradictorio, resulta curiosa coincidencia en diferentes tipos)


...Desde el principio, Silvestre tuvo plenos poderes para contratar y despedir. Y así lo ha hecho: del equipo inicial de 17 profesores, solo quedan seis, él incluido. EL PAÍS ha localizado a cinco de los despedidos por Silvestre, que relatan las presiones para poner buenas notas o para no suspender a ningún alumno. “El instituto funcionaba al margen del resto de centros de secundaria”...
(Todo mentira, todo engaño)

Sigan leyendo la noticia y añadan conclusiones
¿Encuentran ustedes la gran diferencia?
¿Y de (la) Esperanza, qué ha sido?

La manipulación, las apariencias en pos de unas clases sociales elevadas, por su dinero, engendran batallas contra el pueblo buscando diferenciarse de éstas ──de dónde han partido── para, miserablemente, diferenciarse a base de engaños y corruptos brazos de Teresa. Sometiendo con estos postureos a toda la sociedad que los mantiene.

Y aquí, en este instituto, que tan bien conocí en tiempos y que funcionaba muy bien se puede observar todo, o parte, de este tejemaneje por parte de estas clases sociales sólo más adineradas que otras. Clases que representan, todos los "delitos capitales" que con dolor de pecho, luego, acuden a sus iglesias para ser perdonados.

Saludos

JuanRa Diablo dijo...

Cómo has disfrutado con tus labores detectivescas, ¿eh? Y lo mejor es que con tu curiosidad has despertado la mía, y conforme te leía iba disfrutando yo también.

Me maravilla que te detengas a comprobar cualquier duda en todo tipo de diccionarios. Creo que también podrías crear uno propio:
Rarezas - Juguetes /Juguetes - Rarezas.

Ese es el que más consultaria yo para ampliar mis anagnosias :)

MJ dijo...

¡Qué labor detectivesca! Pero lo has explicado genial, nos has ido intrigando a todos con tus pesquisas, siguiendo el hilo de tu búsqueda. Nunca había oído o leído esa palabra. Está muy bien conocer palabras nuevas. El vocabulario es tan amplio y cada cosa tiene su nombre, hasta cosas que ni sabemos que existen, por lo tanto es imposible conocer todas las palabras.
A veces me encuentro palabras desconocidas, acudo a la RAE y no vienen (cosa que me mosquea mucho y me hace dejar de tener credibilidad... unas veces en la palabra o el texto donde la he leído... y otras, cuando estoy segura de que esa palabra existe realmente, dudo de la propia RAE). Luego la pongo en el google y puede suceder que salga un significado que no me convenza o que no salga nada... Y ahí se acabaron mis pesquisas. No tengo la paciencia y la constancia que tienes tú. Te encantan los misterios y los aplicas en la propia lengua... ¡Muy bien! :-)

Marisa C dijo...

Que bien sienta de vez en cuando una buena investigación ;D. ¡Ay! Esa RAE, que poco la entiendo a veces. Bueno, una vez más, me voy de aquí habiendo aprendido una barbaridad. Abrazos.

Ángeles dijo...

Ya me disculpará usted, señor que no comente yo sobre asuntos que son ajenos a los temas que nos ocupan en este blog.
Gracias.


Me alegra mucho, JuanRa, que después de divertirme yo con estas pesquisa también te entretengas tú (¡qué mal rollo si te aburrieras! :D).
Y me encanta el diccionario que te has inventado, jeje.
Thank you!


MJ, es lógico que no encontremos en el diccionario tooodas la palabras que nos vayamos encontrando por aquí y por allá. Un diccionario, por muy amplio que sea, no puede abarcar el idioma completo. Imagínate cuántas palabras habrá que son de uso muy restringido, porque sean muy cultas, de uso muy específico en un ámbito determinado, etc. Todas esas estarán en diccionarios especializados (de filosofía, medicina, etc), que para eso están.

Sí, ya ves, la lengua es un misterio en sí misma y está llena de otros pequeños misterios sobre los que es muy divertido investigar.
Muchas gracias! :)


Gracias Marisa, me alegro una barbaridad ;)
Como ya he comentado, un diccionario, ya sea el de la RAE, o el María Moliner (que tampoco recoge el término anagnosia), o el que sea, no pueden abarcar la inmensidad de un idioma.
Y a pesar de que se van actualizando (algunos), el habla y los hablantes corremos más que los lexicógrafos, como es lógico.
Abrazos.

f dijo...

excelente investigación y explicaciones.
de todas maneras (y aunque se cuele entre las letras de lo escribiste), quiroga es un autor para disfrutar. sumamente entretenido, con cuentos maravillosos y terribles.

justo con una amiga hablábamos de quiroga hace unos días:

http://oyetengounaidea.blogspot.com.uy/2017/09/hoy-por-si-alguien-anda-por-ahi.html

Ángeles dijo...

Hola, f, qué sorpresa verte por aquí.

Desde luego que Quiroga es para disfrutar; sus cuentos son, como bien dices, maravillosos y terribles. "El almohadón de plumas" es uno de mis cuentos favoritos de todo tiempo y lugar; me fascinó la primera vez que lo leí, hace mucho tiempo, y no deja de impresionarme cada vez que lo vuelvo a leer, como todos los de "amor, de locura y de muerte".

