miércoles, 9 de enero de 2013

Premios Gamba 2013. Bibliogambas


Vuelven los Premios Gamba, los Óscar de la lengua, los Grammy de la gramática. Y, como se ve en el título de la entrada, en esta ocasión los nominados son unos cuantos patinazos encontrados en libros, concretamente en dos de los últimos que he leído.
No es la primera vez que traemos aquí meteduras de pata halladas en libros, pero, a pesar de la experiencia,  un gambazo gramatical, un desatino léxico en una obra literaria me sigue sobresaltando mucho.

Pues bien, el primer sobresalto me lo llevé hace un par de meses, leyendo una novela francesa traducida al español.
En un pasaje determinado un médico que atiende a un enfermo dice que hay que llevarlo al hospital urgentemente, porque “estas cosas pueden ser fulgurantes.”
Resbalón a la vista: donde dice fulgurante debería decir fulminante porque las enfermedades no brillan ni resplandecen, que es lo que significa fulgurar;  en cambio, fulminante, referido a una enfermedad, significa “que causa muerte repentina". 

El diagnóstico es claro: estamos ante un caso grave de pareja compleja.
En otro libro, traducido también del francés, se lee:
“…nombrándola duquesa […] y mayordoma mayor de la princesa…”
¿Verdad que eso de mayordoma mayor resulta chocante y redundante?
Yo, por desgracia, no domino el francés, pero sí sé consultar los diccionarios, y también sé consultar una edición francesa de la obra. Y gracias a estas curiosas habilidades que me adornan, he podido ver que el término original que se tradujo como “mayordoma mayor” es grande maîtresse.
Según los diccionarios Collins y Larousse, maîtresse  significa señora, criada o camarera, según el contexto. 
Por lo tanto me figuro que grande maîtresse se traducirá como “camarera mayor”, que es un término español de toda la vida que designa un determinado cargo  palaciego.
Para asegurarme hago otra consulta; en este caso consulto otra edición española de la misma obra, y encuentro, efectivamente, que la frase grande maîtresse aparece traducida como camarera mayor.
Aparte de esto, y ya que estaba con las pesquisas léxicas, quise comprobar cuál es el equivalente femenino de mayordomo, que resulta que no es mayordoma, como el femenino de toro no es tora ni el de hombre es hombra.
No, el equivalente femenino de mayordomo es ama de llaves.
Es decir, que en el libro que he leído se han inventado la palabra mayordoma, que además de innecesaria –porque ya existe una palabra para designar el cargo- es inadecuada para su contexto.
En otro pasaje del mismo libro dice:
“…montó en cólera contra una pincha de cocina…”
El pinche, según los diccionarios, es la persona que presta servicios auxiliares en la cocina.
Es decir, pinche no es una palabra masculina que haya que “feminizar”, sino un nombre común que como tal se aplica tanto a hombres como mujeres. La diferencia de sexo la marca el artículo: el pinche/la pinche; un pinche/una pinche.
Por lo tanto, potaje mental en las cocinas del léxico. 
Terminamos hoy con otra cosilla que me saltó a los ojos mientras disfrutaba de la lectura del mismo libro.
Se trata de lo siguiente:
 “… he hecho voto a la Santísima Virgen de que, si por su santa intersección se salva mi padre…”
¿La santa intersección de la Virgen? No, no puede ser, me digo sofocando una risilla;   si  la Virgen intercede, lo que se le puede pedir es su intercesión.
Le pido al diccionario que interceda y me responde:
intercesión: Acción y efecto de interceder.
intersección: Encuentro de dos líneas, dos superficies o dos sólidos que recíprocamente se cortan […] . Conjunto de los elementos que son comunes a dos conjuntos.
He aquí otra pareja compleja para nuestra colección.
Lo bueno de encontrar en los libros estas perlas cultivadas  es que si nos lo tomamos con humor nos podemos echar unas risas,  lo cual siempre es conveniente.
Lo malo es que un tropiezo de estos nos saca de la fantasía literaria de un empujón; nos rompe la magia novelesca a lo bruto y nos devuelve de sopetón a la realidad real, esa que pretendíamos eludir durante un rato cuando nos pusimos a leer.
Y eso no se hace.




15 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Ay, la intersección de la virgen.

