viernes, 30 de julio de 2010

Globish

Parece el nombre de un personaje de Tolkien, pero no es eso.

El nombre de Globish se ha formado con las palabras Global y English y es, supuestamente, el remedio para uno de los grandes asuntos de nuestra época: la necesidad de aprender inglés. Pero de aprenderlo ya, sin esfuerzo y en poco tiempo.

Su creador se llama Jean Pierre Nerrière, ejecutivo de una multinacional y, según dice, hablando Globish, una persona podrá comunicarse en inglés con cualquiera que se le ponga por delante.

Porque el Globish consiste en un vocabulario de 1500 palabras y unas reglas gramaticales simplificadas.  Es decir, que no se diferencia mucho, me parece a mí, del clásico y tradicional “Aprenda inglés en quince días”.

Nerrière aclara que el Globish no es un idioma sino una herramienta para comunicarse, y será por eso que, además de las 1500 palabras,  el método incluye también  gesticulación y onomatopeyas (menudo invento).  Calcula don Jean Pierre que con unas 180 horas de estudio, el alumno será capaz comunicarse en inglés. En un inglés no muy correcto, desde luego, pero suficiente para hacerse entender.
O sea, lo que  cualquier alumno de cualquier curso de inglés aprende al cabo de 180 horas: un buen montón de palabras y expresiones útiles para situaciones cotidianas diversas.

Y además, ¿en qué se diferencia el Globish de, por ejemplo, el Método Maurer (con 1000 palabras) que tanta publicidad tuvo hace unos pocos años, y que prometía lo mismo? O del Basic English de Odgen (con 850 palabras) que apareció en 1930, nada menos.
Me parece que en poco. Pero entonces, ¿por qué habría el Globish de tener más éxito que los métodos anteriores, si parece ser lo mismo? Nerrièr lo sabrá, pero yo no.

El caso es que para defenderse en inglés –o en cualquier otro idioma- de manera elemental no hace falta, como apuntábamos antes, ningún método concreto. Basta con asistir a clases de inglés normales, o estudiar algún curso básico por cuenta propia. En cuanto alcancemos lo que normalmente se denomina un nivel básico, y con un poco de desparpajo, ya podremos defendernos.

Porque es evidente que para entenderse en un idioma determinado no hace falta dominarlo a la perfección. Aun cometiendo errores gramaticales, con un vocabulario limitado y con  dificultades para entender a nuestros interlocutores y para que ellos nos entiendan a nosotros, podemos conseguir comunicarnos.
Es decir, que la imperfección es inherente a los primeros –y los segundos- pasos en el estudio y la práctica de una lengua extranjera.
Pero si estudiamos un inglés de por sí imperfecto y precario como es el Globish, entonces al final lo que hablaremos  será un inglés doblemente imperfecto.

Y es que esto que algunos consideran  una gran idea lingüística, nos parece a otros más bien una gran idea comercial.
 

17 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Algo había oído y pensé lo mismo que tú.

En concreto me acordé de un librillo que había en mi casa cuando era pequeña:

"Aprenda inglés (o era francés) en 100 palabras", o en 500, o las que fueran.

De esos libros que piensas ¿de quién será? Porque mis padres entre los dos no conocen 100 palabras de inglés

Ángeles dijo...

Yo creo, loque, que en todas las casas ha habido alguna vez uno de esos libros a los que te refieres.
Y también he observado que hay personas mayores que dicen 'Yuspikinglis' y 'Guan-chu-fri' y te dicen, con todo el cuajo, que saben
'algo de inglés';-)

Sara dijo...

¡Pues vaya un método! Para hablar inglés como los indios, me basto yo sola, ¡y no me hace falta dejarme un pastizal!

*entangled* dijo...

Creo que el éxito del idioma ingles al haberse convertido en la lingua franca de nuestra cultura puede ser también su ruina: La mayoría de la gente aprende inglés sólo porque lo necesitan para su trabajo o para su supervivencia, pero no es realmente inglés lo que aprenden: Dentro de poco los británicos no reconocerán como propia esa lengua bastarda que se habla ya, por ejemplo, en los lobby de los hoteles asiáticos, y que es exclusivamente producto de la necesidad de comunicación.

