jueves, 2 de enero de 2014

Que hablen ellos


En esta ocasión les he pedido a unos buenos amigos míos que me prestaran unas palabras de esas que ellos dicen tan bien; que fueran ellos los que hablaran hoy aquí y nos dejaran unas reflexiones edificantes para empezar el año.
Tres de ellos, Oscar, Sándor y Stefan, que son unos expertos observadores y conocen bien la naturaleza humana y sus laberintos, han elegido unos pensamientos referidos a la amistad y al amor al prójimo.
Por otro lado, Eugene, el alegre soñador, también ha querido hablarnos de amor, pero de amor a los libros, no podía ser de otro modo.
Y John, que es un tipo duro y tierno a la vez, como los bizcochos crujientes, nos ha dejado una escena de atracción humana que se desarrolla entre libros.
Es que saben lo que nos gusta: 

 
“Me senté entre las ruinas de mi maravillosa vida, abrumado por la angustia, desconcertado por el miedo, aturdido por el dolor. Pero no quería odiarte. Todos los días me decía a mí mismo: Hoy debo mantener el amor en mi corazón, si no, ¿cómo podría vivir este día?”
Oscar Wilde. De Profundis (1897)
 
“Y si un amigo nuestro se equivoca, si resulta que no es un amigo de verdad, ¿podemos echarle la culpa por ello, por su carácter, por sus debilidades? ¿Qué valor tiene una amistad si solo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad, su firmeza? ¿Qué valor tiene cualquier amor que busca una recompensa?
 
Sándor Márai. El último encuentro (1942)
 
“[…] este simple propósito de ayudar, de ser útil a otros en lo sucesivo, me infunde ya una especie de entusiasmo. […] Solo cuando uno sabe que es algo también para otros, descubre el sentido y la misión de su propia existencia.”
 
 Stefan Zweig. La impaciencia del corazón (1939)
 
“Risa para mis momentos más alegres, distracción para mis preocupaciones, consuelo para mis pesares, charla ociosa para mis momentos de mayor pereza, lágrimas para mis penas, consejo para mis dudas y seguridad contra mis miedos. Todo esto me dan mis libros, con una prontitud y una certeza y una alegría que son más que humanas. Por eso yo no sería humano si no amara a estos amigos y no sintiera eterna gratitud hacia ellos.”
 
Eugene Field. Los amores de un bibliómano (1895)
 
“La observaba desde las sombras de los oscuros estantes. Ella sostenía un libro […] suspiró y reanudó la lectura. Unos momentos y volví a mirar. Aún sostenía el libro. ¿Y qué libro era? No lo sabía, pero tenía que saberlo para que mis ojos recorrieran el mismo sendero que los suyos.”
 John Fante. Camino de Los Ángeles (1933)
 
 
Gracias, señores.
 


16 comentarios:

Marisa C dijo...

Dale las gracias a tus amigos. No se puede añadir nada más a lo que dicen, no se debe añadir nada más. Abrazos.

Sara dijo...

Me he "quedao" con el corazón "partío". ¡Perfecta entrada de año, sí señora!

Amor y paz.

loquemeahorro dijo...

Qué amigos más listos tienen, y sobre todo que "leídos" se les ve.

Oye, ¿qué tal Fante? ¿Me lo recomiendas mucho-mucho?

Lan dijo...

Buena selección.
Saludos.

Zazou dijo...

¡Gracias a ti! Qué buenas frases.

Ángeles dijo...

Gracias, Marisa. Me gusta eso de que no se puede y no se debe añadir nada más. Como se suele decir, cuando algo está bien, para qué modificarlo.

Abrazos.


Gracias, Sara. Espero que esta "perfecta entrada de año" dure 360 días más ;-)

Besos


Sí, Loque, mis amigos son muy listos y muy leídos, en el doble sentido del término, que sé que vas por ahí, je-je.
Y sí, a Fante te lo recomiendo mucho-mucho e incluso más.

Saludos.


Gracias, Lan, me alegra que te lo parezca.

Un saludo.


Gracias, Zazou, para mí es un placer -y siento que casi una obligación- compartir frases como estas.
Me alegro de que te gusten.

Saludos.


JuanRa Diablo dijo...

¿Te imaginas, Ángeles, qué grandes tertulias habrían tenido los cinco de haberse juntado en un café? ¡Cuánta brillantez de la que tomar nota!

Me ha gustado especialmente la cita de Sándor Márai, un nuevo punto de vista sobre la amistad muy bello y no exento de razón.

El amigo Eugene, con el que estuve hace poco, me hacía reír con su sentido del humor:
"Si yo fuera un hombre rico fundaría un hospital para libros aristocráticos sin hogar. Lo llamaría Hogar Para Libros Nobles Venidos A Menos"
¡Qué grande! :D

Claro que también sabe ponerse más serio, como cuando me dijo:

"Si nunca hubiéramos sido jóvenes, qué estéril y solitaria sería nuestra vejez"

Ángeles dijo...