En concreto de la C/ Virgen de Lluc con la C/ Virgen de Coro. En el barrio de la Concepción (Madrid).

Claro, que sería de agradecer para que la virgen intercediera en todas las intersecciones del mundo-mundial, que son muy peligrosas, y si tienes un accidente, se te puede producir una lesión fulgurante.

Sara dijo...

Desde luego lo de la intersección de la Virgen es un problema matemático digno de ser resuelto por "una mente maravillosa". Pero tiene un puntito frikie desternillante.

Gracias por hacernos pasar tan buenos momentos.

Manuela Mangas Enrique dijo...

Ah, qué buenos siempre tus premios gamba... El de la Virgen es de los mejores.

Me acordé de ti al leer un libro de la editorial La Esfera de los Libros, que terminé hace muy poco. Para mi sorpresa, en él se repite nada menos que sesenta veces (sí, las conté) el mismo/la misma en su uso anafórico, es decir, cuando expresa repetición. Ya te imaginas cómo chirriaba muchas veces el texto. Es que yo sufro mucho leyendo...

Te copio este diálogo para besugos del maestro Lázaro Carreter en El dardo en la palabra (1997: 310-313):

—Juraría que me había echado las llaves al bolsillo de la chaqueta, pero no llevo las mismas en el mismo.

—¿Te has mirado en el pantalón? Puedes llevarlas en los bolsillos del mismo.

—No, no llevo las mismas en los mismos. Al salir de casa habré dejado las mismas sobre algún mueble de la misma, mientras sacaba el abrigo y me ponía el mismo.

—Tendrás que llamar al cerrajero para que abra la puerta.

—Sí, aquí tengo el teléfono del mismo. Nos cambió la cerradura de la misma hace poco, y conocerá la misma…

Un abrazo.

Ángeles dijo...

Ah, loque,entonces la intersección de la Virgen existe realmente... Y yo pensando que era un gambazo... Menos mal que estás tú ahí, para sacarme de dudas con tu humor fulgurante (esta vez sí: fulgurante y resplandeciente).

Sara, gracias a vosotros, siempre.

Manuela, la obra que refieres no sé cuál será, pero la lectura de la misma tiene que ser irritante. El Dardo sí que lo tengo, of course, y de vez en cuando le doy un repaso al mismo :-)
Gracias!

MJ dijo...

¡Ay! ¡Las bibliogambas que se mezclan con las parejas complejas!

Estoy de acuerdo contigo, este tipo de errores te sacan totalmente de la lectura, de la fantasia y resultan muy desagradables. A veces te tropiezas con cada cosa...

Juan M de los Santos dijo...

Muy buena entrada.Como siempre digo, la de los "Gamba" es una de mis secciones favoritas en este blog.
Algo que se debe exigir a toda persona que escribe, por ejemplo a los traductores, es un mínimo de buen gusto y sentido común, aunque estos sean bienes escasos en la actualidad.
Decir o escribir "mayordoma" o "pincha" suena a rayos fritos y si se riza el rizo con lo de "mayordoma mayor", es para cerrar el libro a perpetuidad... Uno puede ser más o menos conocedor del léxico, pero hay expresiones que te avisan por sí mismas de que no pueden ser correctas. En cuanto a lo de la intersección de la Virgen, debo reconocer que hacía tiempo que no me reía tan a gusto.

JuanRa Diablo dijo...

Eres como esos paleontólogos que recorren el terreno sin perder detalle de la superficie que recorren sus ojos. Pincel en mano vas barriendo minuciosamente el polvo hasta encontrar ese valioso fósil.
Bueno, no es lo mismo, pero algo parecido,(que ya sabes que siempre estoy imaginando cosas :p)

Y oye, que lo siento mucho pero que yo me alegro que encuentres estos desaguisados, aunque te devuelvan a la realidad, porque nos los cuentas de una forma tan divertida como aleccionadora.

Lo que más me ha gustado es eso de "potaje mental en las cocinas del léxico" xDD

Un saludo, querida pinche de las gambas

Ángeles dijo...

Pues sí, MJ, gambas mezcladas con parejas complejas y encima en libros. Y encima en ediciones buenas de editoriales prestigiosas. Un despropósito encima de otro. Habrá que irse acostumbrando...