Seguramente asistiremos a la aparición de dos varidades bien diferenciadas: el inglés culto y el inglés comercial, o sea, los equivalentes al latín y el romance de la España medieval.

(P.D. Respecto a la plantilla de tu blog, creo que es un defecto de mi navegador lo que me impide verla correctamente).

Ángeles dijo...

Sara, has dado en el clavo, no se puede explicar la cosa mejor y con menos palabras. Porque esa es la verdad del cuento: ponerle un nombre a algo 'de toda la vida', registrarlo comercialmente y a forrarse.

entangled, estoy de acuerdo contigo, y de hecho hay muchas voces expertas que advierten de esa posibilidad de decadencia del inglés, y de las dificultades de los angloparlantes nativos o los que han aprendido el inglés "normal", para entender a los que hablan Globish.
Sin embargo, con respecto a este uso chungo del idioma, no creo que debamos diferenciar entre inglés culto e inglés comercial, sino simplemente entre inglés correcto e inglés incorrecto.
Gracias por tu aportación. Y muchas gracias también por seguir visitándonos a pesar de las dificultades técnicas.

*entangled* dijo...

> «…no creo que debamos diferenciar entre inglés culto e inglés comercial, sino simplemente entre inglés correcto e inglés incorrecto».

De acuerdo sólo en parte. En India, por ejemplo, se habla un inglés muy correcto, pero los indios (al igual que los españoles) sólo son capaces de identificar cinco sonidos vocálicos, en vez de los veinticuatro que afirmaba ser capaz de pronunciar en inglés el coronel Pickering en «Pigmalion». (Higgins decía que eran… ¡130!).

Esa diferencia tan radical es la razón de que a los españoles nos resulte más fácil entender un discurso de Gandhi que uno del Príncipe de Gales. Además, aunque los asiáticos (y también los latinoamericanos) se toman muy en serio el aprendizaje del inglés, no pueden evitar las construcciones sintácticas peculiares, adaptando directamente la estructura de sus lenguajes nativos al inglés.

Creo que lo que yo llamaba inglés comercial sería un inglés gramaticalmente correcto, pero con una fonética simplificada y una sintaxis *rara*, por decirlo de una manera suave.

MJ dijo...

Había oído hablar de ello, pero no recordaba el nombre. Lo escuché por la radio hace varios meses y hablaron sobre ello en un programa. El éxito de este método, tiene mucho que ver con lo que se ha hablado más arriba. Parte de la idea de que la mayoría de personas que estudian inglés (ese inglés para salir del paso) se entiende mejor entre ellas que con los británicos. Por eso, a las personas que han estudiado con éste método les va muy bien para comunicarse con gente no inglesa y al mismo tiempo, conseguir que los nativos, con un poco de paciencia, los entiendan. Así que sería una especie de "Esperanto" adaptado al inglés, por decirlo de alguna manera (esto último lo añado yo de mi cosecha).
Respecto a lo que mencionáis sobre el inglés correcto y el incorrecto que sería el "romance"... Si partimos de ese ejemplo, sí veo peligro de que se convierta, con el paso de los siglos, en un idioma diferente, tal y como se transformaron las lenguas romance.

MJ

Ángeles dijo...

entangled,
gracias como siempre por tus aportaciones. Cuando dije 'inglés correcto e incorrecto' me refería al hecho de enseñar, un inglés correcto o enseñar uno incorrecto. Y después cada uno lo pondrá en práctica con el nivel de corrección que le permitan sus capacidades y circunstancias.
Y en cuanto al inglés para ámbitos específicos (atención al cliente, gestión, médico, financiero, transportes...)puede y debe ser correctísimo, salvo que apliquemos el estilo Goblish, claro.
Espero haberme explicado mejor ahora que en el comentario anterior.

Ángeles dijo...

MJ, el inglés, y todos los idiomas, se transformará, como bien dices,con el paso de los siglos,como ha venido sucediendo desde que el mundo es mundo, y como tiene ser. Las únicas lenguas que no se transforman son las lenguas muertas. O sea que mientras un idioma se esté transformando y variando, es señal de que está vivito y coleando. Pero claro, esto debe ser un proceso natural, paulatino y lento, como la evolución de las especies, no forzado por ninguna clase de imposición, ni de la noche a la mañana. Porque, simplemente, eso no da resultado.