Pues, JuanRa, me imagino esas tertulias y me da como vértigo. ¡Qué emocionante! Y más todavía si me imagino que nosotros estamos sentados en la mesa de al lado, escuchándolos y tomando nota :-), y entonces van y nos invitan a sentarnos con ellos…

Qué cosas tan bonitas y graciosas te dijo el amigo Eugene, y qué atento estuviste tú :-) 

Me alegra que te haya gustado la cita de Márai. ¿Tú crees que te dirá más cosas próximamente? ;-)

Anónimo dijo...

Toda una declaración para el nuevo año: apartar el odio, respetar los defectos, perseverar, refugiarse en los libros... y proteger el misterio para mantener la unión. Buena suerte

Ángeles dijo...


En efecto, Anónimo, y no son malos propósitos, ¿verdad?

Muchas gracias y buena suerte para ti también.

MJ dijo...

Hace unos días te dejé un comentario, pero me salió error y no estaba segura de que se hubiese publicado. Ahora veo que no.
Te decía que me ha gustado mucho la entrada, hay que saber oír, y más si los que te hablan son los grandes. Las palabras de Eugene las tengo frescas en la memoria y me ha encantado la cita de Fante. Muy romántica, aunque él no suela serlo.
Espero que este comentario sí se publique, porque vuelve a darme error.
Besitos.

Ángeles dijo...

Publicado está, MJ. El otro de be de haberse perdido en la estratosfera o alrededores :-p

En cuanto a John Fante, yo más bien diría que sí es romántico pero no es "delicado" precisamente.

Me alegro de que te hayan gustado las citas.
Besitos.

Juan M de los Santos dijo...

...He vuelto...Vaya por delante un sincero acto de ¿contrición? por haber tardado casi un mes en reaparecer desde mi último comentario. Sí, ya me he tragado adecuadamente mi último "hastapronto".
Bueno, una vez perdonado, espero, vuelvo a estar dispuesto para comentar...Es muy juicioso lo que coinciden en decir muchos de tus comentaristas: Muy buenas citas y no hay más que decir...pero no sería yo si no me "enrrollara" un poco. Bueno, pero solo un poco: lo primero que me gustaría decir es que para los que como yo, que sufrimos esa lacra de la incontinencia verbal, es una buena cura de humildad el darse cuenta de lo bien que expresan estos maestros las ideas y los sentimientos y que llega el momento de autoimponerse un respetuoso silencio. Sí, sí :¡Hable ud. menos y lea más! -me parece oír a mi espalda...
Por otra parte no quiero dejar de apreciar la cita de Márai, toda una declaración del respeto a la individualidad y a aceptar a los demás como son, por más que se equivoquen o actúen con egoismo en alguna ocasión. Al hilo de esto, la de Zweig sintetiza lo más valioso de toda sociedad humana: dar algo a los demás. Y como no, esa perfecta descripción de la amistad que realiza Field, ayudándose de sus amigos los libros.
Bueno, pues una buena entrada de año y que sea este fructífero y lleno de alegrías.
"Hasta pronto..."

Ángeles dijo...

Vaya, Juan M, me alegra verte de nuevo por aquí. Ya pensaba yo que te habías perdido en alguna galaxia muy lejana o alrededores.

Me alegra también que te hayan gustado las citas de estos amigos, que hayas apreciado la sutileza de cada una y que hayas sacado conclusiones. Eso es leer, sí señor.

Gracias y hasta prontito :-)

Anónimo dijo...

¡Pero buenoooo! esta también me la había pasado.
La que más me ha gustado es la cita de Sándor Marai porque viene al caso.
Verás, que te cuento:
Como hace días que no contestabas -lo cual te agradezco un montón, aunque un día te dije con la tecla pequeña que no necesitaba que contestaras- llegué a pensar que te habías enfadado por la aparente incredulidad que mostré ante el hallazgo de Viaje alrededor de mi habitación. Quiero hacerte saber que lo que yo realmente quería con ese "no fastidies" era darle a mi comentario la frescura de una conversación espontánea entre amiguetes.
Pues bien, al comprobar que has vuelto a contestar me he quitado un peso de encima porque veo que, como dice tu autor, has sabido perdonar la falta de confianza o fidelidad del supuesto amigo.
Así que muchas gracias quitarme esa preocupación.

carlos

Ángeles dijo...

Pues mira, esto sí que va tomando forma de conversación entre amigos, je,je.
Pero ¿cómo has podido pensar que me iba a molestar ese comentario tuyo???
Así que no he tenido que perdonar nada, porque no ha habido ninguna falta de ninguna clase. Entendí perfectamente la intención de tu expresión.