Exacto, Juann, buen gusto y sentido común, esa es la clave. Pero ¿tú sabes lo que yo creo? Que hay por ahí algunos con muchas ganas de guasa, que van colando mayordomas e intersecciones en los libros, para que si alguien los pilla se harte de reír. Es la explicación más lógica, me parece...
Gracias como siempre por tu atinada
visión.

JuanRa, no, no lo sientas, si estamos de acuerdo en que estos desaguisados tienen su lado bueno.

Y a mí me divierte mucho encontrar esos "fósiles", con mi pincelito (que es en realidad un lapicito)y luego enseñároslos, para regocijo general.

Ah, y estás invitado a potaje mental cuando quieras ;-)

Saluditos and thanks for everything.

Metalsaurio dijo...

La religión es la base de las matemáticas y sus derivados: de ahí que nos encontremos con la "intersección de la Virgen", "el círculo de Jesús", "la cruz del nazareno", "el seno y el coseno de la Magdalena".

Yo hace un par de días, leyendo "El crucero del Snark" (Jack London), me encontré con lo siguiente:

"Quién a oído hablar alguna vez...?"

Terrible, terrible...y no creo que fuese cosa de Jack London, que escribía en inglés.

Un saludo.

Ángeles dijo...

Metalsaurio, qué sorprendente lo que dices: "La religión es la base de las matemáticas".
Nunca había oído semejante cosa, pero después de los argumentos que expones, me quedo plenamente convencida. ¡Es irrefutable! :-D

Saludos

Anónimo dijo...

Cuidadito con la vista, que esas cosas que saltan a los ojos te pueden dejar tuerta.
Quizá el traductor del libro francés tenga un mérito enorme porque ¿quién sabe? igual es más galo que Asterix...
carlos

Ángeles dijo...

Bueno, si el traductor era más galo que Asterix habría que reconocerle ese mérito enorme y tremendo, en efecto, pero me consta que no era galo, ni gala.

Conxita C. dijo...

El fulgurar y la pincha me ha llegado al alma jajaja y la intersección de la Virgen tengo que reconocer que también. En cambio a la mayordoma no es la primera vez que la encuentro en una lectura y desde luego no tiene ningún sentido.
Estos fallos son ideales para echar unas risas y para tus fantásticos premios Gamba pero mientras estás leyendo a mi personalmente me dejan descolocadas e incluso me pueden hacer que deje de leer.
¿Qué procesos de revisión hay en las traducciones? Las de los autores son más conocidas pero ¿y en el caso del traductor?
Tú más que nadie sabes lo fundamental que es una buena traducción y puede hacer que una buena lectura se te acabe atragantando o haciendo muy pesada, al menos a mi me ha pasado alguna vez y sin encontrar fulgurantes ni intersecciones pero sí con el lenguaje utilizado que no iba para nada con el libro.
Gracias por compartirme esta entrada que no conocía.
Besos

Ángeles dijo...

Qué bien, Conxita, me alegro mucho de que te hayan gustado estos "gambazos", que, como dices, dan mucha risa y a la vez ofuscan un poco.

En cuanto a las revisiones de los textos, hay que diferenciar entre los fallos de estilo y las erratas mecánicas; es decir, entre las cosas que se dicen mal por ignorancia o por despiste o por seguir alguna absurda moda de corrección política, y los gazapos que se cuelan al mecanografiar. Cada uno requiere un proceso específico, y a veces, algunas cosas que leemos en los libros pueden no ser responsabilidad del traductor sino del editor, que decide que una frase debe ir de una manera determinada, o una palabra es mejor que otra. A veces esas decisiones son muy acertadas y otras no, pero el editor tiene la última palabra, aunque el traductor pueda no estar conforme.

También es cierto que antes, hasta hace unas pocas décadas, la traducción no estaba tan profesionalizada como ahora, no se cuidaba tanto y no se le daba la importancia que hoy se le reconoce. Sin embargo hay editoriales que siguen reeditando libros con traducciones antiguas que muchas veces no están lo cuidadas que debieran.

En fin, la cuestión es muy amplia, tienen muchos aspectos e intervienen en ellos muchos factores.

Gracias a ti, como siempre, por tu interés.
Besos.

Conxita Casamitjana dijo...

Gracias Ángeles por la aclaración, me sorprendía.
Besos