Gracias por tu visita y tus palabras.

Anónimo dijo...

Mamma mía! Qué dotes de investigación y qué paciencia! me barrunto que la traducción es simplemente una tapadera de otra actividad...

Ángeles, gracias por la entrada.

Ángeles dijo...

Ja,ja! No, Anónimo, no es dotes ni paciencia, ni nada de eso, es simplemente que yo me divierto con estas cosas :D

Gracias a ti, ya lo sabes.

f dijo...

el almohadón...
un cuento de no dormir!!!
imaginate que yo los leía de chiquito, nueve, diez años, cuando mis padres me dejaban solo con mis abuelos en una casita perdida en el interior del campo oriental...

(igual un par de semanas después los leía de nuevo...)

Conxita C. dijo...

Hola Ángeles
No conocía la palabra pero sí me sonaba agnosia relacionada con cuadros clínicos en psicología i/o en logopedia.
Pero desde luego me gusta más pensar en anagnosia como conocimiento y me gusta ese identificar lectura y conocimiento porque estoy de acuerdo contigo en que son dos palabras que se necesitan. Me has hecho pensar ¿para qué leemos? diría que para conocer lo que sea, ciencia, mundo, otras vidas, otros pensamientos, otras sentimientos, otras maneras de pensar... Para mí está claro que leo para conocer. ¿Y cómo conocemos? Pues en muchos casos leyendo aparte de experimentando y viviendo aquello que antes hemos leído, por tanto son dos palabras que se completan y se necesitan para existir.

Descubrir palabras nuevas y seguirse emocionando, iniciar una tarea a veces detectivesca para saber su significado, es precioso y te felicito por esa emoción que eres capaz de sentir y de transmitir mientras compartes tus pasos para conocer su significado. Es muy bonito. Y es que no perder nunca la curiosidad me parece fundamental para seguir aprendiendo, casi para seguir vivo y no convertirse en un muermo, mientras uno quiere saber se avanza y me encantan las personas curiosas.

Como de costumbre un placer visitarte, siempre me voy sabiendo cosas nuevas.

Me ha gustado mucho el enlace que has compartido, si él tiene elemental anagnosia del oficio qué tendremos los osados aficionados.

Besos

Ángeles dijo...


Pues sí, f, un auténtico cuento para no dormir. Sobre todo si se lee como cuentas, así, tan... oriental ;)

(te creo…)


Hola, Conxita.
Sí, sin duda leemos para conocer, para entender el mundo y sobre todo conocernos y entendernos a nosotros mismos.
Por eso no me sorprende que los griegos, tan listos ellos, utilizasen una misma palabra para los dos conceptos, lectura y conocimiento.

Ya ves qué modesto era don Horacio, un maestro del relato.

Muchas gracias por tus bonitas palabras, eres muy amable.
Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Hola Angeles, fui dejando este mensaje de despedida por diferentes blogs y realmente no sé si te lo dejé, o se me pasó, o te lo dejé y lo borraste...
Por si acaso te lo pongo aquí.

Hola.
Vengo a despedirme.
Durante un tiempo escribiré únicamente para mí.
Creo que lo haré con más libertad.
Mientras eso ocurra no se podrá acceder a mi blog.
En el futuro ya decidiré si vuelvo a publicar lo que escribo.
Muchas gracias por todo este tiempo compartido.
Que te vaya muy bien.
Un abrazo.

Ángeles dijo...

Sí, Toro, me dejaste el mensaje. Está en la entrada anterior ("¿De qué va?"), junto con mi respuesta.
Reitero lo que te digo en ella, y gracias de nuevo por tu deferencia.

Metalsaurio dijo...

¡Qué investigación tan exhaustiva! Digna de Agatha Christie. Me he quedado boquiabierto. Tienes todo mi reconocimiento, de verdad.

…Y no es lo mismo que anagnórisis (fue la palabra que me saltó al cerebro al leer anagnosia):
Según la Wikipedia: La anagnórisis (del griego antiguo ἀναγνώρισις, «reconocimiento») es un recurso narrativo que consiste en el descubrimiento por parte de un personaje de datos esenciales sobre su identidad, sus seres queridos o su entorno, ocultos para él hasta ese momento. La revelación altera la conducta del personaje y lo obliga a hacerse una idea más exacta de sí mismo y de lo que le rodea. También se produce anagnórisis cuando un personaje principal revela su identidad hasta entonces oculta o velada a otros personajes secundarios cambiando así la relación, normalmente de un nexo débil o inexistente (un mendigo o simple huésped) hacia un nexo fuerte (el hijo de un enemigo que clama venganza, el retorno de un rey por largo tiempo ausente, etc...), produciendo un punto de giro en la historia que la hace avanzar hacia su desenlace.
Esta otra palabra, anagnórisis, me sonaba de una novelita en gallego que así se llama (bueno, en gallego, anagnórirse).

Ángeles dijo...

Ja,ja, gracias, Metalsaurio, espero que doña Agatha no se moleste por la comparación :D

Sí, yo también tropecé en mis pesquisas con la anagnórisis, y alguna más de la misma familia. Y por cierto, qué curioso que haya una novelita con ese título, ¿eh?