Muchas gracias por tus opiniones, como siempre.

Ángeles dijo...

Por cierto, qué debate tan interesante hemos montado aquí, ¿no? Me encanta. Gracias.

JuanRa Diablo dijo...

La ley del mínimo esfuerzo
The law of minimum esforsheishon.

Mira, pues no me ha quedao mal y seguro que un inglés me entiende:P

También influirá en el éxito de este método, digo yo, la predisposición del nativo a aceptar que le chaporreen su idioma como si fuera cualquier cosa. A lo mejor toparíamos con más de uno que, aun entendiéndolo, se hiciera el loco y no quisiera entrar en el juego del Globish. Que los hay con dignidad! :D

Un saludo/ saludeishons

Ángeles dijo...

Saludeishons, Diablo.
Yo creo que chpurrear un idioma no es nada malo, cada uno hace lo que puede. Lo malo, me parece a mí, es que el método consista precisamente en enseñar-aprender el chapurreo.
Muchas thankius.

Anónimo dijo...

Bah! esto será como cualquier producto de limpieza recién salido que promete limpiar sin frotar y hacer olvidar todos los que han ido saliendo hasta ahora.
Ahora, en 2014, lo que mola es el Voughan ese, o como se llame. Poco a durado el éxito de este.

carlos

Ángeles dijo...

Es verdad, Carlos, que cada cierto tiempo aparece un método nuevo que asegura ser mejor que todos los anteriores. Y está demostrado que el único método que de verdad sirve es ese tan antiguo que se llama... "estudiar", o algo así. Y dedicarle tiempo, y ganas, y practicar y no abandonar a los dos meses... ;)

guille dijo...

Yo me pasé algunas décadas aprendiendo palabras en canciones, películas y frases cogidas al vuelo.
Así aprendí como se decía tejado o violinista porque había una película que se llamaba "The fiddler in the roof"
Y era el ejemplo viviente de el hablar de los indios en el cine.
Mis amigos sabian que mi habrar de lo que ya había pasado o de lo que podía venir se decia en infinitivo presente precedido de la palabra yerterday o tomorrow.

Ahora, con todo el vocabulario oral en la cabeza estoy estudiando (y disfrutando) con una muy buena profesora.
Ya se decir "can I have a coffee?" (¡menos mal que nunca usé el "I want a coffee", soy un simple, me ponía en la barra y decía "one coffee añadiendo un please que era mas una petición de que me entendieran que otra cosa).
Se usar el do/did para preguntas y negaciones...¡mira que es simple!

Y moriré sin ser capaz de pronunciar esa jodida "d" que hay que añadir en los pasados.

Prefiero mi autodidacmismo (vaya palabro me ha salido) sumado a una jeta que me la piso a esos cursos que directamente te enseñan mal.

Ahora podría colocar todo este comentario en inglés, pero no lo hago por si quienes lo lean no tienen el nivel suficiente.





¿Ha colado?

pd:The law of minimum esforsheishon.
¡Genial! Me recuerda mis mejores años.

Ángeles dijo...

Pues, Guille, llevas toda la vida haciéndolo bien, aprendiendo el idioma de todas las fuentes que tengamos a nuestro alcance: películas, canciones, cursos, conversaciones sueltas... es decir, exponerse a la lengua todo lo posible.
Y si además tienes la ventaja del desparpajo (lo que tú llamas 'jeta' :D), mejor aún, porque lanzarse a hablar es la única manera de adquirir soltura y avanzar.

Aunque a esa 'd' final de los pasados hay que ponerle remedio, eh? :D

Thanks for visiting!

guille dijo...

Lo mío con la pronunciación es la historia de un naufragio anunciado.

No distingo los sonidos, no se si lo he dicho bien o mal.

Pero estoy consiguiendo oírlo cuando lo dicen otros. No siempre...pero menudo avance.

¡¡Mucho mejor desparpajo que jeta!!
Andevasaparar.